Profunda impresi¨®n por el discurso del Monarca

El discurso pronunciado por el Rey de Espa?a, que en virtud del art¨ªculo 62 de la Constituci¨®n ejerce el mando supremo de las Fuerzas Armadas, ha causado una profunda impresi¨®n en los medios civiles y militares. Fuentes gubernamentales consultadas por EL PA?S resaltaron su importancia, as¨ª como la satisfacci¨®n que les causaba. Otras fuentes pol¨ªticas han puesto igualmente de manifiesto la importancia de las palabras del Monarca.

El acto tuvo lugar en el palacio de Oriente, adonde llegaron los Reyes sobre las once de la ma?ana. Tras los honores de ordenanza, penetraron en el interior del palacio, donde aguardaban el presidente del Gobierno, Adolfo Su¨¢rez, el Gabinete en pleno, los presidentes de las diputaciones permanentes del Congreso y del Senado, el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, el Consejo de la Grandeza de Espa?a y el Consejo del Patrimonio Nacional. El Rey se entrevist¨® durante cinco minutos, privadamente con el presidente del Gobierno, en una sala aneja al sal¨®n del Trono. Igualmente, permaneci¨® durante quince minutos departiendo con los ministros. Un miembro del Gabinete manifest¨® a EL PA?S que don Juan Carlos se mostraba relajado y afectuoso.Tres ministros llegaron al palacio de Oriente con un ligero retraso: el vicepresidente segundo y ministro de Econom¨ªa, Fernando Abril, y los titulares de Trabajo y de Relaciones con las Comunidades Europeas, se?ores Calvo Ortega y Calvo Sotelo, respectivamente. Una vez que hubieron saludado al Rey y presentado sus excusas, el Gabinete en pleno, presidido por Adolfo Su¨¢rez, penetr¨® en el sal¨®n del Trono y se situ¨® a la derecha de don Juan Carlos. Las representaciones de los tres Ej¨¦rcitos y de las fuerzas de orden p¨²blico se encontraban ya alineadas enfrente. Integraron dicha representaci¨®n comisiones del Alto Estado Mayor, presidida ¨¦sta por el titular de la Junta de Jefes de Estado Mayor, teniente general de Aviaci¨®n Ignacio Alfaro Arregui; del Ej¨¦rcito de Tierra, presidida por el general jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito, teniente general Tom¨¢s de Liniers y Pidal; de la Armada, presidida por el almirantejefe del Estado Mayor de la Armada, almirante Luis Ar¨¦valo Pelluz; del Ej¨¦rcito del Aire, presidida por el general jefe del Estado Mayor del Aire, teniente general Jos¨¦ Alfaro Arregui; del Consejo Supremo de Justicia Militar, presidida por el general consejero togado Ricardo Mu?oz Gasc¨®n; del N¨²cleo de Defensa, presidida por el subsecretario de Defensa, vicealmirante Angel Liberal Luc¨ªni; de la Guardia Civil, presidida por su director general, teniente general Carlos Oliete S¨¢nchez; de la Polic¨ªa Nacional, presidida por el inspector general, general de brigada Dionisio Bartret Aires, y de la Hermandad de Retirados, presidida por el coronel de Ingenieros Felipe P¨¦rez Alonso. En las comisiones figuraron tambi¨¦n representantes de la clase de tropa, de los tres Ej¨¦rcitos, de la Polic¨ªa Armada y de la Guardia Civil.

El acto se inici¨® con las palabras del vicepresidente primero y ministro de Defensa, teniente general Manuel Guti¨¦rrez Mellado. Seguidamente el Rey pronunci¨® su discurso, que finaliz¨® con las palabras: ?Gritad conmigo: Viva Espa?a?, un¨¢nimemente coreadas por los asistentes al acto. Una voz grit¨®: ?Viva el Rey?, y fue respondida por otro ?Viva? un¨¢nime.

A continuaci¨®n los Reyes fueron felicitando, uno a uno, a todos los representantes de las Fuerzas Armadas y de Orden P¨²blico. En contra de lo habitual en esta celebraci¨®n, no se ofreci¨® una copa de vino, ya que se quiso respetar el ¨¢nimo de duelo.