Canorea deposit¨® 33 millones de fianzas en la Diputaci¨®n

Diodoro Canorea deposit¨® ayer, a mediod¨ªa, en la Diputaci¨®n Provincial de Madrid, la fianza de 33 millones de pesetas a que le obliga su condici¨®n de adjudicatario de la plaza de Las Ventas. Entre los d¨ªas 20 y 22 pr¨®ximos se firmar¨¢ el contrato de arrendamiento del coso, ante notario, y tendr¨¢ entonces que entregar el aval por los 161 millones de pesetas con que puj¨® en la subasta.

Los tumores que hab¨ªa ayer en Madrid hasta el mismo momento en que Canorea deposit¨® la fianza eran que no dispon¨ªa del dinero suficiente para afrontar todos los gastos iniciales y de canon, que suman cerca de los doscientos millones de pesetas. Por eso, cuando se supo que Canorea hab¨ªa hecho el dep¨®sito en la Diputaci¨®n, la sorpresa fue general. Y ahora ya se le tiene como empresario efectivo de Las Ventas.Falta por saber cu¨¢ndo empezar¨¢ la temporada. Seg¨²n el pliego de condiciones, es ?no m¨¢s tarde del 15 de marzo?, por lo cual ya se est¨¢ produciendo el primer retraso.

Seg¨²n el vicepresidente de la Diputaci¨®n, Leopoldo Matos, Canorea tiene que montar festejos a partir del pr¨®ximo d¨ªa 18 y si es as¨ª, el nuevo empresario debe iniciar las gestiones para organizar la temporada. cosa que al parecer no ha hecho durante el mes largo que ha transcurrido desde que gan¨® la subasta pues ese tiempo lo ha dedicado. seg¨²n todos los indicios, a reunir un dinero del que no dispon¨ªa cuando puj¨®.

En este caso, lo que ha hecho Canorea es, sencillamente, una operaci¨®n especulativa de amplio trasfondo. Es evidente que los empresarios natos que acud¨ªan con recursos propios, aunque pujaron alto quedaron muy por debajo de las cantidades-punta de la subasta.Los m¨¢s audaces fuercin, precisamente. Mart¨ªn Berrocal, que no es empresario taurino en sentido estricto, y Diodoro Canorea, que, por lo visto. no pon¨ªa en juego dinero de su propiedad. Todo lo cual es muy significativo debe servir de referencia para sucesivas subastas, que de ninguna. rianera pueden convertirse en una aventura, como ha ocurrido (y a¨²n puede ocurrir en los pr¨®ximos meses) con este episodio de Las Ventas.

Toda la peripecia de los din eros que pod¨ªa tener o no Canorea nos ha obligado a hacer periodismo de sucesos, o poco menos; en la Diputaci¨®n se ha vivido una gran inquietud por lo que pod¨ªa suceder, y el taurinismo ha permanecido alerta durante un mes cuajado de noticias contradictorias. Sabemos de un empresario ?de los grandes? (no se trata de Jard¨®n y su sociedad) que lo ten¨ªa todo dispuesto para hacerse cargo, con car¨¢cter de urgencia de la organizaci¨®n de la temporada madrile?a, ante la previsi¨®n de que Canorea no llegar¨ªa a depositar la fianza.

Y luego est¨¢n los aficionados, a quienes nadie ha parecido tener en cuenta los cuales desconocen, como nos ocurre a nosotros, c¨®mo va a ser la fiesta de toros en Madrid a partir de ahora. Esperemos que peor no.

La anterior empresa ya ha retirado del coso todas sus pertenencias, incluidoslos trajes de alguacilillos y monosabios arreos de las mulillas, lona, etc¨¦tera, y ha rescindido los contratos de suministro de luz y agua. Por su parte, la Diputaci¨®n ha efectuado obras de reparaci¨®n y acondicionamiento de la plaza, preferentemente en algunos tendidos y en los patios de cuadrillas y arrastre.