Catedr¨¢ticos de instituto

Los catedr¨¢ticos de instituto vienen reivindicando, desde antes ya de la ley General de Educaci¨®n, el derecho de todos los funcionarios docentes del Estado, de todos los niveles de la ense?anza estatal y de todos los cuerpos de cada nivel, a que se les abran unas v¨ªas de promoci¨®n profesional, mediante la instituci¨®n de una ?carrera docente? ¨²nica, que abarque todo el proceso educativo, sin diques insalvables de un nivel a otro, de un cuerpo a otro.El concepto de carrera, a todas luces mucho m¨¢s progresista y racional que el de compartimientos estanco que hasta ahora ha venido imperando en el funcionariado en general y en la organizaci¨®n del profesorado en particular, supone dos cosas: en primer lugar, un inicio a trav¨¦s de un procedimiento de selecci¨®n racional, riguroso y p¨²blico, a cualquiera de los niveles; en segundo lugar, que el paso de un nivel a otro, de la EGB a la media, o de ¨¦sta a la universitaria, o de un cuerpo a otro del mismo nivel, se pueda hacer sin necesidad de pasar por nuevas ?oposiciones?, sino mediante la consecuci¨®n de la titulabi¨®n adecuada para cada nivel y la demostraci¨®n de que se posee la capacidad exigible, a trav¨¦s de la superaci¨®n de unos concursos de m¨¦ritos acad¨¦micos y cient¨ªficos, tambi¨¦n p¨²blicos y objetivos, o, todo lo m¨¢s, a trav¨¦s de unos concursos-oposici¨®n restringidos.

Esta ?carrera docente? ¨²nica ha de articularse a trav¨¦s de,un estatuto del profesorado, tambi¨¦n ¨²nico para todos los docentes de todos los niveles, evitando la irracionalidad y el caciquismo que supondr¨ªa el establecer un estatuto para el nivel universitario y otro para el ?no universitario? (?), que es por donde ahora parece que van los tiros, a juzgar por el regresivo proyecto de ley de Autonom¨ªa Universitaria, la ininteligible y poco seria divisi¨®n de las competencias del Estado en materia de ense?anza en dos ministerios y las presiones del sector m¨¢s reaccionario de ese formidable grupo de presi¨®n que es hoy el profesorado universitario, con algunos magn¨ªficos rectores a la cabeza, que confunden democracia con demagogia, y al rectorado, con el ,despacho de un cacique de pueblo o con una agencia de colocaciones.

(Catedr¨¢tico de instituto)