Extremadas las medidas de seguridad en el Museo Picasso

Tres cuadros de Picasso han sido retirados de su museo del barrio g¨®tico de Barcelona, por haber sufrido desperfectos, mientras las medidas de seguridad del museo se endurecen. La exposici¨®n del Picasso er¨®tico, fondos no exhibidos hasta ahora, que curiosamente llena a tope el palacete de la calle de Montcada, ha despertado las iras y las amenazas constantes, telef¨®nicas y escritas.

Ahora, los visitantes est¨¢n siendo severamente vigilados, los paquetes y bolsos deben ser dejados en conserjer¨ªa, y contin¨²an a tope las actividades culturales. ?Este -dec¨ªa a EL PAIS uno de los empleados del museo Picasso- es uno de los pocos museos vivos. Hay entre cuatro y cinco actividades culturales a la semana, desde m¨²sica a conferencias de arte. Y eso es lo que les molesta. Pero todos los museos deber¨ªan ser as¨ª.? ?Ya ve, nosotros no traemos al p¨²blico con pistola, y la exposici¨®n est¨¢ siendo muy visitada.? ?Hay cosas que la gente tiene que conocer, si no les gusta que no vengan. Nadie les obliga.?La figura de Picasso, el humor excesivo y privado del pintor, indigna a muchos. Algunos vienen a indignarse, se nota, a buscar un poco de adrenalina para el comentario de la tarde. La edad de los visitantes se inclina a los mayores. Hay j¨®venes tambi¨¦n, que desveneran la figura magistral y se r¨ªen con lo que ha sido pensado como chistes puntuales y correspondencia privada en su mayor¨ªa. En general, la gente va seria, demasiado seria. Se est¨¢n exhibiendo cuadros censurados hasta ahora o que, como dice Rosa Mar¨ªa Subirana, no se colgaron antes ?por prudencia?, y que, junto a otros muchos, pertenecen a los fondos del museo. Esta es -dice Subirana- la primera de una serie de exposiciones en que se ir¨¢n dando a la luz aspectos m¨¢s o menos ins¨®litos del pintor malague?o. Y una alternativa revitalizadora que deber¨ªan aprender otros.

Lo m¨¢s divertido de la exposici¨®n son las cartas de Picasso a Sabart¨¦s: la caricatura del amigo del pintor, dibujada sobre un fondo de revista en el que invariablemente hay una pin-up a todo color asediada por la lascivia del retratado. Picasso comenta en cada uno de los dibujos la situaci¨®n, en tono jacarandoso, y en alguno firma toda su familia, Jacqueline y los ni?os. Las referencias a lo cotidiano tambi¨¦n est¨¢n: ?Hace mucho calor -dice uno-. He matado cuatro moscas.? ?No te da verg¨¹enza -dice otro-, a tu edad.? En estos curiosos collages -que en cat¨¢logo est¨¢n calificados como Composiciones humor¨ªsticas- el erotismo est¨¢ tratado en un tono completamente andaluz y festivo, el viejo tono del s¨¢tiro y la corista. Otros, alguno excremental o porno, dibujo y color sobre papel, son de una inocencia pl¨¢stica inquietante y pertenecen a los a?os 1901 a 1903. Y, por ¨²ltimo, el tema del voyeur y el pintor, m¨¢s conocido, en grabados y linoleums, que muestran un Rafael retorcido tras su paleta de pintor y un personaje renacentista muchas veces casi papal, que mira y goza. La pintura -parece que dijera- es siempre erotismo y pasi¨®n sofisticada. Su disfrute es siempre -parece poder leerse- voyeurismo.