La OCDE estima que el aumento de los precios del petr¨®leo es perfectamente asimilable por los pa¨ªses desarrollados
La incidencia del aumento de los precios del petr¨®leo -14,5% en 1979- y el grado de intervencionismo de los Gobiernos en los sectores industriales en crisis se han revelado como los dos temas que causan honda preocupaci¨®n entre los miembros del Secretariado de la OCDE (Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico), en el curso de las jornadas informativas celebradas en la capital francesa en torno a la presentaci¨®n del informe anual ?Perspectivas econ¨®micas?, cuyo contenido permanecer¨¢ embargado hasta la madrugada del viernes.
La subida del petr¨®leo ha sorprendido, seg¨²n todos los indicios, las previsiones del Secretariado, pero los m¨¢ximos responsables de la organizaci¨®n estiman que su cuant¨ªa es perfectamente asimilable por los pa¨ªses desarrollados. Mayor inquietud provoca la situaci¨®n de los sectores industriales en crisis -siderurgia, textil, construcci¨®n naval-, a la vista del retraso con que se aborda su reestructuraci¨®n en la mayor parte de los pa¨ªses miembros.Los acuerdos de la reuni¨®n de pa¨ªses de la OPEP (Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo), el pasado fin de semana en Abu Dhabi, no parecen haber inquietado excesivamente a los responsables de la OCDE, al menos en su repercusi¨®n directa sobre las econom¨ªas occidentales. Y ello a Pesar de que -oficiosamente- se ha sabido que el alza del 14,5% decretado en el golfo P¨¦rsico queda muy por encima de las previsiones barajadas por los expertos, a la hora de elaborar el cuadro macroecon¨®mico de la econom¨ªa mundial de 1979. Los observadores de la Organizaci¨®n y sus t¨¦cnicos m¨¢s destacados coinciden en que la subida de los precios del petr¨®leo conlleva en mayor medida un peligro de impacto negativo en los psicol¨®gico, antes que en sus ¨¢spectos puramente t¨¦cnicos. La decisi¨®n de la OPEP puede :provocar una aut¨¦ntica psicosis inflacionaria a escala mundial, de consecuencias imprevisibles, seg¨²n el criterio imperante en el Chateau de la Mutte, sede central de la Organizaci¨®n. Algunos expertos -probablemente los norteamericanos- van incluso m¨¢s lejos, al sostener que el sistema de alzas escalonadas de los precios es m¨¢s perturbador que si el aumento global acordado para 1979 fuera aplicado desde el pr¨®ximo d¨ªa 1 de enero.
El ?optimismo? del Secretariado no parece, sin embargo, sea compartido por las delegaciones oficiales, ni por sus respectivos Gobiernos. S¨®lo el primer ministro franc¨¦s, Raymond Barre, se ha mostrado conforme con esta filosof¨ªa, al declarar que ?Francia puede absorber perfectamente el aumento de los precios del petr¨®leo?, poco despu¨¦s de conocerse en Par¨ªs la decisi¨®n de Abu Dhabi.
Los responsables de la Agencia Internacional de la Energ¨ªa (AIE) -encuadrada en la OCDE- tambi¨¦n se han mostrado part¨ªcipes de la teor¨ªa expresada por el Secretariado. En el curso de las jornadas informativas desarrolladas, han expresado incluso su creencia de que la decisi¨®n de la OPEP ser¨¢ positiva- para las pol¨ªticas energ¨¦ticas de los pa¨ªses desarrollados, ya que les impulsar¨¢ a potenciar sus programas de racionalizaci¨®n de consumo y aprovechamiento, utilizaci¨®n de fuentes alternativas -en lugar,de petr¨®leo- e investigaci¨®n de nuevas fuentes energ¨¦ticas. La AlE estima que la crisis de Ir¨¢n ha influido notablemente en el resultado final de la Conferencia dela OPEP, al tiempo que considera que ha quedado demostrada la idoneidad del sistema de reservas de los pa¨ªses occidentales, auspiciado por la Organizaci¨®n. Respecto al futuro, los, expertos consideran que los programas de inversi¨®n en materia nuclear continuar¨¢n su desarrollo y restan importancia a los movimientos sociol¨®gicos y pol¨ªticos que se oponen a su construcci¨®n. Pero el mayor acento de los dirigentes de la AlE se centr¨® en la necesidad de incrementar la utilizaci¨®n del carb¨®n como fuente energ¨¦tica complementaria. No obstante, calificaron de ?irreales? los pron¨®sticos de quienes auguran una sustituci¨®n del petr¨®leo para la pr¨®xima d¨¦cada. ?El petr¨®leo seguir¨¢ siendo la principal fuente energ¨¦tica, al menos otra d¨¦cada. Ello nos obliga a insistir en la necesidad de racionalizar su consumo y desarrollar programas de utilizaci¨®n de fuentes alternativas?, dice uno de los ¨²ltimos documentos preparados por la Agencia Internacional.
Reestructurar los sectores en crisis
Uno de los temas abordados en profundidad durante las jornadas fue la estrategia de los diferentes Gobiernos a la hora de afrontar las crisis que padecen determinados sectores industriales. En general, se critic¨® duramente por parte de los expertos de OCDE la indecisi¨®n en acometer aut¨¦nticas reestructuraciones de que hacen gala la mayor parte de pa¨ªses. En lugar de ello -se dijo- se desarrolla un exagerado intervencionismo, destinando importantes partidas del erario p¨²blico a la aplicaci¨®n de soluciones estrictamente coyunturales, so pretexto de ?inminentes reactivaciones? que en ning¨²n caso tienen un fundamento t¨¦cnico.De los tres sectores que actualmente padecen una fuerte crisis -siderurgia, textil y construcci¨®n naval-, las peores perspectivas son las que ata?en a los astilleros. Los expertos de OCDE estiman notablemente incierta una eventual recuperaci¨®n de la demanda a medio plazo y nunca antes de 1985. Ello deber¨¢ obligar irremisiblemente a los Gobiernos de los pa ¨ªses afectados por el problema a reconvertir las industrias del sector. Las previsiones de contrataci¨®n de nuevos buques, a nivel mundial, apenas alcanzan para 1979 los tres millones de toneladas registrados este a?o. Ello sin tener en cuenta la mayor competitividad en precios de los pa¨ªses del Tercer Mundo, cuya incidencia en el mercado se prev¨¦ mayor en los pr¨®ximos a?os. Para los pa¨ªses desarrollados de tradici¨®n en este sector industrial -Jap¨®n, Gran Breta?a, Espa?a y los n¨®rdicos- se impone una reestructuraci¨®n urgente, encaminada a especializar las factor¨ªas en construcci¨®n de tipos m¨¢s sofisticados de buques, que les permitan entrar en competencia con aquellos que ofertan precios m¨¢s bajos.
Otra de las caracter¨ªsticas que agravan el posible arreglo a medio plazo del sector es la dif¨ªcil coordinaci¨®n entre los intereses de armadores y constructores de buques. A pesar de que la mayor parte de los pa¨ªses hayan intentado armonizar toda la pol¨ªtica naval -Espa?a no se encuentra entre ellos-, se han obtenido frutos escasos de estas actuaciones, comparados con la magnitud de la crisis. Algunos pa¨ªses han ca¨ªdo incluso en la tentaci¨®n de promover la construcci¨®n de nuevos buques e instalaciones marinas, para evitar la paralizaci¨®n de sus instalaciones de construcci¨®n naval. Ello, adem¨¢s del importante coste que ha supuesto, no ha hecho sino agravar la situaci¨®n de exceso de oferta en los fletes, con lo que la situaci¨®n de las navieras ha empeorado y las expectativas de nuevos pedidos, descendido.
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