La AFE, contra la normativa del Consejo
La Asociaci¨®n de Futbolistas -AFE- combatir¨¢ la disparatada normativa hecha p¨²blica ayer por el Consejo de Deportes -CSD- y que de entrar en vigor dejar¨ªa sin posibilidad de trabajo en el f¨²tbol espa?ol a varios jugadores que son de nacionalidad espa?ola, pero que por haber jugado en la de su pa¨ªs de origen no pueden hacerlo nunca en la selecci¨®n espa?ola.La AFE envi¨®, no hace mucho, un escrito al CSD, al Ministerio de Cultura y al presidente del Gobierno, en el que hac¨ªa ver los graves problemas que el abuso en la importaci¨®n de jugadores extranjeros hab¨ªa provocado en el f¨²tbol espa?ol, por lo que solicitaba una restricci¨®n en la importaci¨®n de jugadores for¨¢neos, aunque ped¨ªa al propio tiempo que se respetasen los derechos adquiridos de los hombres que ya se encuentran en nuestro f¨²tbol.
La AFE acompa?aba su escrito con el correspondiente informe, en el que se?alaba que actualmente est¨¢n actuando en el f¨²tbol profesional espa?ol trescientos jugadores procedentes del extranjero, lo que supone cerca de un 15%. De esos trescientos hombres, cincuenta aproximadamente son titulares en los clubs de Primera Divisi¨®n, y gozan del privilegio de ser los mejor pagados de nuestro f¨²tbol. Las cantidades que cobran los extranjeros multiplican por dos, tres o m¨¢s las que cobran los nacionales en sus mismos clubs, y han sido la causa determinante en la bancarrota a que han llegado muchos clubs.
Sin embargo, la AFE, pese a conocer el problema y la urgencia de una soluci¨®n, no est¨¢ conforme, seg¨²n han manifestado sus mentores, con la normativa de Castej¨®n, que encuentra disparatada en varios aspectos, especialmente en el que impide ejercer la profesi¨®n de futbolista en Espa?a a ciudadanos espa?oles, como son los casos de Kempes, Ayala, Wolff, Guerini, Arr¨²a, Carnevali, Rezza y varios m¨¢s.
El CSD ha puesto un exceso de celo en su deseo de proteger la promoci¨®n de los j¨®venes futbolistas espa?oles, y ha dado un patinazo may¨²sculo al dictar esta norma anticonstitucional. Pero dejando aparte el problema de estos ciudadanos espa?oles, sin duda el m¨¢s grave de cuantos plantea la aplicaci¨®n de esta normativa, hay muchas otras razones para rebatirla. El cerrar la libre circulaci¨®n de trabajadores entr e los pa¨ªses es algo que no parece ir con los tiempos, y el f¨²tbol espa?ol har¨ªa esto si prohibiese la importaci¨®n. Un criterio simplemente restrictivo o selectivo parece la ¨²nica soluci¨®n viable. Inglaterra ha tenido que adoptar esta soluci¨®n tras fracasar en su intento de cerrar las fronteras. Italia, que las ten¨ªa cerradas, ha tenido que anunciar que las abrir¨¢ a final de esta temporada, por presi¨®n de los restantes pa¨ªses de la CEE, que entend¨ªan que estaba vulnerando la norma de libre circulaci¨®n de trabajadores dentro de la misma. Espa?a se ha pasado mucho en un sentido y desea ahora pasarse igualmente mucho en el otro.
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