Ciencia espa?ola, ciencia mundial
?La ciencia espa?ola -afirma el profesor Santesmases- es un tema que ha suscitado grandes controversias en el pasado y que, sin duda, las provocar¨¢ tambi¨¦n en el porvenir. Esta controversia ha durado hasta nuestros d¨ªas y en ella han intervenido mentes preclaras como las de Cajal, Mara?¨®n, Ortega y Gasset, Rey Pastor y otros. ? Se est¨¢ refiriendo el profesor Santesmases con estas palabras a la vieja pol¨¦mica iniciada en 1782 por el franc¨¦s Masson de Morvilliers con su art¨ªculo Espa?a, aunque anteriormente hab¨ªa sido tratado el asunto por el padre Feijoo. Masson, refiri¨¦ndose a las aportaciones de los diferentes pa¨ªses, al acervo cient¨ªfico de Europa, se pregunta: ??Qu¨¦ se debe a Espa?a? Desde hace dos siglos, desde hace seis, ?qu¨¦ ha hecho por Europa??Para la matem¨¢tica espa?ola, el siglo XIX comienza en 1865 de la mano de Echegaray.Posiblemente por su posici¨®n de iniciador de este tr¨¢nsito, de esta renovaci¨®n de la matem¨¢tica espa?ola, Echegaray hizo una cr¨ªtica severa de la historia de la matem¨¢tica en nuestro pa¨ªs en su discurso de ingieso en la Real Academia de Ciencias, en 1866.
Seg¨²n el acad¨¦mico galardonado, ?ha progresado mucho la ciencia espa?ola desde la ¨¦poca a la que me refiero. Ha progresado y tambi¨¦n cambiado sus m¨¦todos de trabajo. Ya no se comprende la investigaci¨®n solitaria que llevaron a cabo aquellos grandes colosos. Hoy s¨®lo puede ser eficaz la labor de equipo en que la propia personalidad queda oculta, se diluye en la del equipo, que, inversamente, aumenta con la labor com¨²n de todos sus componentes. Este esp¨ªritu de equipo ha ido entrando poco a poco en la vida cient¨ªfica. espa?ola?.
?Hemos superado la ¨¦poca -prosigue Santesmases- en que Ortega y Gasset dec¨ªa, refiri¨¦ndose a nuestro pa¨ªs: "Ciencia no existe; hombres de ciencia, s¨ª." Actualmente existen escuelas espa?olas en diferentes campos de la investigaci¨®n conocidas internacionalmente y creadas por la labor tenaz e inteligente de personalidades que han logrado aglutinar a grupos de investigaci¨®n en una labor com¨²n. Espa?a ha progresado, sin duda, cient¨ªficamente; pero debemos reconocer que tambi¨¦n lo han hecho los otros pa¨ªses y algunos mucho m¨¢s de prisa. Y ah¨ª est¨¢ precisamente el problema, la distancia que nos separa de estos pa¨ªses es cada d¨ªa mayor.?
?Cu¨¢les son las cualidades que debe poseer el investigador?, se pregunta el profesor Garc¨ªa Santesmases. ?Ram¨®n y Cajal contesta a esta pregunta -responde- se?alando que necesariamente debe tener: "independencia de juicio, curiosidad intelectual, perseverancia en el trabajo, religi¨®n de la patria y amor a la gloria".?
?Sin entrar en el an¨¢lisis de estas cualidades -prosigue-, s¨ª desear¨ªa decir dos palabras sobre el patriotismo. El cient¨ªfico desea que con sus trabajos e investigaciones se pueda elevar el pre st¨ªgio de su patria y que ¨¦sta, a su vez, se sienta orgullosa de sus matem¨¢ticos, fil¨®sofos, f¨ªsicos, qu¨ªmicos y naturalistas, as¨ª como de sus inventores, que la honran y enaltecen. Porque si bien la ciencia no tiene patria, "Ios cient¨ªficos s¨ª la tienen", como dice Pasteur. Sin duda alguna, este patriotismo cient¨ªfico est¨¢ alimentado de amor, silencio y trabajo, y no se aviene, en general, a manifestaciones p¨²blicas y se guarda ¨ªntimamente en el coraz¨®n. Este noble patriotismo de que nos habla Ram¨®n y Cajal se observa en nuestras grandes figuras cient¨ªficas y en las que se preocuparon de la problem¨¢tica de la ciencia en nuestro pa¨ªs. Como Feij¨ªsio, Men¨¦ndez y Pelayo, Torres Quevedo, Cairacido, Ortega, Rey Pastor, Mara?¨®n... ; hace pocos d¨ªas nos recordaba mi querido compa?ero Felipe Calvo el entra?able patriotismo de nuestro gran Emilio Gimeno.?
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