Se perdi¨® la par

Una de las pocas cosas que le faltaban al mercado, para acentuar su marcada debilidad, eran sucesos como los que se produjeron ayer por la ma?ana en Madrid.Efectivamente, desde antes del inicio de los primeros corros eran ya de dominio p¨²blico las informaciones referentes al atentado que hab¨ªa costado la vida a cuatro militares en las calles madrile?as, y los m¨¢s dispares comentarios se disparaban por el parquet, alejando la atenci¨®n de los asistentes del comportamiento de la actividad del mercado, mientras el desconcierto cund¨ªa entre los operadores habituales y el papel experimentaba un espectacular incremento.

De nuevo fueron objeto de debate las normas limitativas de las diferencias en los cambios. En este caso eran los bancos Central, Banesto, Hispano y Vizcaya quienes no cubr¨ªan los coeficientes predeterminados para las bajas que registraban. El papel que ten¨ªan en algunos casos era importante, ya que el Central presentaba casi 170.000 t¨ªtulos de saldo total vendedor, y el Santander superaba los 70.000, teniendo el resto ¨®rdenes de venta que sumaban m¨¢s de 20.000 t¨ªtulos, con la ¨²nica excepci¨®n del Popular, que ten¨ªa algo m¨¢s de 13.000.

No obstante, las reglas est¨¢n para cumplirlas, y si no se puede hacer frente a la oferta se flexiona m¨¢s, que hab¨ªa margen legal para ello, o no se hace cambio. El resto del mercado, francamente flojo y con escasas perspectivas, pues al cierre el des¨¢nimo y desconcierto eran generales.