El centro es el vac¨ªo
(Economista y diputado socialdem¨®crata del Grupo Mixto por Teruel)Ret¨®ricamente, la Espa?a democr¨¢tica est¨¢ pol¨ªticamente organizada en torno a su ?centro? pol¨ªtico. Y no funciona bien. Nada marcha como es debido; ni la econom¨ªa, ni el. Parlamento, ni el orden p¨²blico, ni el teatro, ni el cine, ni el f¨²tbol, ni la novela, ni los peri¨®dicos... ?Nada! Hay un sentimiento general de frustraci¨®n.
?Por qu¨¦?
?Falla el principio de que el Poder debe estar en el ?centro?? ?Falla el pa¨ªs? o simplemente, ?se aplica mal el principio?
Respecto de la eficacia del concepto no hay duda. Todos los pa¨ªses democr¨¢ticos pr¨®speros est¨¢n organizados alrededor de su ?centro?. Aunque, bien es verdad, ese ?centro? no es el que conceptualiz¨® Fraga ni televis¨® Su¨¢rez.
?Falla su aplicaci¨®n? Tampoco, dicen los franquistas conversos: Todo va bien; mejor de lo que se pod¨ªa esperar; los que se quejan son reaccionarios.
No es verdad, piensa en su fuero interno el espa?ol medio: Ni con Franco se viv¨ªa mejor, ni ahora se vive como se esperaba Hay poca libertad, escaso orden y justicia, y nulo progreso. En todo caso, si no estamos peor no es gracias a los pol¨ªticos, sino al pa¨ªs, que aguanta todo.
?Qu¨¦ es lo que falla, entonces?
Falla, lo que ten¨ªa que fallar, la falsa ret¨®rica.
El pa¨ªs no funciona bien porque no lo dirige el ?centro?. Y no lo dirige porque no existe ni como fuerza ni siquiera como idea pol¨ªtica.
El ?centro? s¨®lo es una posibilidad pol¨ªtica.
En realidad, hoy, el ?centro? es el vac¨ªo. Un vac¨ªo de inhibici¨®n ciudadana, absentismo del trabajo, emigraci¨®n empresarial, aburrimiento intelectual y abstenci¨®n pol¨ªtica.
El ?centro? es la tierra de nadie, ocupada electoralmente por el PSOE y la UCD mediante campa?as publicitarias ficticias y, desde entonces, desertizadas por los dos, como consecuencia de la presi¨®n de sus electorados b¨¢sicos respectivos, de izquierda y derecha moderadas.
?Qu¨¦ hay en ese vac¨ªo?
Alrededor del 30% de la poblaci¨®n electoral. La m¨¢s joven, la m¨¢s urbana, la m¨¢s secular, la m¨¢s autogestionaria, autonomista y empresarial, la m¨¢s progresista, europe¨ªsta y atlantista. Una poblaci¨®n que rechaza crecientemente a la UCD y, en menor medida, al PSOE.
Ideol¨®gicamente, es un vac¨ªo que responde a dos ideolog¨ªas pr¨®ximas: la liberal, pero liberal progresista, y la socialdem¨®crata, pero socialdem¨®crata neopositivista, de empresa privada y atlantista.
Es un vac¨ªo que crece y puede convertirse en la sima pol¨ªtica, econ¨®mica, social y cultural, que se trague al pa¨ªs, porque contiene todo el potencial de curiosidad, cr¨ªtica, participaci¨®n, responsabilidad, esfuerzo, racionalidad, modernidad, profesionalidad, emoci¨®n y m¨ªstica, precisos para evitar que la crisis mundial nos vuelva a africanizar.
Es un vac¨ªo que es imprescindible rellenar. Es un abismo que hay que transmutar en puente, por el que atravesar el marasmo que nos asfixia, para integrarnos, de una vez y para siempre, en el mundo occidental.
?C¨®mo se puede organizar y activar?
Partiendo claramente de su realidad. El centro no es homog¨¦neo, de clase media, como cree Fraga. Es heterog¨¦neo. Tampoco es moderado, disciplinado y pactista, como creen Su¨¢rez y Gonz¨¢lez. Es radical, libertario y cr¨ªtico.
Por tanto, la ¨²nica forma de arrancar a la parte m¨¢s vital del pa¨ªs del inconformismo pasivo en que se ha sumido ante la vulgaridad del ?botejarismo? prevalente (primera generaci¨®n: AP; segunda: UCD; tercera: PSOE) es ofrecer opciones pol¨ªticas n¨ªtidas, que permitan la plena y voluntaria realizaci¨®n del individuo creador, la mezcla de entusiasmo y capacidad que produzca la chispa nacional.
Posteriormen te, esas opciones, liberal y socialdem¨®crata, que habr¨¢n de adoptar formas orga nizativas muy democr¨¢ticas y auton¨®micas, se unir¨¢n gradual mente, por instinto de supervivencia, con aquellas otras fuerzas que se muestren m¨¢s afines y que les permitan dirigir, como les compete, el destino del pa¨ªs.
Este acontecer previsible no es nada artificial ni original. Es natural y ha sucedido y sucede en todos los pa¨ªses occidentales. Los partidos grandes, homog¨¦neos y disciplinados, est¨¢n en las alas; los partidos peque?os, heterog¨¦neos y cr¨ªticos, en el ?centro?. Pero, como en la evoluci¨®n, son los mutantes quienes determinan el progreso.
Lo que es artificial y an¨®malo es el espectro pol¨ªtico actual. No hay ning¨²n pa¨ªs democr¨¢tico donde los partidos grandes tengan frontera com¨²n. El espectro centro izquierda.(PSOE)-centro derecha (UCD) espa?ol es exclusivamente producto de la improvisaci¨®n ante el miedo al vac¨ªo que dej¨® Franco.
Igual miedo deber¨ªa existir entre los dem¨®cratas aut¨¦nticos ante el otro vac¨ªo, el del ?centro?, que ha creado el artificio UCD-PSOE. E igual reacci¨®n. Unos deber¨ªan facilitar el que se rellenara y otros apresurarse a hacerlo.
El argumento es v¨¢lido cualquiera que sea la ¨®ptica que se adopte sobre la evoluci¨®n delproceso democr¨¢tico. Si se estima que es reversible, entonces, una vez comprobado que no es posible forzar la participaci¨®n activa del ?centro? desde UCD o PSOE, y se entiende que la estabilizaci¨®n del pa¨ªs exige el concurso de todos, especialmente del ?centro?, se sigue que deber¨ªa propiciarse la creaci¨®n acelerada de partidos centristas. Aun si, por el contrario, se estima que es irreversible, no tiene sentido retrasar su aparici¨®n, si se conoce que, por razones hist¨®ricas universales, el ?centro? reclamar¨¢ siempre un espacio pol¨ªtico propio.
?Por qu¨¦ se corre, entonces, el riesgo de no fomentarlos? ?Por qu¨¦ se intenta, de hecho, por algunos, abortar su nacimiento o impedir su crecimiento?
?Por qu¨¦ se intenta desprestigiar a los partidos centristas vascos y condicionar a los catalanes? ?Por qu¨¦ se intenta impedir el nacimiento de partidos liberales o socialdem¨®cratas puros?
?Es por irreflexi¨®n o por deseo duopolista, antidemocr¨¢tico, de reparto del Poder?
El relleno del vac¨ªo de Franco ha creado otro vac¨ªo, el del ?centro?, que puede frenar o impedir la evoluci¨®n democr¨¢tica.
Todos los dem¨®cratas tienen la obligaci¨®n de cubrir ese hueco con la mayor rapidez posible.
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