Desalojados cien chabolistas de la Delegaci¨®n de la Vivienda

Entre cien y 150 personas pertenecientes a la Coordinadora de Chabolistas permanecieron durante m¨¢s de tres horas, en la ma?ana de ayer, encerrados en la Delegaci¨®n Provincial de la Vivienda, esperando entrevistarse con el delegado, Luis Laorden.Cuando al fin accedi¨® a recibir una comisi¨®n, el se?or Laorden expuso claramente que o abandonaban el recinto o mandar¨ªa desalojar a la fuerza. Ante la disyuntiva, los vecinos decidieron salir del edificio, con la sola promesa de que el delegado provincial les recibir¨ªa hoy.

Mediante su encierro, los chabolistas protestaban por las continuas irregularidades en la adjudicaci¨®n de viviendas. De las 1.504 viviendas construidas en Aranjuez, de las que se les hab¨ªan prometido veintis¨¦is, ahora s¨®lo se les ofrece trece. Igualmente, aunque en un principio se les dijo que unas ochenta viviendas de las que ha construido Visomsa en Aluche y Carabanchel, en las pasadas jornadas contra el chabolismo el se?or Laorden se desminti¨® y expuso que a¨²n no hab¨ªa cifras concretas aseguradas.

En las mismas jornadas, el delegado provincial explic¨® que las protestas de los vecinos de Aranjuez hab¨ªan provocado que se les asignara 1.200 viviendas, con lo que s¨®lo quedar¨ªan trescientas para repartir entre los distintos barrios de Madrid. De esas trescientas, un cupo de cien est¨¢ reservado a miembros de la Guardia Civil y de la Polic¨ªa Armada.

Tambi¨¦n en el caso de las construidas por Visomsa, un grupo importante se adjudicar¨¢ a miembros de las fuerzas de orden p¨²blico, otras 146 se reservan para los empleados de la caja de ahorros y el Ayuntamiento tiene adjudicadas otro grupo para sus funcionarios. De esa forma, exponen los chabolistas, las declaraciones demag¨®gicas de la delegaci¨®n provincial se revelan como tales, ya que est¨¢n facilitando informaci¨®n y promesas dirigidas a calmar los ¨¢nimos de los chabolistas, cuando en la realidad las pocas viviendas construidas se reducen despu¨¦s al destinarlas a personas que, salvando posibles casos aislados, no parece que tengan una necesidad tan perentoria como la suya.