Un paso en la construcci¨®n de Europa
Miembro del Comit¨¦ Ejecutivo del PCE. Responsable de Relaciones Exteriores
No es posible disminuir, en mi opini¨®n, la trascendencia de las elecciones al Parlamento Europeo.
Cabe hacerse la siguiente pregunta: ?Por qu¨¦ precisamente ahora esta elecci¨®n del Parlamento Europeo? Yo no creo que se pueda separar esta convocatoria de la coyuntura que est¨¢ viviendo la construcci¨®n europea. No cerremos los ojos: los proyectos anunciados a bombo y platillo hace algunos lustros han sufrido y sufren fracasos muy graves.
La crisis que sacude Europa occidental, y que no es s¨®lo econ¨®mica sino pol¨ªtica, ideol¨®gica, de civilizaci¨®n, indica, en cierto modo, la incapacidad del capitalismo, incluso con sus construcciones europeas, de hacer frente a los problemas contempor¨¢neos. Los fracasos de la construcci¨®n europea son, hay que decirlo con todas las letras, fracasos de una construcci¨®n encabezada.
Me apresuro a indicar un hecho verdaderamente escandaloso que muestra las limitaciones de la Europa capitalista: si hoy existen ?ciudadanos europeos?, son los trabajadores emigrados, que viven y trabajan en un pa¨ªs diferente al suyo propio, que asumen muchas veces dos culturas y emplean dos idiomas y que han sido, en gran parte, los constructores directos de las principales realizaciones industriales del Occidente europeo; pues bien, una parte considerable de estos trabajadores no podr¨¢ participar en la elecci¨®n del Parlamento Europeo.
En realidad, a medida que la construcci¨®n europea avanza y se enfrenta con los problemas m¨¢s actuales, se manifiestan una serie de distorsiones, conflictos, en la base de los cuales est¨¢ una contradicci¨®n de fondo entre la dominaci¨®n monopolista y las exigencias objetivas que llevan consigo los problemas contempor¨¢neos; las soluciones nuevas, audaces, que son necesarias, quedan paralizadas por la ley del beneficio privado.
?Qu¨¦ papel va a desempe?ar en ese contexto el nacimiento de un Parlamento elegido por sufragio universal? Claro que no har¨¢ ning¨²n milagro. Pero es dif¨ªcil medir la din¨¢mica interna que se pone en marcha con un acontecimiento tan cargado de novedad, y cuyo, alcance futuro es imprevisible.
Tuve ocasi¨®n recientemente, durante una visita a Munich, de conversar con uno de los dirigentes de la Democracia Cristiana alemana, y fue para m¨ª sintom¨¢tica la actitud de desencanto y pesimismo manifestada por ¨¦l ante las elecciones del Parlamento Europeo (cuando precisamente esas fuerzas pol¨ªticas fueron, hace a?os, los principales campeones de la construcci¨®n europea). Quiero discernir en este hecho una indicaci¨®n m¨¢s general: la derecha tema, est¨¢ recelosa de estas elecciones por sufragio universal y de lo que de ello pueda salir ma?ana.
El Partido Comunist¨¢ de Espa?a se ha pronunciado en favor, no ya de una Europa econ¨®mica, sino de una Europa pol¨ªtica. Existen hoy problemas econ¨®micos, sociales, que no tienen soluci¨®n en el marco de los Estados hoy existentes. Es pues l¨®gico y necesario que surjan ¨®rganos de debate y decisi¨®n pol¨ªtica extranacionales. El problema es precisamente que esos ¨®rganos no sean meros instrumentos de los monopolios, sino que puedan expresar la voluntad de los pueblos.
Nosotros insertamos el apoyo a la elecci¨®n por sufragio universal del Parlamento Europeo en nuestra visi¨®n estrat¨¦gica, en nuestro objetivo de lucha por una Europa que no est¨¦, como ocurre hoy, sometida al control y dominio de las multinacionales y de los grandes monopolios capitalistas.
Europa de los trabajadores
Es evidente que para avanzar de verdad hacia una Europa de los trabajadores dos cambios son fundamentales en el actual proceso de construcci¨®n europea: la democratizaci¨®n, la desburocratizaci¨®n.
La elecci¨®n por sufragio universal del Parlamento Eviropeo va a ser un paso democratizador. Y esperamos que pueda contribuir tambi¨¦n a otras medidas que eleven el papel y la participaci¨®n de los sindicatos obreros en las decisiones comunitarias.
No creo que sea pecar de opt¨ªmismo pensar que en ese nuevo Parlamento elegido por sufragio universal podr¨¢n ser abordadas cuestiones como el paro, la crisis econ¨®mica, la situaci¨®n de los trabajadores emigrados, la producci¨®n agraria, las zonas relativamente subdesarrolladas, la jornada de trabajo, la ecolog¨ªa, etc¨¦tera.
Por tanto, surgir¨¢ un verdadero debate pol¨ªtico, a nivel europeo, en el que estar¨¢n interesadas las grandes masas de las ciudades y de los campos del continente.
Desde nuestra perspectiva eurocomunista, una de las cuestiones esenciales que va a facilitar el Parlamento Europeo es el di¨¢logo, y eventual acci¨®n com¨²n, entre comunistas y socialistas. En favor de ello se han pronunciado ya algunos partidos socialistas, y los que han tomado una actitud negativa se encontrar¨¢n sometidos, sin duda, a la presi¨®n de los hechos mismos. A trav¨¦s de ese di¨¢logo, ser¨¢ posible reforzar, en un sentido democr¨¢tico, las actuales instituciones comunitarias para que expresen las exigencias y necesidades de los trabajadores, para corregir los actuales desequilibrios de Europa, para abrir nuevos horizontes en la actual situaci¨®n de crisis.
Algunos peri¨®dicos est¨¢n hablando en los ¨²ltimos tiempos de ?la muerte? del eurocomunismo. Es ignorar que el proceso eurocomunista est¨¢, por as¨ª decir, en sus comienzos, que tiene un largo campo ante s¨ª en el que trabajar y luchar para contribuir a que el movimiento obrero occidental, con sus fuerzas organizativas y el desarrollo creador de una estrategia pol¨ªtica, elabore respuestas, soluciones reales, de signo progresista, a los problemas contempor¨¢neos de Europa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.