Guecho, un muestrario de clases sociales a la sombra de Bilbao
Pueblo rural y marinero hasta comienzos de este siglo, el caser¨ªo y el puerto son hoy en Guecho casi una reliquia folkl¨®rica para el visitante. A quince kil¨®metros de Bilbao, con la sombra de un superpuerto que puede cambiar de ra¨ªz sus modos de vida, es ¨¦sta una poblaci¨®n que acoge desde la oligarqu¨ªa vizca¨ªna, amurallada en un Neguri en decadencia, hasta la peque?a burgues¨ªa que vota PNV y la clase obrera, que ha preferido las opciones de un nacionalismo radical. Informa .
?Desde el final del siglo XV, anteiglesia de la merindad de Uribe, se?or¨ªo de Vizcaya, obispado de Bilbao, Guecho est¨¢ inmediata a la costa del mar Cant¨¢brico, que le rodea por el Norte y el Oeste, confina por el Sur con Lejona, y por el Este, con Sopelana y Berango, estando situado a dos leguas y tres cuartos de Bilbao ... ?Desde esta primera imagen hist¨®rica de un peque?o pueblo marinero y agr¨ªcola -recogida en uno de esos viejos libros del siglo pasado- a la del municipio residencial y superpoblado que es hoy Guecho hay mucha distancia en a?os y un cambio total en su fisonom¨ªa, provocado por factores socioecon¨®micos y pol¨ªticos.
Aquel Guecho marinero y rural ten¨ªa sus puntos neur¨¢lgicos -y casi los ¨²nicos polos de poblaci¨®n en el puerto viejo pesquero de Algorta y en Santa Mar¨ªa de Guecho -que constituye el n¨²cleo original del municipio-, donde a la sombra de los caser¨ªos se cultivaba ma¨ªz y trigo. Aquellos, dos puntos son hoy acaso dos islotes del pasado en medio de casas, chalets, urbanizaciones y bloques residenciales, que llenan por completo los casi doce kil¨®metros cuadrados de extensi¨®n de un Guecho de 64.000 habitantes, con ¨ªndices ya de saturaci¨®n, que puede muy bien denominarse ?el gran dormitorio de Bilbao? (a quince kil¨®metros de distancia).
Santa Mar¨ªa de Guecho conserva a¨²n su fisonom¨ªa rural. A¨²n pueden verse caser¨ªos y hasta vacas, que pacen en un terreno que d¨ªa a d¨ªa le ara?an las crecientes urbanizaciones. El peque?o puerto de Algorta, que a finales del siglo pasado fue astillero y refugio de embarcaciones pescadoras, se mantiene hoy con toda su belleza, rodeado por todas partes de edificaciones nuevas que lo estrangulan. En pocos a?os puede ser s¨®lo una reliquia del tipismo pasado, engullido por ese monstruo marino que ser¨¢ el superpuerto de Bilbao, en el que podr¨¢n recalar barcos de hasta medio mill¨®n de toneladas.
Con la construcci¨®n, en 1902, del puerto exterior de Bilbao y la total puesta en marcha de los Altos Hornos de Vizcaya -empresa oficialmente creada aquel a?o- llega a Guecho la primera poblaci¨®n que utilizar¨¢ el municipio como zona residencial. En Algorta, que era poco m¨¢s que una aldea, y Las Arenas, una pura marisma, nacer¨¢n entonces zonas residenciales. Tambi¨¦n se iniciar¨¢ all¨ª la construcci¨®n de un coto social cerrado, denominado Neguri, donde se asentaron los sectores m¨¢s acomodados, la primera oligarqu¨ªa vizca¨ªna. Ten¨ªa en 1910 el municipio 6.891 habitantes.
Es en 1945, en que por ley se le incluye en la comarca, del Gran Bilbao, cuando va a iniciarse su metamorfosis definitiva. Se inicia hacia Guecho un ¨¦xodo de poblaci¨®n, fundamentalmente de Bilbao -se hablaba ya de los primeros planes de expansi¨®n-, que, si en principio es reducido, comenzar¨¢ a ser llamativo en 1960 (23.000 habitantes) y en 1965 (casi 29.000 habitantes). A partir de entonces se produce el gran boom que convertir¨¢ Guecho en centro comercial, bancario y dormitorio de la capital, doblando ampliamente en quince a?os su poblaci¨®n, hasta alcanzar los 64.000 habitantes hoy. En la actualidad es ya un municipio en el que la C¨¢mara de Comercio. de Vizcaya reconoce indicios serios de saturaci¨®n.
Promiscuidad de poblaci¨®n
Uno de los muchos miles de profesionales y artistas que llegaron un d¨ªa a Guecho huyendo de los ruidos, el stress y la contaminaci¨®n de Bilbao es el escritor Ramiro Pinilla (premio Nadal 1960, con Las ciegas hormigas).
?Comunidad campesina en un principio, sembrada de caser¨ªos, el municipio de Guecho ofrece hoy un sabroso y representativo contraste social entre sus cuatro barrios. Estos contrastes existen incluso dentro de cada uno de ellos. Extremas clases sociales conviven en zonas muy pr¨®ximas, aunque perfectamente delimitadas. Est¨¢, en efecto, el barrio de Neguri, aristocr¨¢tico y residencial, sede de la gran oligarqu¨ªa, con palacios a lo onassis, un insulto para la comunidad de Guecho, algo indigno que la humanidad no debe repetir. Est¨¢ tocando, por un lado, las Arenas, barrio burgu¨¦s, con mezcla de clase media y obrera (inmersa toda ella en el nuevo barrio a?adido de Romo, separado de Las Arenas, a pocos metros, por la v¨ªa del tren) y, por otro lado, Algorta, peque?o, burgu¨¦s, feudo del PNV. Est¨¢, finalmente, Santa Mar¨ªa de Guecho, todav¨ªa campesino, en el que hay oligarqu¨ªa, poblaci¨®n peque?o-burguesa y hasta un poco de poblaci¨®n obrera. En Guecho hay de todo, una verdadera promiscuidad.?
La poblaci¨®n de Guecho es, en l¨ªneas generales, de un talante conservador, aunque por la v¨ªa de sus vecinos m¨¢s j¨®venes presenta incrustaciones de nacionalismo radical y otras opciones de izquierda. Municipio de tradici¨®n PNV, hasta la llegada del franquismo tuvo como alcalde a Jos¨¦ Antonio de Aguirre, que ser¨ªa lendakari del Gobierno vasco. El PNV contaba entonces con diecis¨¦is de los veinti¨²n concejales del Ayuntamiento. Tras el per¨ªodo franquista, en el que el municipio estuvo invariablemente en manos de la aristocracia y la oligarqu¨ªa de Neguri, el PNV est¨¢. a punto ahora de recobrar su hegemon¨ªa.
Sin deudas, pero con problemas
Los representantes de las asociaciones de familias de Romo, Algorta, Santa Mar¨ªa de Guecho y Las Arenas, consultados por el pa¨ªs, est¨¢n de acuerdo en afirmar que son las comunicaciones, la deficiente atenci¨®n sanitaria, la contaminaci¨®n, la saturaci¨®n del h¨¢b¨ªtat, el desabastecimiento de agua y la escasa vida cultural los principales problemas a solucionar hoy.
Bego?a, Sagasti, soci¨®loga y residente en Algorta, es uno de los sufridos ciudadanos de Guecho que cada d¨ªa se enfrenta a la aventura de desplazarse a Bilbao para trabajar.
"M¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n de Guecho se desplaza diariamente a Bilbao o a otras localidades de la margen derecha del Nervi¨®n para trabajar. Estas personas tienen s¨®lo dos alternativas: pueden tomar el tren de v¨ªa estrecha -con una red viaria creada en 1882- que une Algorta y Las Arenas con Bilbao, con salidas cada veinte minutos. Puedes tardar en llegar a Bilbao algo m¨¢s de media hora. Es el medio m¨¢s r¨¢pido y seguro. Puedes ponerte tambi¨¦n en carretera hacia Bilbao bordeando la r¨ªa del Nervi¨®n o por el interior. En los dos casos el viaje es una aut¨¦ntica excursi¨®n. En las horas punta yo tardo en llegar a Bilbao entre tres cuartos de hora y una hora para recorrer los quince kil¨®metros. Un estudio recientemente realizado fija en 2,57 pesetas el coste del minuto invertido en este traslado. En autob¨²s -cada quince minutos- se plantea id¨¦ntico problema. Los muchos vecinos de Bilbao que vinieron a vivir a Guecho no contaban con este problema y muchos llegaron aqu¨ª enga?ados por la promesa. de que la autopista Bilbao-Plencia y el Metro estar¨ªan acabados en unos a?os. Hoy empiezan a creer que estas obras las ver¨¢n concluidas sus hijos.?
La deficiente atenci¨®n sanitaria es otro gran problema. ?Para todo el municipio -declara el representante de los vecinos de Romo- hay tan s¨®lo un ambulatorio, en Las Arenas, que tiene car¨¢cter mancomunal. Es necesario crear dispensarios de barrio que descongestionen este centro y ofrecer unasanidad a niveles primarios.?
La soluci¨®n a este problema sanitario, que podr¨ªa haberse paliado con el hospital cl¨ªnico de Lejona (municipio lindante con Guecho), queda a¨²n lejana, porque las obras del edificio est¨¢n paralizadas desde hace dos a?os.
?Otro grave problema -se?ala el representante de Romo- es el del desabastecimiento de agua. La red, que se pens¨® para 20.000 habitantes, ha quedado peque?a. Los cortes, sobre todo en verano, son muy frecuentes y el agua carece de condiciones para ser bebida, ya que fluye sucia y contaminada, d¨¢ndose casos de infecciones estomacales, sobre todo en ni?os.?
MA?ANA: Escatr¨®n (Zaragoza)
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