Christo
El desarrollo de una invenci¨®n ¨²nica es siempre un arma de doble filo. Permite, por una parte, un aparente ?progreso? en el campo de creaci¨®n elegido por el artista, pero toparemos a menudo con el fantasma del amaneramiento. Lo que se supone nivel de mayor complejidad puede ser remozado maquillaje de lo mismo. El trabajo de Christo desde finales de los cincuenta se ha centrado, en lo fundamental, en una sola l¨ªnea de investigaci¨®n: la del escamoteo. Este puede estar referido a la forma, como en sus m¨¢s frecuentes embalajes, o directamente a la funci¨®n, como en sus escaparates y puertas de mediados de los sesenta. Pero casi siempre la intervenci¨®n del artista rumano sobre el objeto (real o creado) ha consistido en establecer un muro entre el espectador y el elemento que se le propone a la visi¨®n. Resultan ejemplares, en este sentido, tanto su Rideau de fer (1962), de la rue Visconti, que vea la calle como lugar de tr¨¢nsito, o la Valley Curtain (1971), de Rifle Gap, en la que la cortina escamoteaba el paisaje. Como apuntaba Lawrence Alloway en su monograf¨ªa sobre Christo, no parece tan obvio el t¨®pico que hace surgir estos trabajos de Lenigme D'Isidore Ducasse. En el caso de Man Ray el contorno del envoltorio sugiere una situaci¨®n de misterio, pues ignoramos qu¨¦ se oculta bajo ¨¦l, qu¨¦ objeto le infiere esa forma. En los trabajos de Christo conocemos ese objeto, punto de partida de la obra. El artificio superpuesto por el artista tan s¨®lo nos aleja de ese objeto que adquiere para el espectador una situaci¨®n ambigua, de presencia y ausencia a un tiempo. El objeto se encuentra ante ¨¦l, pero no puede verlo. Algo as¨ª como la frustraci¨®n del burro ante quien sostiene la zanahoria siempre dos palmos frente al hocico.Pero si el trabajo de Christo se hubiese mantenido s¨®lo en estos t¨¦rminos, todo hubiera estado dicho ya en sus primeros envoltorios, pertenecientes a la ¨¦poca en que el artista se hallaba vinculado, junto a gente como Tinguely, Spoerri, Raysse o Arman, el Nouveau R¨¦alisme de Restamy. El resto ser¨ªa reiteraci¨®n del chiste, puro amaneramiento. La salvaci¨®n le ha llegado por un continuo aumento de escala que ha llevado el problema a campos muy distintos. Del bote a la moto de ¨¦sta al ¨¢rbol o el Volkswagen y de ¨¦stos a un monumento urbano o un acantilado australiano, el proceso ha crecido ininterrumpidamente. A mi juicio, esto no s¨®lo ha supuesto una renovaci¨®n del repertorio, sino que ha conferido real inter¨¦s a lo que, en un principio, no pasaba de peque?a boutade conceptual. Sus proyectos de intervenci¨®n urbana se centran en la elecci¨®n de un monumento ?definitorio? de la ciudad que ha de ser empaquetado. S¨ªmbolo de la ciudad seg¨²n los standars tur¨ªsticos, su escamoteo supondr¨ªa (tomando la parte por el todo) una p¨¦rdida de identidad para la propia ciudad. La acci¨®n de Christo le permite adue?arse del espacio global superponiendo su signo al signo ?central? de la localidad. La ciudad ser¨¢ y no ser¨¢, a la vez, la misma con una ambig¨¹edad que el propio car¨¢cter ef¨ªmero de la nueva obra tiende a reforzar. Pero son los trabajos m¨¢s colosales de Christo (Valley Curtain, Wrapped coast) los que resultan m¨¢s ricos conceptualmente. En ellos, lo desproporcionado del tema viene a sumar a los problemas de escamoteo y eventualidad una complejidad t¨¦cnica que, en su contradicci¨®n frente a la carencia de finalidad pr¨¢ctica, refuerza el sentido de derroche inherente a la creaci¨®n art¨ªstica.
Galer¨ªa Skira
Ortega y Gasset, 23
Empaquetado de monumentos
Viene motivada esta cr¨®nica por una peque?a exposici¨®n que re¨²ne, principalmente, proyectos,(dibujos, collages y litograf¨ªas) de Christo para los monumentos de Col¨®n, en Barcelona, y Victor Manuel, en Mil¨¢n. Sirven ¨¦stos como documentaci¨®n sobre el ?trabajo real? del artista, esto es, el empaquetado de dichos monumentos. Mientras ello no ocurre, la obra no pasa del nivel de boceto, no existe sino como idea. Parece ser que esta exposici¨®n no es m¨¢s que una especie de aperitivo a la venida de Christo en primavera con la intenci¨®n de empaquetar la puerta de Alcal¨¢. Depender¨¢ de la autoridad municipal el que podamos verlo y la cosa no quede archivada en el caj¨®n de los buenos prop¨®sitos. Veremos si por esta vez la Administraci¨®n demuestra estar a la page cayendo en la cuenta de que el arte contempor¨¢neo es algo m¨¢s que Vaquero Turcios. Confiar en que as¨ª se sea puede ser cuesti¨®n de fe.Y la fe, sabemos, puede mover monta?as; bien pudiera empaquetarlas.
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