El comercio armamentista militar ser¨¢ controlado por una junta interministerial

Recientemente EL PA?S abord¨® la problem¨¢tica de la producci¨®n y el comercio armamentistas espa?oles (v¨¦anse los n¨²meros correspondientes a los d¨ªas 17, 18, 21, 23, 24 y 25 de noviembre pasado) y en la informaci¨®n publicada qued¨® constancia de la falta de datos existentes respecto a la importaci¨®n armamentista espa?ola -cuesti¨®n hasta ahora de exclusiva competencia de los ministerios militares-, as¨ª como del silencio oficial mantenido por el actual Ministerio de Defensa sobre este tema ante la encuesta realizada por este peri¨®dico. Este Ministerio se lirnit¨® a aplazar su respuesta. Todo el asunto se estaba estudiando a altos niveles y erapreferible esperar -se nos dijo-, si bien facilit¨® algunas aclaraciones, en el transcurso de los d¨ªas, referentes a cuestiones concretas de actualidad.

Se rompe el velo

La respuesta del Ministerio de Defensa, sobre el tema en general, nos ha sido por fin remitida a trav¨¦s de su Oficina de Informaci¨®n, Difusi¨®n y Relaciones P¨²blicas. En ella se informa que ?como quiera que el asunto en s¨ª reviste una destacada importancia y que hay diversos organismos con participaci¨®n activa en el mismo, se ha llegado a una completa centralizaci¨®n en nuestras relaciones con los ministerios correspondientes?. Esta respuesta, remitida por el general Suso, se?ala al subdirector general de Exportaciones Industriales del Ministerio de Comercio, Bartolom¨¦ Bonet, como la persona autorizada para hablar oficialmente.Hasta este preciso instante, como ya se?alamos, cualquier persona u organismo sol¨ªa terminar diciendo: ?No puedo explicar nada m¨¢s. Tiene que ser el Ej¨¦rcito, Defensa, quien les facilite esto o lo otro.?

La pol¨ªtica armamentista empieza a cambiar un poco. Concretamente, el Ministerio de Defensa deja de mantener en un coto cerrado la parte del asunto que le corresponde y delega en un determinado cargo de un ministerio civil, el de Comercio, para que trate el tema con la prensa.

Cambios en el INI y nuevo decreto

Efectivamente, el asunto armamentista se estaba tratando a niveles superiores. Dentro de esta cota encajan las ¨²ltimas conversaciones en el Instituto Nacional de Industria con altos jefes militares, incluido el titular de Defensa, teniente general Guti¨¦rrez Mellado (v¨¦ase EL PA?S de 14 y 24-XI-78), tendentes a una mejor reestructuraci¨®n de la industria y el comercio de este sector, as¨ª como su repercusi¨®n en nuestras Fuerzas Armadas. Tales gestiones han devenido en el decreto aprobado por Consejo de Ministros del pasado 15 de diciembre, perr el que se crea la nueva Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Armas y Explosivos, sobre lo cual coment¨® algunos aspectos el ministro de Asuntos Exteriores, se?or Oreja, en el Pleno del Senado, el pasado martes.?En qu¨¦ punto est¨¢ la situaci¨®n, cuando a¨²n contin¨²an produci¨¦ndose oscuras transacciones comerciales de armamento, como la denunciada el mi¨¦rcoles sobre otro presunto nuevo env¨ªo de armas a Sur¨¢frica por parte del mismo barco, el Allul, que no hace mucho levant¨® una oleada de clamores?

Bartolom¨¦ Bonet est¨¢ dispuesto -y autorizado- a decir todo lo que se puede decir. Subdirector general de Exportaciones Industriales, fue presidente de la anterior junta y pasa ahora a ser secretario de la nueva. Nos recibe en su despacho de Castellana, n¨²mero 16. Y empieza por aclarar lo siguiente: ?Si no he hablado antes ha sido porque esperaba autorizaci¨®n. En la prensa se han dicho muchas barbaridades sobre el tema del armamento. En parte, culpa nuestra, por no facilitar la suficiente informaci¨®n, aunque este es un tema en el que no se puede dar demasiada informaci¨®n, como es f¨¢cil comprender. No obstante, yo he sido una de las personas que le han hablado al ministro de Defensa de la necesidad de clarificar el tema ante la opini¨®n p¨²blica. Ustedes lo han centrado perfectamente. Es el primer trabajo serio y en profundidad que se ha publicado. Citaban mi nombre. Pues, bien, puedo asegurarle que nada irregular puede imput¨¢rsele a la Junta y vamos a intentar que todo sea clarificado.?

Reforzar el control

?La Junta anterior, denominada Junta de Exportaci¨®n de Armamento, naci¨® por decreto de Presidencia del Gobierno de 29 de abril de 1971. En ella estaban representados los ministerios de Comercio, Industria, Asuntos Exteriores, los de los tres Ej¨¦rcitos y el Alto Estado Mayor?, recuerda el se?or Bonet.?La presid¨ªa el director general de Exportaciones, que delegaba en el subdirector. Desde su creaci¨®n hasta la fecha ha tenido 144 reuniones. Se hac¨ªan quincenalmente. De ellas, yo habr¨¦ presidido un centenar. Los acuerdos se tomaban por unanimidad. Puedo asegurar que no hay ning¨²n pa¨ªs que se haya tomado m¨¢s en serio la exportaci¨®n de armas. Hay pa¨ªses que, dentro de nuestro nivel, venden m¨¢s que nosotros, sencillamente porque son menos exigentes. Algunos, con un simple certificado de que una empresa es proveedora de las Fuerzas Armadas de su pa¨ªs, se conforman para venderles armas sin preocuparse m¨¢s de a d¨®nde ir¨¢n a parar.?

?La nueva Junta no nace, por tanto, a causa de que la anterior haya actuado mal, sino por el deseo de perfeccionar el sistema de control.?

?Como ya es sabido, el certificado de ¨²ltimo destino que se exig¨ªa a los exportadores, para saber d¨®nde iban destinadas las armas, era el principal requisito de control. En este sentido, los principales problemas de la Junta de Exportaci¨®n de Armas, a la hora de conceder las licencias, ven¨ªan por parte de Asuntos Exteriores. Imposible enviar armas, a trav¨¦s de la Junta, a pa¨ªses embargados o en conflicto. Naturalmente, cada representante en la Junta defend¨ªa su punto de vista. Industria deb¨ªa defender la producci¨®n; Comercio, la venta y los Ej¨¦rcitos, asegurarse de que las exportaciones no se hac¨ªan en detrimento del abastecimiento de las Fuerzas Armadas. Pero el criterio de Exteriores en estos extremos era irrefutable.?

?En el caso concreto de Sur¨¢frica, Espa?a vendi¨® su ¨²ltimo cargamento a este pa¨ªs el 11 de enero de 1977. Era de 600.000 cartuchos, de los cuales s¨®lo se llegaron a exportar 200.000. Bien, pues la resoluci¨®n de embargo dictada por la ONU fue diez meses despu¨¦s, exactamente el 4 de noviembre. La Junta no autoriz¨® otras exportaciones. Lo mismo ha ocurrido en otras ¨¢reas. Y si se han encontrado armas espa?olas en pa¨ªses embargados o en conflicto, su itinerario no ha pasado por aqu¨ª. Esto se puede asegurar de Marruecos, Mauritania, Argelia, Nicaragua, etc¨¦tera.?

Tres nuevos aspectos substanciales

La nueva Junta, cuya denominaci¨®n es la de Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Armas y Explosivos, estar¨¢ presidida por el director general de Pol¨ªtica Comercial, del Ministerio de Comercio, actualmente Jos¨¦ Mar¨ªa Jerez. Actuar¨¢ como secretario el subdirector general de Exportaciones Industriales del mismo ministerio, se?or Bonet. Y la integrar¨¢n cuatro vocales: el director general de Relaciones Econ¨®micas Internacionales del Ministerio de Asuntos Exteriores, Miguel Ignacio de Aldasoro; director general de Industrias Siderometal¨²rgicas y Navales del Ministerio de Industria y Energ¨ªa, Javier Garc¨ªa-Egocheaga; secretario general para Asuntos de Pol¨ªtica de Defensa del Ministerio de Defensa, general de divisi¨®n Jos¨¦ Gabeiras, y director general de Armamento y Material. del mismo MiInisterio, general inspector del CIAC, Jos¨¦ Guti¨¦rrez Benito.Tres aspectos substanciales son la nueva aportaci¨®n del articulado del decreto de creaci¨®n de esta nueva Junta. El se?or Bonet los resume as¨ª:

?Adem¨¢s de la exportaci¨®n ser¨¢ tambi¨¦n competencia de la Junta, todo el comercio de importaci¨®n de armas y explosivos, hasta ahora competencia exclusiva de los ministerios militares. Asimismo, el actual Ministerio de Defensa estar¨¢ tambi¨¦n obligado a solicitar a la Junta licencia de exportaci¨®n o importaci¨®n, cosa que no ocurr¨ªa antes, a excepci¨®n de las importaciones que realizaba Marina. Y, en tercer lugar, se controlar¨¢n las operaciones triangulares.?

Respecto a los datos sobre importaciones espa?oles en esta materia, el se?or Bonet manifesta que ?todav¨ªa no se conocen, porque nunca pasaron por la Junta de Exportaci¨®n, pero a partir de ahora la Junta los sabr¨¢ tambi¨¦n?. ?No obstante -a?ade-, creo que, por ejemplo, la importaci¨®n armamentista del a?o pasado supuso una cifra similar a la de nuestra exportaci¨®n, unos 12.000 millones de pesetas.?

?En cuanto a la pol¨ªtica importadora -contin¨²a-, se pretende que sirva para encontrar algunas compensaciones. Veremos si, en, vez de comprar, se negocia la patente, a fin de no perder divisas y potenciar nuestra propia tecnolog¨ªa.?

En cuanto a las operaciones triangulares, consideradas como una de las principales v¨ªas del tr¨¢fico ilegal de armas, Bartolom¨¦ Bonet se?ala que han sido las causantes, y especialmente el Allul, de que este tema trascendiera con tanta fuerza a la opini¨®n p¨²blica. ?Indudablemente, supon¨ªan una laguna legal, que va a ser corregida.?

Se entiende por operaci¨®n triangular la compra que efect¨²a una empresa a un determinado pa¨ªs para vender a otro sin pasar por el pa¨ªs al que pertenece aqu¨¦lla. En el caso del Allul, la empresa espa?ola Barreiros compr¨® armas a B¨¦lgica para vender a otro pa¨ªs -no hecho p¨²blico hasta ahora-, sin pasar por Espa?a; es decir, que si el barco se queda en la zona franca del puerto, legalmente no ha tocado territorio espa?ol.

?En estos casos, a tal empresa s¨®lo se le puede exigir que haya pedido a la Direcci¨®n General de Transaciones Exteriores las divisas correspondientes a la operaci¨®n a efectuar. En Espa?a est¨¢ prohibido que las empresas tengan divisas propias, y han de conseguirlas del Estado. Ahora bien, efectivamente, esto pod¨ªa dar lugar a que una empresa estuviera rompiendo un embargo estatal a un determinado pa¨ªs en su propio beneficio. Por eso, a partir del nuevo decreto, toda empresa que desee realizar una operaci¨®n triangular, adem¨¢s del tr¨¢mite de petici¨®n de divisas, deber¨¢ pasar por la Junta Reguladora. De esta forma se sabr¨¢ a qui¨¦n compra y a qui¨¦n vende.?

Certificado de entrada

El se?or Bonet a?ade que otro requisito, adem¨¢s del certificado de ¨²ltimo destino, que se exigir¨¢, probablemente, ser¨¢ el certificado de entrada del env¨ªo en el pa¨ªs que figura como ¨²ltimo destinatario, y que se deber¨¢ entregar a la Junta despu¨¦s de realizada la operaci¨®n.Pregunta. En el caso del Allul, el Gobierno belga dijo que Barreiros le hab¨ªa presentado un certificado de ¨²ltimo destino en el cual figuraban las Fuerzas Armadas espa?olas. ?Es cierto?

Respuesta. Yo no lo he visto. Quiz¨¢ lo que mostraron al Gobierno belga fuera un documento acreditativo de que Barreiros es habitual suministrador de las Fuerzas Armadas, y con eso se conformaron. Eso es cierto, pero no significa que, en ese caso, las armas estuvieran destinadas a nuestras Fuerzas Armadas, sobre lo cual ya desminti¨® nuestro Gobierno.

El nuevo decreto contempla tambi¨¦n la posibilidad de que sea el delegado provincial de comercio en San Sebasti¨¢n quien directamente autorice las exportaciones de armas cortas y deportivas que se fabrican en el Pa¨ªs Vasco, con arreglo a los criterios que se establezcan, a fin de descentralizar esta parcela.

?Por lo dem¨¢s, la Junta seguir¨¢ los criterios que le marque el Consejo de Ministros?, puntualiza Bartolom¨¦ Bonet, que no se decide a emitirjuicio en torno a la posibilidad de establecer un control parlamentario sobre la actuaci¨®n de la Junta. Insiste, sin embargo, en que ya el decreto contempla el mecanismo de sanciones para los infractores de las disposiciones correspondientes en esta materia.

En cuanto a la propuesta planteada por el Sindicato Libre de la Marina Mercante (SLMM), en el sentido de que sean buques de la Armada los que transporten las armas y explosivos, para evitar a las tripulaciones civiles situaciones de conflicto, el se?or Bonet lo considera ?irrealizable, dadas las caracter¨ªsticas de los buques de guerra?. Y a?ade: ?Yo creo que si los trabajadores portuarios y las tripulaciones advierten que el comercio se realiza con garant¨ªas de control, muchos de sus resquemores desaparecer¨¢n. Sus otros problemas, falta de pluses de peligrosidad o ignorancia de la carga que transportan, etc¨¦tera, son competencia del Ministerio de Trabajo, y cuesti¨®n de que el capit¨¢n del barco les informe de lo que Revan a bordo. Este y el vista de Aduanas deben saberlo.?