Adelpha denuncia el expolio del Museo de Ciencias Naturales
Los m¨¢s de doscientos a?os de historia con que cuenta el Museo de Ciencias Naturales est¨¢n jalonados de largos per¨ªodos de trabajo paciente y fruct¨ªfero, seguido de momentos de agitaci¨®n social que originaron su desvalijamiento. A partir del inicio de la guerra civil, el proceso sufre un cambio que por ahora no se ha interrumpido: las d¨¦cadas transcurren bajo la indiferencia oficial y la falta de medios, lo que posibilita la acci¨®n complementaria de algunos desaprensivos visitantes que, por ejemplo, deciden llevarse a casa como recuerdo un dedo de la pezu?a de uno de los ¨²nicos ejemplares de megaterio que se conservan en el museo.
En un comunicado redactado por Adelpha en t¨¦rminos muy duros acusa al Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas y a la Administraci¨®n central, en general, de estar permitiendo el desvalijamiento de uno de los m¨¢s importantes museos de Europa. En contrapartida, el tiempo se muestra mucho m¨¢s activo a la hora de cumplir su misi¨®n, la de causar estragos en piezas que habr¨ªa que mimar por su inter¨¦s cient¨ªfico. As¨ª, la luz natural incide ininterrumpidamente sobre los animales disecados de la secci¨®n de zoolog¨ªa y los blanquea, el polvo les cubre con una p¨¢tina de olvido gris¨¢ceo y los cambios de temperatura agrietan las pieles de los animales.Las enormes goteras y humedades en techos y paredes y la falta casi absoluta de vigilancia le dan el aspecto de algo semiabandonado, que excita las apetencias de visitantes desaprensivos, muy capaces de vencer con la simple ayuda de un punz¨®n la fr¨¢gil resistencia de la cerradura de una vitrina que ?protege? f¨®siles, piedras, peque?os instrumentos prehist¨®ricos o colecciones de piezas semipreciosas.
?Se ha perdido pr¨¢cticamente la mejor colecci¨®n de paleontolog¨ªa de Espa?a, producto del trabajo cient¨ªfico de dos siglos. Ha sido reducida a un s¨®tano con tal falta de precauciones que se han desparramado los contenidos de bandejas enteras y se han extraviado infinidad de r¨®tulos, con lo que las piezas dejan de tener inter¨¦s cient¨ªfico. Son miles las piezas desaparecidas. Personas relacionadas con la instituci¨®n se han dedicado al saqueo sistem¨¢tico durante a?os. Entre otras, ha desaparecido la gran pieza de obsidiana, realmente extraordinaria, conocida como el Espejo de los Incas.?
?Un plano relieve de Madrid y sus alrededores, anterior a la guerra civil, ha sido grav¨ªsimamente alterado bajo pretexto de restauraci¨®n, con el a?adido de barrios y v¨ªas de comunicaci¨®n modernos, inutiliz¨¢ndose as¨ª un instrumento hist¨®rico de primer orden.?
Para el director del museo, Eugenio Ortiz, que reconoce el lamentable estado que presenta el centro, las afirmaciones de Adelpha son muy exageradas: ?Es cierto que la colecci¨®n se encuentra en un s¨®tano, pero s¨®lo mientras duran las obras de acondicionamiento y ampliaci¨®n emprendidas. Los expolios se han venido sucediendo desde 1808, cuando los franceses llevaron a su pa¨ªs el contenido de casi todo el museo, y es cierto que la falta de presupuestos ha tenido abandonado el museo desde hace muchos a?os, pero eso se est¨¢ paliando ahora, y esperamos que aumente la plantilla de vigilantes, investigadores y conservadores lo antes posible.?
El se?or Ortiz no se opuso en absoluto a recorrer el museo. Sus explicaciones tomaban un tono apresurado y de cierto nerviosismo al mostrar el esqueleto de una ballena, tirado en el suelo de un s¨®tano desde 1935, o el de un elefante prehist¨®rico encontrado en Toledo, cubierto de polvo. Tambi¨¦n es cierto que las paredes, mapas y vitrinas sufren el incivismo de las personas que lo visitan, pero muestra con satisfacci¨®n las obras de mejora del edificio.
Eugenio Ortiz quiere acondicionar el museo, pero le falta presupuesto. Fue la condici¨®n que puso hace cuatro a?os, al tomar posesi¨®n de su cargo, y afirma que la Administraci¨®n la est¨¢ cumpliendo poco a poco. ?Adelpha exagera al presentar hechos en su nota sin fijar fechas concretas. Por ejemplo, el famoso Espejo de los Incas desapareci¨® no ahora, sino hace aproximadamente un siglo.?
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