Transportes de Barcelona fue la cuarta empresa nacional en p¨¦rdidas en 1977

La cuarta empresa espa?ola en cuanto al valor total de sus p¨¦rdidas para el a?o 1977 fue Transportes de Barcelona, SA (sociedad privada municipal), titular de los transportes de superficie de Barcelona. Le preceden en este triste ranking ¨²nicamente Renfe, Ensidesa y Hunosa. En el balance de 1978, las p¨¦rdidas de la misma son ahora oficialmente de 5.200 millones de pesetas, mientras que otras fuentes, tambi¨¦n oficiales, creen que puede llegar en realidad a ser de cerca de 7.000 millones. La mala administraci¨®n, la pervivencia del b¨²nker franquista en la direcci¨®n de la empresa, los intentos de reforma de Jos¨¦ Mar¨ªa Soc¨ªas, la inminencia de una huelga (convocada ya para el d¨ªa 1 de febrero), el deseo de los trabajadores de que se forme una comisi¨®n gestora pluripartidista y el cese del director de la empresa configuran una serie de art¨ªculos a cargo de Alfons Quint¨¢.

El dimitido alcalde de Barcelona, Jos¨¦ M. Soc¨ªas Humbert, orden¨® meses atr¨¢s que se efectuara una auditor¨ªa de la empresa municipal Transportes de Barcelona. Su resultado son once densos vol¨²menes que fueron inmediatamente remitidos a la fiscal¨ªa de la Audiencia de Barcelona. El fiscal contest¨® afirmando creer que no exist¨ªa materia de car¨¢cter criminal. Ello, no obstante, la lectura de la auditor¨ªa sugiere diversas y graves ilicitudes, quiz¨¢ de otro orden. Por otro lado, EL PAIS obtuvo otros documentos, a¨²n in¨¦ditos, de no menor importancia.En todo caso, son tres los grandes aspectos que configuran un tema sin parang¨®n en el resto de Espa?a: la gesti¨®n del hasta ahora director de la empresa municipalizada, Emilio Alberto Hap Dubois (cesado por Soc¨ªas), la asunci¨®n por los Transportes Barceloneses de la empresa privada Urbas y la forma de venta de las cocheras situadas en la zona de Sarri¨¢. En general, dichas operaciones, poseen el timbre propio de los diecis¨¦is a?os en que Porcioles fue alcalde de Barcelona, ¨¦poca en la cual muchas fortunas privadas incrementaban paralelamente al aumento del endeudamiento municipal.

Origen de los transportes barceloneses.

Fue en 1925 cuando cuatro bancos acordaron crear la Compa?¨ªa de Tranv¨ªas de Barcelona, SA. Cinco a?os antes hab¨ªa sido creada la compa?¨ªa del Metro. Ambas eran totalmente independientes. Ahora est¨¢n municipalizadas, pero su gesti¨®n es independiente entre s¨ª. La antigua Compa?¨ªa de Tranv¨ªas, SA, fue municipalizada en 1957, despu¨¦s de que entre el final de la guerra civil y aquella fecha se hubiese seguido la pol¨ªtica de municipalizar sus p¨¦rdidas. Su nombre actual es Transportes de Barcelona, SA (Sociedad Privada Municipal), y su objeto son los transportes de superficie -es decir los autobuses- de Barcelona, pero tambi¨¦n de parte de su entorno. En efecto, aproximadamente un 25% de sus l¨ªneas sobrepasan el t¨¦rmino municipal de Barcelona.

Las p¨¦rdidas anuales de los transportes de superficie de Barcelona fueron, en 1976, de 2.250 millones de pesetas, para pasar a 3.660 millones en 1977 y estar estimados en unos 7.000 millones para 1978.

Tales p¨¦rdidas no deben ser excusadas en base a ning¨²n fatalismo, de uso muy com¨²n cuando se trata de servicios p¨²blicos. En este sentido es procedente reproducir y suscribir lo que afirma la auditor¨ªa ordenada por Soc¨ªas, cuando compara la empresa barcelonesa con la Empresa Municipal de Transportes de Madrid.

?En Espa?a -afirma la auditor¨ªa- coexisten una compa?¨ªa municipalizada de transportes p¨²blicos, en una ciudad superior al mill¨®n de habitantes -Madrid-, que ofrece un transporte urbano de pasajeros cuyo coste en 1976 fue de 60,22 pesetas por kil¨®metro recorrido y otra compa?¨ªa de transporte urbano, tambi¨¦n municipalizada y para una ciudad tambi¨¦n superior al mill¨®n de habitantes -Barcelona-, cuyo coste por kil¨®metro recorrido en el mismo a?o fue de 110,48 pesetas. Dicho de otra manera, esta conclusi¨®n se traduce en que si la estructura de la sociedad privada municipal de Barcelona en el a?o 1976 hubiese sido similar a la de la empresa a la que se compara, se habr¨ªa reducido el d¨¦ficit de explotaci¨®n de 2.251 millones de pesetas a 358 millones, o lo que es lo mismo, las arcas municipales se hubiesen podido ahorrar 1.893 millones de pesetas, y ello sin tener en cuenta que la gesti¨®n econ¨®mica de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid, no debe considerarse como ¨®ptima en relaci¨®n con otras empresas privadas que act¨²an en el ramo.

El equipo auditor ha podido comprobar que empresas privadas dedicadas al transporte urbano en Espa?a, para ese a?o, ten¨ªan un coste por kil¨®metro de transporte ofrecido, inferior a las treinta pesetas.

Esta situaci¨®n no crea ¨²nicamente un problema local, por cuanto que los d¨¦ficits indicados no son de un orden que pueda ser resuelto por el municipio de Barcelona, cuyo endeudamiento, adem¨¢s, es ya de unos 12.000 millones de pesetas, cantidad que curiosamente, coincide bastante aproximadamente con el d¨¦ficit conjunto, para 1978, de los autobuses y el Metro barcelon¨¦s. As¨ª, el pasado mes de julio el Estado tuvo que conceder una ayuda especial, de 3.700 millones, para sufragar parte del d¨¦ficit de los transportes de Barcelona, al tiempo que establec¨ªa una l¨ªnea especial de cr¨¦dito p¨²blico por un montante inicial de 4.000 millones. En los pr¨®ximos art¨ªculos expondremos algunas de las inefables maneras de gastar el dinero que ha caracterizado, hasta fecha reciente, a la empresa municipal de transportes de superficie de Barcelona.