Fuerte oposici¨®n al plan de Carter para reformar las agencias de espionaje

El sector conservador del Congreso norteamericano amenaza con frustrar los ambiciosos planes de la Administraci¨®n Carter para reformar el funcionamiento y responsabilidades de las agencias de inteligencia estadounidenses. Fuentes del legislativo revelaron ayer que pese a los esfuerzos presidenciales, al presidente Carter le pueden faltar varios votos para hacer pasar cualquier proyecto de ley.Aparte del giro hacia posiciones conservadoras adoptado por el nuevo Congreso, el plan presidencial cuenta tambi¨¦n con la oposici¨®n de los propios funcionarios y empleados de las agencias de espionaje, que han lanzado un concertado esfuerzo para dejar las cosas como est¨¢n. A carter tambi¨¦n le falta ahora el inicial apoyo que obtuvo de la opini¨®n p¨²blica, en un principio concienzada por la serie de revelaciones de los excesos cometidos en el pasado por la CIA y otros centros oficiales de espionaje.

El vicepresidente Walter Mondale, que coordina el esfuerzo presidencial, se ha visto obligado ya a rechazar un primer proyecto de reforma que con las miras muy limitadas, hab¨ªa sido presentado por un grupo especial de funcionarios seleccionado por la propia Administraci¨®n.

La reforma, seg¨²n los planes de Carter, afectar¨ªa a la Agencia Central de Inteligencia (CIA), a la secci¨®n de contraespionaje del FBI, a la Agencia Nacional de Seguridad y a otras menos conocidas, como la DIA (rama de espionaje del Pent¨¢gono) y la del Departamento de Estado. La necesidad de reformar sus funciones para una mayor coordinaci¨®n se hizo evidente hace cuatro a?os, al revelar el Congreso y la propia prensa los excesos cometidos en el desarrollo de su trabajo.

Entre estos ¨²ltimos hay que resaltar los esfuerzos realizados por la CIA para asesinar a dos jefes de Estado extranjeros, la entrega de fondos para financiar ilegalmente partidos y campa?as electorales en el extranjero y algunos casos de intervenci¨®n ilegal en asuntos internos norteamericanos.

Una de las dificultades apuntadas por algunos congresistas que apoyan el plan parece ser la propia redacci¨®n de un proyecto de ley que determine no s¨®lo el funcionamiento de las agencias, sino tambi¨¦n el nivel de responsabilidades para el caso de abusos como en el pasado.