Viajes a Disneyland, relojes de lujo y yates a nombre de la empresa: c¨®mo se destapa el fraude de las grandes fortunas

Un viaje a Disneyland, unas cortinas de El Corte Ingl¨¦s y el sueldo de la empleada del hogar. Estos son algunos de los gastos que muchas grandes fortunas facturan a trav¨¦s de sus sociedades, en las que tambi¨¦n figuran la titularidad de mansiones, yates, aeronaves y coches exclusivos. En Espa?a, los ricos utilizan una amplia gama de estrategias m¨¢s y menos sofisticadas para minimizar su carga fiscal y, en algunos casos, evadir impuestos. Estas pr¨¢cticas, aunque a veces bordean la legalidad, pueden implicar t¨¦cnicas de planificaci¨®n fiscal agresiva que permiten a los titulares de grandes riquezas ocultar activos, disimular ingresos y aprovechar vac¨ªos legales con los que evadir. La Agencia Tributaria, consciente de estas t¨¢cticas, ha implementado una serie de mecanismos y estrategias para combatirlas. En 2023, casi 1.000 expedientes de control permitieron recuperar 502 millones de euros en favor de la Hacienda p¨²blica, a raz¨®n de medio mill¨®n por contribuyente.

Todo nace en 2018, cuando la agencia puso en marcha la Unidad Central de Coordinaci¨®n del Control de Patrimonios Relevantes, un grupo dedicado a vigilar a estos altos contribuyentes con el objetivo de coordinar la labor de inspecci¨®n. Desde entonces se han cerrado 5.410 expedientes que, en conjunto, han permitido liquidar 2.977 millones de euros que hab¨ªan sido evadidos o defraudados.

La agencia, seg¨²n explica Jos¨¦ Mar¨ªa Pel¨¢ez, portavoz de la Asociaci¨®n de Inspectores de Hacienda del Estado, monitoriza a un grupo de m¨¢s de 170.000 obligados tributarios en el que se encuentran las principales sociedades del pa¨ªs ¡ªadem¨¢s de sus socios¡ª, as¨ª como artistas, deportistas y otras personalidades. ¡°Se trata de un censo vivo que se mueve constantemente¡±, apunta Pel¨¢ez. ¡°Por ejemplo, hace a?os no hab¨ªa ning¨²n youtuber y ahora s¨ª¡±. Es una suerte de colectivo de riesgo. Es decir, no todos los que est¨¢n dentro defraudan, sino que tienen el potencial de poder hacerlo. Lo que est¨¢ claro, a?ade, es que es muy dif¨ªcil que alguien salga una vez que ha entrado, salvo que sea una sociedad que haya quebrado.

La unidad central de coordinaci¨®n, contin¨²a Jos¨¦ Mar¨ªa Mollinedo, secretario general del sindicato de t¨¦cnicos del Ministerio de Hacienda Gestha, se llama as¨ª porque se dedica a analizar los ¡°elementos distorsionantes¡± que hacen saltar las alarmas. A partir de aqu¨ª, una vez que entiende que algo no cuadra, el grupo dirige la informaci¨®n que ha recabado a la sede de la Agencia Tributaria correspondiente al domicilio fiscal en el que reside la gran fortuna en cuesti¨®n, donde cogen los mandos de la inspecci¨®n.

Uno de los m¨¦todos m¨¢s comunes en estas pr¨¢cticas es la utilizaci¨®n de sociedades con fines particulares. Estas estructuras empresariales permiten a los ricos cargar gastos personales como el mantenimiento de villas de lujo, veh¨ªculos costosos ¡ªdesde yates a aviones¡ª o vacaciones como si fueran de la empresa. El objetivo es que las sociedades deduzcan estos gastos como si fueran parte de su actividad econ¨®mica, lo que reduce artificialmente sus beneficios gravables. A esto se le a?ade la deducci¨®n del IVA, evitando tanto el pago de impuestos por esos bienes y servicios como la tributaci¨®n personal de los mismos. El problema, ironiza Pel¨¢ez, es que una sociedad no puede llevar un Rolex, montar en yate o irse a esquiar. ¡°Es aqu¨ª donde entra en juego nuestra labor para desmontar todo¡±.

El inspector pone sobre la mesa una retah¨ªla de ejemplos reales en los que un alto patrimonio ha intentado hacer pasar sus gastos privados como si fueran de la empresa. Desde cenas en restaurantes hasta relojes de lujo, pasando por las facturas del jardinero, el salario de la empleada del hogar, recibos de El Corte Ingl¨¦s o viajes para toda la familia. Estos ¨²ltimos casos, expone el inspector, ¡°son, por as¨ª decirlo, de altos patrimonios cutres¡±. Lo que s¨ª est¨¢ generalizado, a?ade, es la utilizaci¨®n de bienes de la empresa por el socio sin que exista un contrato de arrendamiento o cesi¨®n de uso formal. En este caso, utilizan propiedades de la entidad, como mansiones, residencias secundarias o veh¨ªculos, sin pagar por ello, lo que les permite disfrutar de estos activos sin tributar por su uso personal.

En esta l¨ªnea, prosigue Mollinedo, la agencia ha identificado estos a?os de manera automatizada a los usuarios de viviendas de alto valor situadas en Espa?a, pero cuya titularidad formal corresponde a sociedades extranjeras de las que se desconocen sus due?os reales. Se ha hecho lo mismo con otras 2.500 sociedades opacas, en este caso con sede en Espa?a, que poseen m¨¢s de 2.800 villas de lujo, principalmente en la Costa del Sol y Baleares. Estas estructuras y sociedades pantalla, dise?adas para ocultar a los verdaderos titulares, suelen involucrar m¨²ltiples niveles en diferentes pa¨ªses y fideicomisos, lo que hace extremadamente complicado rastrear el flujo de dinero o bienes.

Tiendas de lujo

Para lograr que nada escape a sus ojos, los funcionarios de la agencia se sirven de diferentes fuentes de informaci¨®n. La amnist¨ªa fiscal de 2012 y el antiguo modelo 720 ¡ªque obligaba a declarar los bienes en el extranjero con un valor superior a los 50.000 euros¡ª permitieron poner en el foco a varios altos contribuyentes durante los ¨²ltimos a?os. Ahora, adem¨¢s, Hacienda se sirve del modelo 347, que debe ser presentado por cualquier entidad que venda un bien o servicio por m¨¢s de 3.000 euros, dejando reflejado los datos del comprador en el caso de que este sea una persona jur¨ªdica. ¡°Tambi¨¦n hay peticiones individualizadas a bancos o notarios en caso de que haya sospechas de alg¨²n contribuyente¡±, a?ade Pel¨¢ez.

Adem¨¢s de esto, recuerda Mollinedo, la agencia puso en marcha hace cuatro a?os el cat¨¢logo de proveedores de bienes y servicios de lujo, un listado de 570 empresas del sector con el que trabaja la unidad. Hay joyer¨ªas, peleter¨ªas, galer¨ªas de arte, boutiques, marcas de veh¨ªculos de lujo, clubes sociales, restaurantes, gestoras de inversi¨®n patrimonial o empresas de viajes pr¨¦mium que permiten poner el foco en contribuyentes que tienen elevados ingresos, pero que escapan al control directo al minorizar sus declaraciones de la renta gracias a la utilizaci¨®n de sociedades interpuestas y otros instrumentos.

La planificaci¨®n fiscal internacional es otra t¨¢ctica clave. Muchas grandes fortunas colocan sus activos en para¨ªsos fiscales o jurisdicciones de baja tributaci¨®n, como Luxemburgo, Suiza o las Islas Caim¨¢n, utilizando complejas estructuras para ocultar la identidad de los verdaderos propietarios de los bienes. Estas estructuras, conocidas por su opacidad, hacen muy dif¨ªcil para los t¨¦cnicos e inspectores rastrear el control efectivo de los patrimonios. En algunos casos, se aprovechan los acuerdos de doble imposici¨®n firmados con otros pa¨ªses. En otros, se rastrean las operaciones realizadas en Espa?a con tarjetas offshore para identificar a los titulares. Adem¨¢s, recuerda Pel¨¢ez, en la agencia han desarrollado t¨¦cnicas de big data para desmontar la falsa residencia de altos contribuyentes que dicen vivir en Andorra, M¨®naco o San Marino, pero que pasan en Espa?a m¨¢s de 183 d¨ªas al a?o, el m¨ªnimo necesario para ser considerado residente.

Con todas estas pr¨¢cticas es posible reducir las bases imponibles y cuotas del IRPF y hacer lo propio con el impuesto sobre patrimonio, ya que los bienes a nombre de la empresa est¨¢n exentos. Lo mismo se puede hacer con el impuesto de sociedades a trav¨¦s de todos los gastos que se considerar¨ªan deducibles. Adem¨¢s de esto, tambi¨¦n puede planificarse la operaci¨®n de cara a minimizar el pago del impuesto de sucesiones y donaciones.