La subida de precios en enero cuestiona toda la pol¨ªtica econ¨®mica de Abril Martorell
El ¨ªndice de precios al consumo de enero supone cuestionar la pol¨ªtica de precios del se?or Abril Martorell, que al frente del Ministerio de Econom¨ªa ha ido embalsando, a lo largo de los ¨²ltimos seis meses, una serie de demandas de aumentos de tarifas y que no dud¨® en marcarse un objetivo de no superar el 6,5% de incremento antes de julio. Superar ese 6,5% supondr¨ªa una importante presi¨®n sindical para revisar los convenios laboriosamente firmados a lo largo del presente a?o y quebrar¨ªa definitivamente las perspectivas de acabar el a?o con una tasa de inflaci¨®n inferior a la del a?o anterior. El retraso, por razones t¨¦cnicas y de conflictividad laboral del Instituto de Estad¨ªstica, en la salida del ¨ªndice de precios de enero permite acercar el momento en que se conocer¨¢ el ¨ªndice de febrero, que definir¨¢ cu¨¢l es la tendencia de los precios y permitir¨¢ estimar si a¨²n es posible caminar dentro de la senda fijada por el Gobierno.
El objetivo del Gobierno de limitar al 10% el alza del ¨ªndice de precios al consumo en 15179 es a¨²n viable, seg¨²n el secretario general t¨¦cnico del Ministerio de Econom¨ªa, Jos¨¦ Montes. El se?or Montes declar¨® ayer a Efe que la cifra de enero constituye una sorpresa, sobre todo en lo que hace referencia al grupo de alimentaci¨®n, que ha subido un punto, mientras que las estimaciones previas del Ministerio de Comercio no superaban el medio punto.Pese a las declaraciones del portavoz de Econom¨ªa, t¨¦cnicos de las centrales sindicales, los partidos de la oposici¨®n e independientes consideran que el ¨ªndice de precios de enero supone colocar un list¨®n dif¨ªcil de superar en cuanto a la consecuci¨®n de un primer semestre del a?o con un incremento de precios inferior al 6,5%. Para conseguir esa cifra es preciso que en ning¨²n mes antes de julio se supere el incremento de un punto, o que en alguno de ellos se produzca una pr¨¢ctica estabilidad respecto al anterior.
El vicepresidente Abril Martorell cosecha con el ¨ªndice de precios un amargo resultado de anteriores pol¨ªticas y compromisos. Desde mediados del pasado a?o, el se?or Abril ha bloqueado todas las peticiones de aumentos de tarifas, en algunos casos informadas favorablemente por la Junta de Precios. En muchos casos, ese bloqueo ha supuesto p¨¦rdida para empresas subvencionadas por el Estado y, en otros, la aparici¨®n de serios problemas en el sector. El se?or Abril apost¨®, antes de los frustrados intentos de conseguir un nuevo pacto econ¨®mico para 1979, por una contenci¨®n de la inflaci¨®n de 1978 por debajo del 16%. En su opini¨®n, tasas bajas de inflaci¨®n en los ¨²ltimos meses del a?o quebrar¨ªan la postura poco negociadora de las centrales. El ¨ªndice de noviembre (0,5 %) se consider¨® un gran ¨¦xito para la consecuci¨®n de los pactos, pero de nada sirvi¨®. Entrado 1979 y sin la angustia de conseguir un ¨ªndice de fin de a?o lo m¨¢s presentable posible, que supon¨ªa una baza pol¨ªtica para UCD, la convocatoria electoral llev¨® al se?or Abril a volver a anteponer las razones pol¨ªticas y de imagen a las econ¨®micas de autorizar algunas subidas de precios razonables. En el cap¨ªtulo energ¨¦tico, la congelaci¨®n de precios ha dado lugar a serios problemas desde el verano. Algunos gas¨®leos y fuel-oil tienen precio por litro inferior al del agua embotellada y provocan serias distorsiones en el consumo. La correcci¨®n de esa situaci¨®n se ve forzada y empeorada en 1979 por la crisis energ¨¦tica provocada por el cambio de r¨¦gimen en Ir¨¢n,
Un aumento del precio del petr¨®leo del 20%, porcentaje previsible para este a?o, supondr¨ªa un impacto en los precios interiores de varios puntos de incrementos adicionales en el ¨ªndice general de precios.
El ex ministro de Econom¨ªa Enrique Fuentes Quintana declar¨® ayer en Zaragoza que ?la subida de los precios del petr¨®leo puede provocar una crisis sin precedentes, peor que la de 1973 y s¨®lo comparable a la de 192%. El se?or Fuentes reiter¨® su ya conocida opini¨®n de que la inflaci¨®n constituye el principal oponente de la expansi¨®n y es el fen¨®meno que hay que eliminar antes de solucionar el problema del paro.
El Gobierno a¨²n no ha hecho una valoraci¨®n de la magnitud de la crisis energ¨¦tica y de sus efectos directos en nuestra econom¨ªa. En los ¨²ltimos consejos de ministros se han presentado informes sobre la situaci¨®n, pero, por ahora, no se ha tomado ninguna medida ni realizado un an¨¢lisis p¨²blico.
Seg¨²n todos los expertos, el impacto sobre los precios interiores del mayor coste real del petr¨®leo -en esta ocasi¨®n la revalorizaci¨®n de la peseta no jugar¨¢ a nuestro favor- ser¨¢ importante por m¨¢s que el Gobierno retrase su repercusi¨®n directa.
La conclusi¨®n de todo lo anterior tiende a demostrar que antes de que acabe junio el ¨ªndice de precios habr¨¢ superado el 6,5%,y obligar¨¢ al cumplimiento de uno de los art¨ªculos del decreto de control de rentas y precios del 26 de diciembre pasado, que dice: ?El control salarial podr¨¢ revisarse por el Gobierno,si el incremento del ¨ªndice de precios al consumo en junio supera el 6,5% respecto a diciembre, salvo que estos aumentos tengan su origen como consecuencia de excepcionales circunstancias agr¨ªcolas o variaciones significativas en el tipo de cambio de la peseta. ?
Pese a la ambig¨¹edad y al car¨¢cter no imperativo de la disposici¨®n, de lo que no hay duda es, que, si los precios van por encima de las previsiones, la presi¨®n de las centrales para revisar los convenios, laboriosamente negociados a lo largo del a?o, ser¨¢n importantes. El establec¨ªmiento de revisiones semestrales supondr¨ªa, pr¨¢cticamente, una escala m¨®vil de salarios que acrecentarla el riesgo de inflaci¨®n y supondr¨ªa una inversi¨®n en la tendencia de los costes en los ¨²ltimos dos a?os.
El vicepresidente o responsable econ¨®mico del pr¨®ximo Gobierno, sea o no el se?or Abril Martorell, se encuentra as¨ª con una pesada herencia, que puede obligarle a revisar los supuestos del prograima anterior y presentar al pa¨ªs una nueva alternativa.
Para algunos expertos, la ¨²nica opci¨®n es tratar de volver a negociar un pacto, que en estos momentos parece m¨¢s inviable y dif¨ªcil que antes de las elecciones.
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