Que ha venido Ramonc¨ªn
Estaba yo en la peluquer¨ªa, marc¨¢ndome un poco la melena, y en esto que llega Ramonc¨ªn:-?Te est¨¢s poniendo guapa, Umbral?
Se sienta a esperarme y el peluquero me susurra:
-Oiga, ese punk no ir¨¢ a orinarse en la l¨¢mpara. Esta es una casa fina y...
Nos vamos donde Salud a tomar unos vinos. A Ramonc¨ªn le gusta el sitio:
-Me gustan los sitios como ¨¦ste, tranquilos y molones.
Salud, muy nerviosa, quiere una foto de Ramonc¨ªn:
-Tendr¨¢s que conformarte con un aut¨®grafo, t¨ªa.
Ramonc¨ªn ha venido a traerme su libro de versos, Animal de ojos ca¨ªdos, para que le ponga un pr¨®logo. Ramonc¨ªn trae el pelo corto y en tufo sobre la frente. Ramonc¨ªn trae Cazadora y zapatillas de baloncesto. Ramonc¨ªn pica un poco de tortilla y se toma un vino:
-Nada, Paco, que nos vamos a Estados Unidos, yo ya estuve all¨ª a?o y medio, lo m¨ªo no pega por la parte de California, all¨ª todav¨ªa andan los hippies, lo m¨ªo es para Nueva York, en Nueva York estuve mes y medio limpiando zapatos hasta que tuve dinero para venirme. Pero no veas lo que es este pa¨ªs, o sea los pueblos, que el otro d¨ªa por la parte de Arag¨®n se presenta un t¨ªo desnudo en el recital, y otro que iba con la navaja preparada para cuando yo le orinase, eso ya es masoqueo, macho, ese t¨ªo es un masoca, a ver si no, esperando all¨ª que yo le orine, yo qu¨¦ le voy a orinar, para sacar la navaja, que luego se liaron todo el pueblo, dentro del teatro, con el que andaba desnudo, usted aqu¨ª no puede estar desnudo, pues no pone ning¨²n cartel que diga que no puedo estar desnudo, y se mataban los primos y los t¨ªos, y otros esperando que yo tirase huevos, qu¨¦ man¨ªa con los huevos, hasta que viene uno y me dice: ?Esto de los huevos se va a acabar, porque usted y yo les vamos a cortar el culo a todas las gallinas.?
Ramonc¨ªn, ni?o solo, trae su arandelita en la oreja derecha y se toma la tortilla con buen apetito:
-A la vuelta de Estados Unidos canto en Barcelona y en Madrid.
?Animal de ojos ca¨ªdos, hombre de pelo negro, mentiroso, suicida y homicida, naciste en la ciudad, oh, marica de terciopelo... Marica de terciopelo, polvoriento, sutil y retorcido, urbanita enamorado, Balzac de segundo orden, on¨ªrico contagioso.? Me cuenta Ramonc¨ªn una historia de Vallecas: hab¨ªa un chico que pinchaba ruedas a los coches. Un se?or con escopeta le esper¨® noche tras noche. Cuando por fin lleg¨® a su coche, el se?or de la escopeta, que le ten¨ªa bien apuntado, le dispar¨® y le mat¨®. Una vida por un neum¨¢tico. Ramonc¨ªn ha hecho su poema:
?Muri¨® en el barrio, le dispararon, una sucia bala acab¨® con ¨¦l. Se llamaba Chuli, naci¨® en la calle y la calle le vi¨® morir. El fr¨ªo le mantuvo vivo hasta la ma?ana y, en la ma?ana el Chuli muri¨®.? Son historias del libro negro de Vallecas. Historias de ahora mismo.
Pero est¨¢, sobre todo, el poema No tengas tanta cara (dedicado al cheque al portador): ?Sales pidiendo a la calle, quej¨¢ndote de la vida, no das un palo al agua, te pasas sobando el d¨ªa. Tendr¨¢s que buscarte un curro, no tengas tanta cara, olv¨ªdate de los porros, no tengas tanta cara. Te gusta vivir de gorra d¨¢ndole el queo a tu tronca, te gusta tirarte el rollo bailando en el Chachapoga. ?Quieres dar un braguetazo? Cambia la chupa de cuero, c¨®rtate el tomo a navaja, vete a ponerte moreno. Soplar¨¢s cuchara caliente, llevar¨¢s un terno italiano, chanar¨¢s un rato de cine y tendr¨¢s la pasta en tu mano. Saldr¨¢s cogido de ella, seguido de mayordomos, tendr¨¢s el buga en la puerta, tendr¨¢n tu vida en las manos.?
-?No te parece que este libro puede ser un buen bisines?
-S¨ª, Ramonc¨ªn, puede ser un buen bisines.
Y Ramonc¨ªn se va, ni?o solo y ast¨¦nico, aterido bajo la lluvia, dentro de su cazadora y sus zapatillas de baloncesto. Pero me deja su ¨²ltima palabra de masoca de las calles, de poeta punk, de ¨¢crata bello: ?Seremos f¨¢cilmente destruidos como frascos de perfume.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.