Jos¨¦ Luis Vargas: una pobre despedida
Su segundo novillo lo brind¨® Jos¨¦ Luis Vargas al p¨²blico. Lo hizo con la alegr¨ªa de quien se despide del puesto de trabajo habitual pues asciende en el escalaf¨®n. En estos casos, el promocionado suele obsequiar al personal con chorizo, salchich¨®n, patatas fritas y cubatas. Lo normal.Pero eso es en el curre de la vida diaria. En el de este ins¨®lito mundo del toreo, en cambio, el convite consiste en darle fiesta al morito -mejor con naturales-, y sobre todo cuando el ascenso en el escalaf¨®n es mediante altemativa nada menos que en la Maestranza de Sevilla, como har¨¢ Vargas dentro de siete d¨ªas.
Nos da un poco de reparo decir que el resultado fue una especie de quiero y no puedo. Vargas pareci¨® que preparaba la despedida con un party de alto rango, y el final fue pagarse una ronda de pele¨®n en la barra, y hasta m¨¢s ver. Su alternativa nos huele a chamusquina. La ¨²ltima res de su etapa de novillero, encastada, hab¨ªa peleado bien en los primeros tercios, y aunque se le acobard¨® un poco al principio de la faena de muleta, el anfitri¨®n se centr¨® en los ayudados y en una tanda de buenos derechazos. Luego el torero se vino abajo, mientras el toro se, iba arriba, como pasa. siempre. Con la espada estuvo muy, mal. Lo que tan bien hab¨ªa empezado acab¨® en una triste y pobre despedida.
Plaza de LAS VENTAS
Tres novillos de LUPI (1.?, 3.? y 5.?), bien presentados, con casta, que dieron juego, y tres de: RUCHENA, serios, con genio; el ¨²ltimo inv¨¢lido. PASCUAL GOMEZ JAEN: estocada a un tiempo (silencio). Dos inchazos, estocada contraria a toro arrancado, rueda de peones y cuatro descabellos (silencio). JOSE LUIS VARGAS: dos pinchazos y bajonazo atravesado (aplausos y salida al tercio). Cinco pinchazos feos y estocada perdiendo la muleta (protestas y palmas cuando sale a saludar). JUAN MIGUEL LUQUE, debutante: tres pinchazos, rueda de peones, primer aviso, un descabello en el que sale perseguido, cuatro descabellos, segundo aviso y otro descabello (indiferencia). Dos pinchazos y estocada corta ca¨ªda (silencio).
Su anterior novillo, de Ruchena, berrendo en casta?o, serio y bien armado, ten¨ªa genio, violencia, y, por el pit¨®n izquierdo pegaba unas coladas de abrigo. Jos¨¦ Luis Vargas se sobrepuso a los problemas y, consigui¨® cuajar varias series de derechazos, de buen trazo todos ellos, aunque por no mandar en el remate perd¨ªa un tiempo y deb¨ªa rectificar precipitadamente para ligar el siguiente pase. En conjunto, la faena fue aseada, con interesantes detalles. Nos pareci¨® que Vargas se hab¨ªa tomado muy en serio este compromiso de su despedida y, puso los cinco sentidos en cuanto hac¨ªa; incluida aquella forma de llevar el capote doblado al brazo, tan torera, en contraste con sus compa?eros, que lo aferran al sobaco, como si fuera un bacalao de estraperlo.
Lo de Lupi sali¨® muy bueno, y lo de Ruchena, con sus m¨¢s y sus menos. El primero del rejoneador portugu¨¦s met¨ªa la cabeza de maravilla, literalmente larniendo la arena, cuando G¨®mez Ja¨¦n acertaba a embarcarle; y cuando no, como la res ten¨ªa casta, achuchaba al torero. El tercero, tambi¨¦n Lupi, fue bravo con el caballo, y habr¨ªa sido noble para la muleta si quien ten¨ªa que manejarla, que era Juan Miguel Luque, hubiera sabido hacerlo y no bailara tanto. El se?or Luque no paraba quieto. Daba la sensaci¨®n de que al se?or Luque le hab¨ªan puesto pedales.
G¨®mez Ja¨¦n estuvo mlay nervioso y atropellado. Al cuarto, de Ruchena, empezo; cit¨¢ndole fuera de cacho, y se encontr¨® con varios acosones. Aprendi¨® el toro -no el torero-, y de ah¨ª en adelante ¨¦sa fue la t¨®nica del trasteo: torero que cita descolocado, toro que se cruza, derrote al bulto, y sobresalto general. El ¨²ltimo, asimismo, Ruchena, era por presencia un toro inv¨¢lido por m¨¢s se?as, que la Presidencia mantuvo en el ruedo a pesar de las severas protestas de la afici¨®n, que se encresp¨® muy justificadamente. A la poca fuerza del anlmal se uni¨® la inoperancia del debutante, y todo habr¨ªa quedado muy aburrido de no ser porque la andanada 8, que estaba en vena, ameniz¨® el espect¨¢culo con el coro de las m¨¢s escogidas frases de su variado repertorio, naturalmente dirigidas al palco presidencial.
Poco antes de empezar el festejo empez¨® a llover, y par¨® justo cuando rodaba el ¨²ltimo toro. Las Ventas tiene este a?o el maleficio del agua, que nos obliga a cargar con un arsenal de cosas: la gabardina, el paraguas, los prism¨¢ticos, el programa, el cuaderno de notas, el bol¨ªgrafo, el puro... Habr¨¢ que ir a los toros con ba¨²l.
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