URSS-Espa?a: nueva etapa de cooperaci¨®n
Director de la agencia No Yosti (APN) en Espa?aNo se exagera al afirmar que, en general y en los ¨²ltimos a?os, las relaciones entre los pa¨ªses europeos est¨¢n presididas por los acuerdos de la Conferencia de Helsinki. Al pie del acta final de la Conferencia de Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa se encuentran las firmas, entre las de m¨¢s de treinta pa¨ªses, de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y de Espa?a. Aunque ambos pa¨ªses se encuentran en extremos opuestos, dentro del mismo continente, y tienen distintos sistemas pol¨ªticos, econ¨®micos y sociales -la URSS es un pa¨ªs socialista y Espa?a es una Monarqu¨ªa Parlamentaria los pueblos de ambos pa¨ªses aspiran a convivir en paz y en aumentar sus relaciones y conocimiento mutuo.
Desde la URSS se ha seguido con especial inter¨¦s y atenci¨®n -y se ha valorado positivamente- el proceso democratizador logrado en Espa?a en tan corto per¨ªodo de tiempo, tan firmemente impulsado por la Monarqu¨ªa de don Juan Carlos, por el Gobierno espa?ol presidido por Adolfo Su¨¢rez, por todas las fuerzas progresistas y democr¨¢ticas, por las clases trabajadoras y, en general, por el pueblo espa?ol, principal protagonista de este esperanzador cambio.
Pasados ya tres a?os de la desaparici¨®n del general Franco, Espa?a ha realizado un avance notable: de un sistema autocr¨¢tico ha devenido en un sistema de democracia burguesa. Se han legalizado los partidos pol¨ªticos, autorizado los sindicatos, realizadas las elecciones generales y en v¨ªsperas inmediatas de unas pr¨®ximas generales y municipales cuya importancia no hay que desde?ar. Aprobada por una aplastante mayor¨ªa la nueva Constituci¨®n.
La Espa?a democr¨¢tica est¨¢ recuperando su importante puesto en la palestra internacional. En la Uni¨®n Sovi¨¦tica encuentra comprensi¨®n la concepci¨®n de la pol¨ªtica exterior del Gobierno de Espa?a, conforme a la cual el pa¨ªs se manifiesta por la profundizac¨ª¨®n del complejo proceso de distensi¨®n y por la aspiraci¨®n a pasar de la ?simple coexistencia pac¨ªfica a una etapa de cooperaci¨®n entre los pueblos de Europa?; por otro lado, la URSS no pudo despreciar el hecho de que el nuevo Gobierno espa?ol promovi¨® de inmediato, como una de sus primeras tareas, su aportaci¨®n, en la medida de lo posible, a la realizaci¨®n de medidas eficientes tendentes al desarme. Esta nueva actitud, consustancial al proceso democr¨¢tico, ha posibilitado el establecimiento de relaciones diplom¨¢ticas con los pa¨ªses del ¨¢rea socialista.
Haciendo un balance de dos a?os escasos de relaciones diplom¨¢ticas se puede apreciar el fruct¨ªfero camino recorrido: un auge notable de los contactos a los m¨¢s diferentes niveles, un creciente intercambio de delegaciones y diversa colaboraci¨®n en los campos de la econom¨ªa, comercio, t¨¦cnica, cultura, ciencia, deportes, etc¨¦tera.
Estos contactos se han ido reforzando paulatinamente con las visitas mutuas realizadas por destacados estadistas. Dentro de este apartado habr¨ªa que subrayar las cada vez m¨¢s frecuentes visitas que representantes de medios informativos de ambos pa¨ªses est¨¢n realizando, y que aproximan el conocimiento entre ambos pueblos. Por parte sovi¨¦tica visitaron Espa?a el director del diario Pravda -el de mayor tirada del mundo-, Victor Afanasiev; el presidente de la agencia de prensa Novosti (APN), Lev Tolkuriov, y m¨¢s reciente mente, la nutrida delegaci¨®n oficial de la prensa sovi¨¦tica, encabezada por el director del diario Rusia Sovi¨¦tica, Mihail Nenashev. Y por parte espa?ola, nos visitaron el presidente de la agencia Efe, Luis Mar¨ªa Ans¨®n; el director de EL PA?S, Juan Luis Cebri¨¢n -que tan amablemente nos ha ofrecido su espacio para estas modestas l¨ªneas-, y otros notables periodistas.
Al echar un vistazo a este corto per¨ªodo de relaciones mutuas, podemos decir que objetivamente existen amplias posibilidades para desarrollar en el provecho rec¨ªproco las relaciones entre ambos pueblos. En este sentido queremos resaltar la importancia que en este campo tiene la pr¨®xima visita del ministro de Asuntos Exteriores espa?ol a la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
En Mosc¨² se espera de esta visita un evidente impulso a la cooperaci¨®n sovi¨¦tico-espa?ola en muchos terrenos de inter¨¦s rec¨ªproco. A pesar del corto espacio de tiempo de estancia del se?or Oreja en Mosc¨², conflamos en su apreciaci¨®n sobre la particular labor que est¨¢ realizando el pueblo sovi¨¦tico -en estos momentos tambi¨¦n en v¨ªsperas de elecciones para el Soviet Supremo de la URSS- bajo la direcci¨®n de su partido, en la construcci¨®n de la nueva sociedad. La delegaci¨®n espa?ola llega en pleno invierno ruso, el fr¨ªo es especialmente intenso este a?o, pero no dudamos que quedar¨¢ suavizado por el calor que el pueblo sovi¨¦tico pondr¨¢ en su recibimiento.
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