Silencio de Antonio Ros¨®n ante su "cese" como presidente gallego

Antonio Ros¨®n guarda por ahora intencionado silencio despu¨¦s de su regreso de la reuni¨®n de su partido en Madrid, de la que sali¨® pol¨ªticamente defenestrado. Ayer se incorpor¨® a su despacho de la Junta, en el que recibi¨®, entre otras visitas, al embajador ingl¨¦s, Anthony Acland.Algunos ayuntamientos regentados por alcaldes de UCD que le son fieles se han dirigido oficiosamente al se?or Ros¨®n para conocer sus pr¨®ximas intenciones pol¨ªticas y ofrecerle apoyo. No parece, sin embargo, inminente ninguna decisi¨®n definitiva por parte del grupo, ahora absolutamente minoritario, del primer presidente que tuvo la preautonom¨ªa gallega.

Parad¨®jicamente, quien m¨¢s y mejor est¨¢ apoyando ahora el papel pol¨ªtico de Antonio Ros¨®n, aunque s¨®lo sea de manera impl¨ªcita, es el conjunto de la izquierda autonomista y, de forma m¨¢s abierta que nadie, el Partido Comunista. L¨ªderes de este grupo, del PSOE, del Partido Obreiro Galego, del Partido Socialista Galego y del Partido Galeguista, criticaron con preocupaci¨®n el aparente giro a la derecha impuesto por UCD a la pol¨ªtica gallega.

El caso es que la figura de Ros¨®n se est¨¢ viendo as¨ª reforzada como la del pol¨ªtico de UCD que mejor conect¨® con las apetencias autonomistas de Galicia. El hombre que entr¨® a la pol¨ªtica democr¨¢tica con el peor de los pies -recu¨¦rdese el pasado pol¨ªtico franquista que le atribuy¨® el famoso reportaje de la revista Intervi¨² hace m¨¢s de un a?o- sale ahora del puesto que ten¨ªa contando con mejores amigos en toda la izquierda autonomista.

Algo puede pasar todav¨ªa antes de la elecci¨®n del d¨ªa 9. Unidade Galega, el Partido Comunista y el PSOE culminaron ayer las conversaciones, que duraron dos d¨ªas, para establecer un plan conjunto de presi¨®n a favor de que no se detenga ni deteriore el proceso auton¨®mico emprendido. Quieren, de una forma o de otra, intervenir para que la reuni¨®n de alcaldes que va a tener lugar en Santiago el d¨ªa 9 se convierta en una demostraci¨®n de fuerza proautonomista y no descartan la posibilidad de convocar manifestaciones populares de apoyo al Estatuto.