Precios agrarios

Representante de la COAG en la negociaci¨®n de precios 1979

De nuevo nos encontramos ante una negociaci¨®n de precios agrarios que marcar¨¢ en buena medida las rentas de los agricultores en esta campa?a. Aproximadamente el 20% de la poblaci¨®n activa de nuestro pa¨ªs est¨¢ afectada por sus resultados. Este a?o la negociaci¨®n est¨¢ profundamente afectada por el calendario pol¨ªtico, que condiciona desde qui¨¦n se sienta a la mesa hasta los resultados, pasando por la celeridad que cada uno desea imprimir a los trabajos.

Las reuniones se iniciaron hace ya m¨¢s de dos meses, el d¨ªa 6 de febrero, en el FORPPA, coincidiendo con la manifestaci¨®n de agricultores que convoc¨® en Madrid la COAG, con el fin de recabar la soluci¨®n a los ya hist¨®ricos problemas de la seguridad social agraria y el cumplimiento de los numerosos compromisos todav¨ªa pendientes. En aquella ocasi¨®n los agricultores respondieron masivamente a la llamada de la COAG y de las uniones, demostraron al pa¨ªs su voluntad de unirse al margen de los intereses concretos de cualquier partido y, por supuesto, del Gobierno. En efecto, la COAG consigui¨® traer a Madrid entre 5 y 7000 delegados comarcales, cosa que jam¨¢s pudo hacer, a pesar de las dietas, el sindicato vertical ni ninguno de los montajes que para sustituirlo se han intentado levantar. Aquella manifestaci¨®n, frente a la que el FORPPA tuvo una actitud propia de tiempos pasados, sirvi¨®, adem¨¢s, para sentar las bases, cara a las actuales negociaciones, de qui¨¦n es qui¨¦n en el campo.

Los que est¨¢n negociando

En estas negociaciones son cinco las organizaciones que dicen representar al campo; dos de ellas, la COAG y la CNAG han demostrado en numerosas ocasiones (desde las elecciones a C¨¢maras hasta las luchas llevadas a cabo) su presencial real entre los agricultores y ganaderos, la primera, y entre los grandes propietarios la segunda. El CNJA ya estuvo presente en las negociaciones del a?o anterior, pero las posturas defendidas este a?o son claramente diferentes al haber permitir llegar a una pol¨ªtica de triunfado en ¨¦l la l¨ªnea m¨¢s conservadora.

La UFADE, creada para participar en las actuales negociaciones, agrupa a las organizaciones situadas m¨¢s a la derecha de las que en la pasada primavera intentaron formar la FISA; adem¨¢s a ella est¨¢n directamente vinculados algunos sectores del CNJA (Centro Nacional de J¨®venes Agricultores). La UFADE representa en esta negociaci¨®n los intereses caciquiles m¨¢s puros; en ella hay numerosos presidentes de C¨¢mara que ya lo fueron en tiempos del sindicato vertical, pero tiene escasa representaci¨®n entre los agricultores. En la UFADE est¨¢n igualmente cobijados los restos de ARA (organizaci¨®n creada por Ballar¨ªn Marcial). Con la UFADE est¨¢n acudiendo a la negociaci¨®n las organizaciones sectoriales, como, por ejemplo, la Federaci¨®n de Arroceros.

La actitud de la UFADE en las negociaciones, boicoteando lo ya negociado y cambiando continuamente sus posturas, es el resultado l¨®gico de las tremendas contradicciones de su composici¨®n. En efecto, esta organizaci¨®n es un conglomerado de intereses caciquiles y sectoriales, algunos fuertemente vinculados a la extrema derecha y a la industria agroalimentaria, incapaces de ponerse de acuerdo para presentar una alternativa ¨²nica de pol¨ªtica agraria, lo que es requisito imprescindible para sentarse a negociar los precios de forma coherente.

La otra organizaci¨®n presente por primera vez en las negociaciones es la FTT, rama agraria de la UGT.

Hace ya muchos a?os que en nuestro pa¨ªs la pol¨ªtica agraria ha sido sobre todo una pol¨ªtica de precios que se fijaban seg¨²n los intereses de los diferentes grupos de presi¨®n, entre los que han tenido un peso espec¨ªfico los de los grandes propietarios cerealistas; as¨ª, los cereales absorben tradicionalmente elevados porcentajes, tanto de las subvenciones como de los cr¨¦ditos con cargo a los presupuestos del FORPPA. Esta pol¨ªtica se ha justificado por el ?apoyo? a las zonas m¨¢s pobres de Castilla, mientras las intervenciones en los productos propios de la explotaci¨®n familiar han sido m¨ªnimas.

Por otro lado, al ser el sector agrario residual dentro del modelo de desarrollo de la econom¨ªa espa?ola, la relaci¨®n de precios con los sectores industrial y servicios ha ido deterior¨¢ndose paulatinamente, sobre todo desde la crisis energ¨¦tica, siendo en la actualidad claramente desfavorable para la agricultura. Por ¨²ltimo, el sistema de subvenciones a la agricultura v¨ªa precios, incrementa las diferencias existentes en el sector, ya que, debido a las econom¨ªas de escala, la mayor parte de las subvenciones van a unas pocas grandes explotaciones, mientras que para la explotaci¨®n peque?a y mediana, que aporta la mayor parte de la producci¨®n final, el ingreso proveniente de ¨¦stas es m¨ªnimo.

Por tanto, la COAG considera imprescindible el establecimiento de un marco global de negociaci¨®n de la pol¨ªtica agraria, en el que, adem¨¢s de la imprescindible recuperaci¨®n de renta por la v¨ªa precios, se traten de forma prioritaria las reformas m¨¢s urgentes del sector, tanto en lo referente a las estructuras comerciales como a las productivas. Ya en la campa?a anterior, la negociaci¨®n de las medidas complementarias, junto al contenido de los pactos de la Moncloa para agricultura, sentaron las bases para una nueva concepci¨®n de la pol¨ªtica agraria, aunque los graves incumplimientos le han restado mucha eficacia. El enfoque de las presentes negociaciones debe rentas frente a una pol¨ªtica exclusivamente de precios.

En primer lugar, deben fijarse las condiciones para hacer real?dad la ordenaci¨®n de cultivos en el sentido que ya se negoci¨®, es decir, contemplando la problem¨¢tica de la agricultura no s¨®lo desde la din¨¢mica del mercado, ¨®ptica por otro lado imprescindible, sino tambi¨¦n desde el necesario desarrollo integral de las comarcas, las regiones y las nacionalidades.

En esta negociaci¨®n debe igualmente quedar aclarada la postura de la Administraci¨®n frente a los compromisos adquiridos con el sector agrario: soluci¨®n a los problemas de la Seguridad Social agraria, nueva ley de Reforma y Desarrollo Agrario y Estatuto de la Explotaci¨®n Familiar principalmente.

Una vez sentadas estas bases en la propuesta de cara a los nuevos precios agrarios, la COAG defiende el establecimiento de una pol¨ªtica agraria espec¨ªfica para la explotaci¨®n familiar, lo que conlleva la prioridad de las medidas complementarias dirigidas a reformar las estructuras comerciales en el sentido de una participaci¨®n mayor de los agricultores y consumidores, as¨ª como de las productivas en los casos de la leche, aceite, arroz, etc¨¦tera, frente a los propios precios.

La COAG, en las presentes negociaciones y ante la demagogia de otras organizaciones, intental, asegurar la renta de la explotaci¨®n familiar, evitando provocar una inflaci¨®n excesiva que, de sobra sabemos, nos afecta muy, negativamente al repercutir sobre todo en las capas m¨¢s desfavorecidas de la sociedad. Para, que esto sea posible es necesaria una limitaci¨®n real de los incrementos de los precios de los inputs y una pol¨ªtica crediticia adecuada, as¨ª como la puesta en pr¨¢ctica urgente de la ley de Seguros Agrarios, elementos todos ellos imprescindibles para la estabilidad de la renta de la peque?a explotaci¨®n.

Con los mismos objetivos, la COAG pretende que en esta negociaci¨®n se aborde seriamente el problema que la pr¨®xima integraci¨®n de Espa?a en la CEE va a suponer para algunos cultivos y, por tanto, para extensas zonas del pa¨ªs. As¨ª ser¨¢ necesario que la Administraci¨®n adquiera compromisos serios frente al futuro de producciones como el aceite, leche, arroz, vino, remolacha, posible expansi¨®n del tabaco, etc¨¦tera, en el mismo sentido que se ha hecho recientemente con el algod¨®n.

Por ¨²ltimo, la COAG no admitir¨¢ que se traten por la v¨ªa de precios los graves problemas estructurales como sistem¨¢ticamente se hace todos los a?os, con lo que s¨®lo se consigue alargar un poco m¨¢s la miseria de los campesinos de extensas zonas del pa¨ªs. De esta manera, en la propuesta presentada por la COAG se diferencia claramente entre aquellos productos para los que s¨®lo es necesario actualizar la renta y mejorar las estructuras comerciales de los que tienen problemas de estructura productiva y, por tanto, precios tremendamente distantes de los costes; para ¨¦stos planteamos un tratamiento espec¨ªfico en el que se incluye una reforma de las estructuras productivas negociadas desde las propias zonas afectadas.

Sin embargo, somos conscientes de que sobre el actual Gobierno, m¨¢xime si se tienen en cuenta los ¨²ltimos acontecimientos pol¨ªticos, puede ejercer una influencia decisiva el ala ?rural? de la prop¨ªa UCD, situada muy a la derecha dentro de este partido, como ya ha sucedido en anteriores ocasiones, especialmente en la elaboraci¨®n del proyecto de ley de fincas manifiestamente mejorables, esto pondr¨ªa fuertes trabas al cumplimiento de lo negociado. Por tanto, la COAG considera necesaria la formaci¨®n de una Comisi¨®n Mixta de los Agricultores con la Administraci¨®n para el seguimiento de los acuerdos. Esta Comisi¨®n, en alguna medida, ser¨ªa responsable, junto con el Gobierno, del cumplimiento de lo negociado.