Nadie parece interesado en desbloquear el proyecto de empresa Tabacalera
La idea de constituir una empresa mixta que agrupe a los industriales canarios y a Tabacalera -empresa del monopolio- surgi¨® como consecuencia de las urgi¨® demandas de apoyo formuladas por los empresarios del archipi¨¦lago. La p¨¦rdida creciente de su penetraci¨®n en el ¨¢rea del monopolio-Pen¨ªnsula y Baleares-, al que no obstante siguen destinando pr¨¢cticamente el 91% de su producci¨®n de cigarrillos y el 92 % de la de cigarros, y los acuciantes problemas estructurales, con excesiva proliferaci¨®n de marcas y reducida dimensi¨®n de las explotaciones, fuerzan a los industrialescanarios a pactar con Tabacalera, hasta ese momento su enemigo secular. Tradicionalmente, los industriales canarios atribuyen sus dificultades a la contingentaci¨®n efectuada en 1973 por Tabacalera, limitando las ventas de labores canarias a los niveles del a?o anterior y, en general, a las pr¨¢cticas comerciales de la empresa del monopolio en favor de sus propias marcas.La desfavorable situaci¨®n de las industrias canarias se ha visto sin embargo compensada en los ¨²ltimos a?os por el mantenimiento de unos ¨ªnfimos niveles salariales. Los trabajadores del sector tabaquero canario perciben en estos momentos entre un 35% y un 40% de lo se?alado en corivenio para la plantilla de Tabacalera. Esta diferencia salarial se ha erigido precisamente en el punto de m¨¢xima discrepancia y, en cualquier caso, en el pretexto al que todas las partes apelan para congelar el proyecto.
En principio, suscribieron su adhesi¨®n al proyecto de constituir una empresa mixta, cuya denominaci¨®n gen¨¦rica se decidi¨® que fuera la de Tabacana, un total de once industrias del archipi¨¦lago. Desde entonces, otras cuatro se han adherido y una de las inicialmente incluidas (Tabacos Capote, filial de Reynolds) ha abandonado el compromiso. En estos momentos, otras nueve empresas se mantienen al margen, entre ellas CITA, la principal productora de cigarrillos del archipi¨¦lago, cuyas marcas (Rex, R¨¦cord y Coronas, entre otras) gozan de una importante penetraci¨®n en los mercados insular y peninsular.
Las condiciones bajo las cuales qued¨® suscrito el compromiso entre Tabacalera y los industriales canarios; se?alaban el compromiso de la empresa del monopolio de aportar en capital a la futura empresa mixta una cantidad equivalente al conjunto de valoraciones; patrimoniales de las empresas incluidas en el proyecto. Dentro de su aportaci¨®n de capital, Tabacalera inclu¨ªa el activo de Itacasa, de la que posee el 100% desde que la multinacional Rothmans decidi¨® abandonar su participaci¨®n en el sector canario. El monto inicialmente previsto para la operaci¨®n era, para Tabacalera, de casi 2.000 millones de pesetas. El Ministerio de Hacienda, competente en la tutela de la empresa del monopolio, autoriz¨® la operaci¨®n el pasado a?o. La participaci¨®n estatal en el capital de Tabacalera alcanza actualmente un 52%, por v¨ªa del patrimonio y el Banco de Espa?a, principalmente.
Estudio de viabilidad
Desde el principio de las negoclaciones para la culminaci¨®n del proyecto, Tabacalera apunt¨® la necesidad de garantizar la viabilidad de la Cutura empresa como premisa esencial para su constituci¨®n definitiva. En base a ello, la direcci¨®n de la sociedad elabor¨® un estudio de viabilidad empresarial, bajo unos planteamientos de alcanzar el equilibrio de sus resultados en el m¨¢s breve plazo posible. Asimismo, y de acuerdo con lo se?alado en el compromiso suscrito en febrero de 1978, el estudio se?alaba las l¨ªneas esenciales de la reestructuraci¨®n de la industria canaria. Los criterios de Tabacalera fueron aceptados en principio por los industriales canarios. Algunos expertos consultados por EL PA?S estiman que esta aceptaci¨®n se produjo sobre todo por la generosa valoraci¨®n de los activos empresariales efectuada por Tabacalera, en la que pr¨¢cticamente se ignoraba el car¨¢cter supuestamente deficitario de las explotaciones.Desde un primer momento, las empresas no integradas en el proyecto mantuvieron una f¨¦rrea oposici¨®n a su culminaci¨®n, alentada especialmente por CITA. Dentro de este movinuento opositor se inscribe la denominada alternativa canaria, consistente en agrupar todas las empresas en dificultades en una ¨²nica sociedad, en la que participar¨¢ el Instituto Nacional de Indusiria (INI), por medio de la Sociedad para el Desarrollo de Canarias (Sodican). Esta alternativa canaria pretend¨ªa, sobre todo, evitar la entradade Tabacalera y, a largo plazo, consolidar el liderazgo de CITA, cuyo m¨¢ximo dirigente, Francisco Urcelay, se erigi¨® de inmediato en el principal patrocinador del proyecto. La postura del INI no fue, sin embargo, favorable en ning¨²n momento a este proyecto, compartiendo los criterios de la Administraci¨®n de no diversificar la presencia p¨²blica en el sector tabaquero.
Los representantes sindicales del sector han mantenido una postura contradictoria a lo largo de todo el proceso de gestaci¨®n del proyecto. La estructura sindical de la industria tabaquera es pr¨¢cticamente similar a la de todo el archipi¨¦lago, con una ausencia casi total de las centrales mayoritarias a rtivel estatal (CC OO y UGT) y predominio de los sindicatos aut¨®ctonos, de marcado car¨¢cter asambleario. La fuerza de mayor implantaci¨®n en el sector es la ATT (Agrupaci¨®n de Trabajadores del Tabaco), seguida de SOC (Sindicato de Obreros Canarios). Esta situaci¨®n sindical en el sector qued¨® ya evidenciada en el curso de la dilatada huelga desarrollada en 1977, durante la que las posturas de CC OO y, sobre todo, UGT quedaron ampliamente desbordadas por las de las fuerzas de implantaci¨®n canaria. Este debilitamiento ha provocado, en definitiva, la pr¨¢ctica naval daci¨®n de las dos centrales mayoritarias a nivel de Estado en las negociaciones desarrolladas, a pesar de los esfuerzos realizados por Tabacalera para otorgarles protagonismo.
En principio, los representantes de los trabajadores de la industria tabaquera mantuvieron una f¨¦rrea oposici¨®n a la entrada de Tabacalera en la futura sociedad mixta, inclin¨¢ndose posteriormente en favor de la alternativa canar¨ªa. Los patrocinadores de esta soluci¨®n -capitaneados por CITA- mantuvieron activas negociaciones con los representantes; sindicales para lograr ese apoyo, bajo el pretexto de que garantizaba la definitiva regionalizaci¨®n del sector en el inmediato futuro. Paralelamente, Tabacalera decidi¨® entablar conversaciones con los trabajadores, en las que plante¨® la posibilidad de que ¨¦stos suscribieran un compromiso con la futura empresa mixta, que garantizara el apoyo de las centrales sindicales al proyecto. Tabacalera ofrec¨ªa en el contexto de ese compromiso el mantenimiento riguroso de todos los puestos de trabajo y no efectuar traslados en los puestos de trabajo fuera de las islas, en las que actualmente tuvieran sus respectivos puestos de residencia los trabajadores afectados por cierres de instalaciones o reajuste de plantillas.
Desde el inicio de las conversaciones entre Tabacalera y los dirigentes sindicales, el desfase entre los niveles retributivos del sector canario y los convenios de la empresa del monopolio se erigi¨® en el protagonista esencial de las deliberaciones. La parte laboral se mostr¨® dispuesta, en principio, a aceptar la presencia de Tabacalera, siempre y cuando la equiparaci¨®n salarial entre ¨¦sta y la futura empresa mixta fuera inmediata. Los dirigentes de la sociedad del monopolio, por su parte, presentaron una oferta inicial de equiparaci¨®n en doce a?os, reducida posteriormente a ocho y que, en ¨²ltima instancia, se matiz¨® en el sentido de que podr¨ªa acortarse en el caso de que los resultados econ¨®micos de la empresa mixta fueran m¨¢s favorables que los previstos en el estudio de viabilidad elaborado por Tabacalera. Los trabajadores han mantenido en todo momento su postura, amenazando incluso con acciones de fuerza para urgir la materializaci¨®n de Tabacalera a corto plazo.
Mientras Tabacalera estima que la rentabilidad de la empresa mixta se alcanzar¨ªa a partir del tercer a?o de funcionamiento -en cuyo ejercicio se podr¨ªan equilibrar los resultados-, los trabajadores se niegan a aceptar los c¨¢lculos aportados por el monopolio y aseguran que la cifra de p¨¦rdida aportada por Tabacalera para los dos primeros a?os (unos 250 millones de pesetas) no se ver¨ªa incrementada por una equiparaci¨®n salarial inmediata si el Tesoro renunciara a un porcentaje de la renta que genera el monopolio durante dicho per¨ªodo. Tabacalera, por su parte, aduce que el Tesoro no tiene por qu¨¦ asumir unas p¨¦rdidas en absoluto imputables a la empresa del monopolio, y que el ¨²nico planteamiento empresarial v¨¢lido es el de estructurar Tabacana con criterios de rentabilidad que garanticen su futuro y la estabilidad de los puestos de trabajo de su plantilla.
El pr¨®ximo martes, un segundo cap¨ªtulo completar¨¢ el an¨¢lisis del sector tabaquero canario y su alternativa de futuro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Gesti¨®n empresarial
- Tabacalera Espa?ola
- Consejo administraci¨®n
- Tabaquismo
- Comunidades aut¨®nomas
- Financiaci¨®n auton¨®mica
- Productos agrarios
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Adicciones
- Canarias
- Enfermedades
- Agricultura
- Finanzas p¨²blicas
- Espa?a
- Medicina
- Empresas
- Finanzas
- Administraci¨®n p¨²blica
- Agroalimentaci¨®n
- Salud
- Econom¨ªa
- Tabaco
- Industria