Aplazado el viaje del rey don Juan Carlos a Marruecos

El rey de Espa?a, don Juan Carlos, puede suspender sine die su visita oficial a Marruecos, prevista en un principio para despu¨¦s de las elecciones, ante la actitud de las autoridades marroqu¨ªes de no respetar sus compromisos pol¨ªticos con Espa?a en el sector pesquero. Por otra parte y a la espera de que el Gobierno de Rabat de explicaciones sobre los ¨²ltimos cinco apresamientos de pesqueros espa?oles, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha solicitado al departamento de Defensa la presencia de alg¨²n gran buque de guerra espa?ol por aguas del estrecho de Gibraltar.En medios diplom¨¢ticos de Par¨ªs y Madrid se especula con la salud del rey Hassan II, de quien se dice que durante su reciente visita a la capital francesa fue sometido a intensos cuidados y observaciones m¨¦dicas, aquejado, al parecer, de una seria enfermedad. La enfermedad del monarca, sumada a la presi¨®n estudiantil interior y a la que ejerce el partido Istiqlal en los ¨²ltimos meses, parecen estar en la base de las causas pol¨ªticas que han llevado a Marruecos a proceder a la captura de buques pesqueros espa?oles en las ¨²ltimas semanas, violando los acuerdos verbales establecidos con el Gobierno espa?ol y buscando, quiz¨¢, un desv¨ªo de la atenci¨®n marroqui sobre Ceuta y Melilla. Tambi¨¦n la celebraci¨®n del tercer aniversario de la Rep¨²blica Arabe Saharaui Democr¨¢tica (RASD), que no asisti¨® UCD, y la presencia del sha de Persia en territorio marroqu¨ª se incluyen en el haber de la actitud de Rabat para con los pesqueros espa?oles.

En la actualidad son cinco los barcos retenidos por Marruecos, dos en Alhucemas -los capturados en las proximidades de Melilla- y tres en Agadir. Hace s¨®lo unos d¨ªas los Gobiernos de Espa?a y Marruecos llegaron a un nuevo compromiso verbal sobre los permisos de pesca de los buques espa?oles en aguas marroqu¨ªes, lo que permiti¨® la liberaci¨®n de numerosos barcos apresados, aunque no el levantamiento de las multas. Las nuevas capturas de barcos suponen, de nuevo, la ruptura del acuerdo t¨¢cito hispano-marroqu¨ª y la incertidumbre para la flota pesquera.

En medios oficiales espa?oles ha provocado desconcierto esta actitud de Rabat y se esperan explicaciones oficiales. Explicaciones que hasta ahora no han sido dadas. Tan solo unas declaraciones del embajador de Rabat en Madrid, que insisten en afirmar que estas acciones carecen de intencionalidad pol¨ªtica. A la vista de estos hechos, fuentes diplom¨¢ticas parecen confirmar la idea de que ha sido suspendido sine die el proyectado viaje del rey don Juan Carlos a Marruecos, previsto para despu¨¦s de las elecciones -finales de marzo o principios de abril-, mientras que en medios pr¨®ximos al Gobierno se estudia la posibilidad de enviar inmediatamente un buque de guerra a la zona del estrecho (normalmente suele haber un barco, de guerra espa?ol en las proximidades del puerto de Melilla, pero durante los ¨²ltimos apresamientos este barco no se encontraba en dicha zona). Asimismo, en estos medios y ante los apresamientos de Melilla -que a¨²n no se sabe con certeza si ocurrieron en aguas espa?olas, ?Espa?a apenas tiene aguas territoriales en Melilla?, se nos dice- creci¨® la inquietud ante la preocupaci¨®n de la poblaci¨®n de Melilla y sus posibles efectos en las elecciones del 1 de marzo.

De todas maneras, la crisis pesquera hispano-marroqu¨ª est¨¢ hoy centrada en tres puntos: 1. El Gobi¨¦rno espa?ol no respeta el acuerdo firmado y pendiente de ratificaci¨®n del Parlamento de Rabat al no entregar a Marruecos la lista exacta de los barcos que tienen licencias, para permitir que pesquen m¨¢s. 2. El Gobierno espa?ol no informa seriamente a los pescadores espa?oles de las dificultades del sector y se acoje a acuerdos verbales -quiz¨¢ para atravesar las elecciones- que Marruecos utiliza y rompe a placer. 3. Rabat debe ratificar el acuerdo pesquero y clarificar su posici¨®n definitiva sobre la pesca en sus aguas.