"Los pescadores de perlas" en La Zarzuela

La programaci¨®n de Los pescadores de perlas por la Compa?¨ªa de Opera Popular era tan arriesgada como encomiable. Arriesgada porque es obra de dif¨ªcil defensa a causa de la pobreza de su acci¨®n, de la falta de ritmo interno y, adem¨¢s, porque exige mucho de los tres protagonistas, cuya importancia es tan grande o mayor que la de labor del conjunto. No obstante, la inclusi¨®n se justificaba no s¨®lo por la infrecuencia de la obra, sino porque la partitura est¨¢ llena de invenci¨®n mel¨®dica traducida con la sensibilidad orquestal caracter¨ªstica de Bizet, y por el encanto de su decimon¨®nico exotismo, tan franc¨¦s que deja en buen lugar el espa?olismo de Carmen.Digamos de entrada que la representaci¨®n tuvo absoluta dignidad en todo momento. Juan Porras encarn¨® con buen hacer el papel de Nadir, a pesar de que el personaje no le va ni por voz (de timbre muy ligero) ni por temperamento; no obstante, se mostr¨® muy musical en su romanza del primer acto y su actuaci¨®n, si olvidamos lo teatral, fue muy meritoria.

Paloma P¨¦rez I?igo, que mejor¨® ostensiblemente a lo largo de la obra, mostr¨® una extraordinaria capacidad para meterse en el personaje. A partir del segundo acto cant¨® con gran calidad vocal y buena afinaci¨®n muy bien el d¨²o con Nadir Ton coeur avait compris le mien, en el que demostr¨® lo importante que para un cantante de ¨®pera es ser buen actor.

Dejamos para el final la actuaci¨®n de Antonio Blancas, que hizo un magn¨ªfico Zurga, por voz, seguridad y musicalidad. Su participaci¨®n en el d¨²o del primer acto, uno de los momentos m¨¢s inspirados de la obra, fue excelente.

La orquesta son¨® bien en general, y Miguel Roa dirigi¨® con seguridad y buen gusto. Menos bien, pero siempre digno, el coro de La Zarzuela, que dirige Jos¨¦ Perera.

La escena fue movida con soltura por Roberto Carpio. La escenograf¨ªa, de Alicia Lodi, no pas¨® de lo discreto.