Buenas palabras, pero pocos resultados, en las negociaciones pesqueras con la Comunidad Europea
Bruselas ?Hay voluntad pol¨ªtica de llegar a un acuerdo?. Esta frase la repiten en Bruselas tanto los negociadores espa?oles, dirigidos por el embajador Bassols, como los comunitarios, presididos por Raymont Simonet, director de Pesca de la Comisi¨®n Europea. Que hay voluntad pol¨ªtica para un compromiso pesquero Espa?a-CEE nadie lo duda. Sobre lo que hay dudas que quedan por aclarar es sobre el n¨²mero final de licencias que la Comisi¨®n Europea propondr¨¢ al Consejo de Ministros, ¨²ltima instancia que debe decidir sobre el futuro de la pesca espa?ola en la zona de las doscientas millas de aguas de pesca comunitarias.La reuni¨®n de ayer se prolong¨® hasta primeras horas de la noche, a nivel de expertos. Hoy prosiguen las discursiones y se espera un resultado en el proyecto de acuerdo-marco de pesca y, clave del asunto, en el n¨²mero de licencias, acceso a caladeros, rendimientos de barcos y otras particularidades que deber¨¢n respetar los barcos espa?oles para faenar en aguas comunitarias.
Inc¨®gnita sobre las licencias
La sesi¨®n de ayer se dedic¨®, en gran parte, a examinar a fondo el articulado del acuerdo-marco. Articulado que est¨¢ definido y preparado desde hace muchos meses y que, ¨ªnconi pre nsible mente, se s¨ªgue utilizando un tanto como ?cortina'de humo? para tapar el fondo de lo que est¨¢ en juego: ?cu¨¢ntos barcos espa?oles podr¨¢n pescar en aguas de la CEE? Esa segunda parte, de contenido econ¨®mico, es lo que hay que aclarar y que, por el momento, sigue en el aire.
La postura de la tesis negociadora espa?ola es d¨¦bil. Lo cual es l¨®gico al no poder ofrecer contrapartidas pesqueras a la CEE. De ah¨ª que se de un tono, pol¨ªtico a la actual fase de negociaciones y se pretenda. se espera que con ¨¦xito, sensibilizar a los comunitarios sobre que un pa¨ªs candidato a entrar en el Mercado Com¨²n debe recibir mejor trato que las actuales 121 licencias, prorrogables de mes en mes. Como punto de presi¨®n para conseguir m¨¢s licencias, los negociadores espa?oles se apoyan en la necesidad de querer conservar los tratados de pesca bilaterales, firmados en 1964, con Gran Breta?a, y 1967, con Francia. Punto que, en virtud de la jurisdicci¨®n comunitaria que anula los acuerdos bilaterales cuando se sustituyen por acuerdos CEE, es dif¨ªcil de aceptar.
El peso moral y pol¨ªtico de futuro candidato parece ser la ¨²nica arma que esgrime la delegaci¨®n espanola para forzar un incremento del n¨²mero de licencias.
?Cu¨¢ntas licencias habr¨¢ al final? Nadie quiere avanzar hip¨®tesis. Oficialmente la delegaci¨®n espa?ola dice y repite que no hay una demanda precisa. S¨®lo deseos de que se alcance un n¨²mero, que resuelva parcialmente los da?os que causa la actual legislaci¨® pesquera comunitaria a los ¨¢rmadores espa?oles. Entre las 121 licencias actuales y los 392 barcos de arrastre que necesitar¨ªan licencias, va toda una gama de hip¨®tesis cuyas cifras m¨¢s barajadas son un m¨ªnimo de unas doscientas -como concedi¨® ya la CEE durante el primer trimestre del a?o en curso- y un techo que podr¨ªa situarse alrededor de las 250. Falta saber si se aceptar¨¢n o no por el Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca, que se reunir¨¢ el lunes en Bruselas. La Comisi¨®n Europea procura sensibilizar las delegaciones ?duras? de los Estados miembros, para evitar presentar un compromiso que, de ser demasiado alto, podr¨ªa ser rechazado por el Consejo y habr¨ªa que empezar de nuevo con las interminables reuniones de t¨¦cnicos y expertos, donde nunca coinciden las cifras ni estad¨ªsticas porque cada bando tiene su propia verdad.
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