"En Italia no existe el bipartidismo, sino un monopartidismo imperfecto"
EL PAIS. El ¨¦xito que va adquiriendo su partido, ?depende del voto pol¨ªtico o de la novedad de vuestra pol¨ªtica?Marco Pannella. Creo que es hist¨®ricamente imposible que exista el vac¨ªo. Lo que tenemos en Italia es la putrefacci¨®n de un cuerpo institucional. Por eso se habla ya abiertamente de Segunda Rep¨²blica. Nosotros pensamos, sin embargo, que lo que est¨¢ muriendo es un Estado que, en realidad, nada tiene que ver con nuestra Constituci¨®n ni con la Rep¨²blica. Italia est¨¢ viviendo a¨²n en buena medida del pensamiento jur¨ªdico fascista. Ha entrado en putrefacci¨®n un m¨¦todo que no es republicano. Es extra?o que Italia se haya olvidado que palabras como ?unidad nacional? o ?bloque nacional? pertenecen a todas las grandes derechas autoritarias. Se ha dicho que Italia posee un bipartidismo imperfecto. No es verdad. Nosotros hemos tenido durante treinta a?os un monopartidismo imperfecto.
P. ?Qui¨¦nes son los radicales?.
R. Representamos, sobre todo, la continuidad con el partido de acci¨®n Justicia y Libertad, pero tambi¨¦n somos la continuidad de las fuerzas libertarias socialistas humanistas y revolucionarias y con la resistencia comunista interna, la de Gramsci y Terracini, que hab¨ªan sido expulsados del partido y que estuvieron en la c¨¢rcel en el tiempo de los fascistas. Por eso representamos la esperanza antigua de la democracia pol¨ªtica. Nosotros defendemos la Constituci¨®n, el bipolarismo, la alternancia: queremos que se respeten las reglas del juego y defendemos la no violencia. Representamos tambi¨¦n las tradiciones populares, inclusive las de la burgues¨ªa m¨¢s progresista.
Izquierda no marxista
P. ?Es verdad que son de izquierdas, pero no marxistas?R. Creo que hoy somos la ¨²nica componente italiana de la izquierda, ya que no siendo una ideolog¨ªa hemos sabido recoger toda la fuerza del an¨¢lisis marxista, cosa que parad¨®jicamente los marxistas italianos no saben hacer.
P. Otros les llaman el partido de los desilusionados y de los descontentos, ?c¨®mo se ven a ustedes mismos?
R. Desilusionados y descontentos deber¨ªan serlo s¨®lo quienes han reducido Italia a este punto. Se podr¨ªa decir maliciosamente que somos el partido de los ilusionados y de los contentos de esta ilusi¨®n. S¨®lo que piense que les estamos demostrando que las nuestras no eran ilusiones, sino esperanzas fundadas.
P. Renato Guttuse le defini¨® ayer como un ?taumaturgo de circo?. ?C¨®mo responde a esta provocaci¨®n?
R. Yo apreciaba mucho a Picasso, que era tambi¨¦n comunista: pero Picasso era un artista que no hac¨ªa pol¨ªtica de sal¨®n. Para Picasso, de quien los radicales hemos recogido el s¨ªmbolo de la paloma, en realidad el comunismo era la utop¨ªa. Guttuse es un grand¨ªsimo pintor, pero no un militante pol¨ªtico, vive una vida de alta burgues¨ªa y de pol¨ªtica entiende muy poco. Por eso no creo que su juicio en este campo valga demasiado.
P. Por una parte, los radicales se presentan como hombres de izquierda, pero despu¨¦s se preocupan m¨¢s de defender a los homosexuales o de luchar contra el Concordato que de la lucha contra la desocupaci¨®n, la inflaci¨®n o el terrorismo.
R. Cierto, nosotros defendernos una sexualidad libre y responsable, y, puesto que la pol¨ªtica debe interesarse por la vida de la ciudad, nosotros hemos querido plantear tambi¨¦n este problema como pol¨ªtico. Porque en la ciudad los hombres comen, trabajan, duermen y hacen el amor. La Rep¨²blica ser¨¢ importante para los ciudadanos si sus leyes son capaces de interesarse de los d¨ªas y de las noches de los ciudadanos, de la f¨¢brica y de la calle, pero tambi¨¦n de prohibir, porque nosotros somos libertarios que pensamos que la ley de la selva es la peor de todas. No creemos que al principio el hombre era bueno. Pensamos que la ley del Tali¨®n, que es b¨¢rbara, es mejor que la ley de la selva. Y estamos convencidos que para poder prohibir ser¨¢ necesaria una ley cada vez menos violenta y m¨¢s justa. Y esto no se puede dejar s¨®lo en manos de los poderosos. La gente tiene que participar cada vez m¨¢s.
P. ?C¨®mo pueden pensar que sea posible una pol¨ªtica sin poder?
R. En general, quien busca s¨®lo el poder es porque es un impotente que necesita del poder para sentirse macho y fuerte. Yo creo que en pol¨ªtica es necesaria la fuerza y la energ¨ªa creativa, pero no hay que confundir fuerza y energ¨ªa creativa, no hay que confundir fuerza con violencia o el poder sobre los dem¨¢s con la energ¨ªa creativa, incluso a nivel jur¨ªdico y social. Yo estoy convencido de que el poder democr¨¢tico reside en el drama. En la dial¨¦ctica, es la unidad entre tesis opuestas. La s¨ªntesis es la democracia.
"Criticamos al PCI"
P. ?Es verdad que son anticomunistas?R. Lo que es cierto es que criticamos al Partido Comunista por una pol¨ªtica que es de divisi¨®n de las izquierdas y de derrota ante la Democracia Cristiana, el compromiso hist¨®rico quiere decir que no s¨®lo se manda al aire cualquier posici¨®n marxiana, sino hasta una posici¨®n jacobina, de Tercer Estado, porque se desea la colaboraci¨®n org¨¢nica entre el Tercero, el Segundo y el Primer Estado. En el fondo, esta es la misma ilusi¨®n fascista.
P. Todos los sondeos les dan un 5 % de los votos. Y a ustedes les parece poco, aunque esto ser¨ªa un triunfo sin precedentes.
R. En realidad, m¨¢s de un 20% de la poblaci¨®n, en los refer¨¦ndums ¨²ltimos, ha votado con nosotros contra una campa?a dur¨ªsima de los mayores partidos italianos. Este 20%, que ha tenido el coraje de desobedecer a sus partidos, por ejemplo en el voto a la ley Reale sobre terrorismo, es un electorado radical potencial. Yo estoy seguro que si durante un mes la televisi¨®n tuviera el coraje de ?informar seriamente? nos convertir¨ªamos en uno de los mayores partidos, porque la gente est¨¢ aburrida y cansada de la monoton¨ªa de los partidos tradicionales, incapaces de crear nada nuevo y original, y que ya por tercera vez han tenido que interrumpir una legislatura por su incapacidad de dar un Gobierno s¨®lido al pa¨ªs. Este cansancio de los electores, que por vez primera en muchos a?os acusan tentaciones de absentismo en el voto, es lo que crea espacios a la explosi¨®n de la violencia y al peligro de formas autoritarias.
P. Son el partido m¨¢s antiviolento de Italia y, al mismo tiempo, despiertan simpat¨ªas entre los aut¨®nomos y defienden a Negri.
R. Precisamente porque no poseemos la frustraci¨®n de los violentos, nos ponemos, por principio, de la parte de los acusados hasta que no se pruebe su culpabilidad. As¨ª, estuvimos siempre a favor de Valpreda, contra el Estado y a favor de Pinelli y de Giorgina Massi y de los carabineros de Peteano. Pero, al mismo tiempo, somos el partido de Adelaide Aglietta, nuestra secretaria nacional, gracias a la cual, cuando en Tur¨ªn nadie quer¨ªa aceptar ser juez popular en el proceso a Curcio, con su aceptaci¨®n, en dos horas se resolvi¨® el problema, se pudo hacer el juicio y Curcio fue condenado. Ante la nueva operaci¨®n contra Autonom¨ªa, nosotros decimos que si Negri y sus compa?eros son de las Brigadas Rojas, que se acuerden que nosotros somos el partido de Agietta, y si no lo son, que el Estado no se olvide que somos el partido que defendi¨® siempre a Valpreda.
"El terrorismo no respeta la l¨®gica de la vida"
P. Ustedes dicen siempre que son el partido de la vida y de la libertad: ?C¨®mo juzgan el terrorismo?R. El terrorismo no respeta la l¨®gica de la vida, pero nosotros no podemos olvidarnos que existe el terrorismo de los asesinos de Moro y el terrorismo del ministro del Interior, del Estado. Si deseamos estar contra el terrorismo fan¨¢tico y desesperado, debemos combatir tambi¨¦n el terrorismo de los esc¨¢ndalos del Estado, que dan la posibilidad de sobrevivir a los terroristas en medio de la gente.
P. ?C¨®mo juzga a este pa¨ªs, del que se dice que es el m¨¢s libre de Europa y, al mismo tiempo, el m¨¢s cansado pol¨ªticamente?
R. Este es un Pa¨ªs que, a nivel de sus clases dirigentes de poder, es viejo y sucio, y piensa que Negri, Scalzoni y Piperno pertenecen a lo viejo. Pero, a nivel de la gente, es un pueblo fascinante que cada vez que le dan la posibilidad de decidir con conocimiento de causa demuestra gran madurez y vivacidad. Por refer¨¦ndum ha aprobado la ley del Divorcio y ha tenido el coraje de mandar a su casa al presidente de la Rep¨²blica, Giovanni Leone. Creo que esta gente, a la que la cuentan tantas mentiras, tiene ganas de que se realice aquel verso de Garc¨ªa Lorca que tanto me gusta citar: ?Nosotros queremos que se cumpla la voluntad de la tierra, que da sus frutos para todos. ?
P. Dicen que usted es laico y creyente al mismo tiempo. ?C¨®mo es posible?
R. Ser laico no quiere decir ser anticlerical en el caf¨¦ y despu¨¦s llamar al cura en el momento de la muerte. No significa comerse a los obispos, pero s¨ª ser anticoncordatarios y desenmascarar a los vencedores del templo. No creo en la Asunci¨®n de la Virgen al cielo, o en el dinero, o en el poder; s¨ª creo que nuestra inteligencia puede penetrar cada vez m¨¢s en el misterio, pero no aclararlo. No soy un creyente oficial, porque considero que es un pecado de soberbia y de estupidez querer antropomorfizar el misterio que tenemos delante.
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