Un socialdem¨®crata convencido
Hombre de convicciones permanentes -comprometido desde su adolescencia con el pensamiento socialdem¨®crata, nunca vari¨® sus posiciones-, de elocuencia reposada y car¨¢cter paciente, Bruno Kreisky dirige la pol¨ªtica austr¨ªaca con la seguridad que da el haber ocupado, desde hace casi veinticinco a?os, los m¨¢s importantes cargos de la escena pol¨ªtica de su pa¨ªs. A pesar de su frecuente rudeza, su habilidad, su experiencia y, sobre todo, la calma de que hace gala ante las situaciones dif¨ªciles le han proporcionado, desde hace nueve a?os, la confianza de la mayor¨ªa de sus conciudadanos.Naci¨® en Viena, en 1911, en el seno de una rica familia jud¨ªa. A la edad de quince a?os ingres¨® en las Juventudes Socialistas, de las que, fue miembro activo y uno de sus principales responsables en su etapa universitaria mientras cursaba sus estudios de Derecho. Fue detenido en 1935, en plena ¨¦poca ?austrofascista? del presidente DolIfus, y, condenado por alta traici¨®n, pas¨® diecis¨¦is meses en prisi¨®n. En 1938 fue nuevamente detenido, esta vez por la Gestapo, y, tras cinco meses de c¨¢rcel, pudo huir a Suecia, donde permaneci¨® hasta 1951.
A su regreso a Austria, en 1951, pas¨® a formar parte del Gobierno Koerner, asumiendo las funciones de secretario de Estado de Asuntos Exteriores. Ministro de Asuntos Exteriores en el per¨ªodo 1959-1966, Bruno Kreisky defendi¨® una pol¨ªtica de neutralidad como ¨²nico medio de devolver a Austria su verdadero papel como naci¨®n.
Despu¨¦s de la derrota electoral de 1966, asumi¨®, en 1967, la direcci¨®n del partido, al que habr¨ªa de conducir de nuevo a la victoria.
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