Abordar la fiesta como hecho cultural, popular y nacional
Diputado del PCE por Madrid Vicepresidente de la Diputaci¨®n
El monopolio que durante siglos ha ejercido el antiguo Hospital General de Beneficencia de Madrid sobre las corridas de toros celebradas en determinado territorio adscrito a dicha instituci¨®n ten¨ªa su fundamento moral en el destino social y de pura beneficencia de los fondos obtenidos.
La construcci¨®n posterior de: las sucesivas plazas de toros hasta la del actual coso de Las Ventas, y su titularidad jur¨ªdica a favor de la actual Ciudad Sanitaria Provincial de Madrid, no hacen m¨¢s que confirmar una tradici¨®n iniciada hace m¨¢s de cuatro siglos por Felipe II y desarrollada por los reyes-alcaldes Fernando VI y Carlos III.
Sin embargo, la Diputaci¨®n Provincial no puede quedarse en una interpretaci¨®n economicista y literal de las viejas pragm¨¢ticas reales. El hecho cierto de ser titular, a trav¨¦s de su Ciudad Sanitaria, de una plaza de toros de las peculiares e irrepetibles caracter¨ªsticas de Las Ventas, le obliga a encararse con la fiesta de los toros como frente a un hecho cultural, popular y nacional.
1. Un hecho cultural, en el sentido literal y m¨¢s puro del concepto cultural, como actividad ritual, de recreaci¨®n y colectiva por el que el hombre se enfrenta a las potencias de la natutaleza y convierte esa relaci¨®n dial¨¦ctica hombre-destino en un juego, en una aventura, y en esa superaci¨®n de la materia que es en definitiva el arte.
2. Un hecho popular, porque no se trata de un hecho cultural reservado a un grupo de iniciados o de poderosos, sino abierto a la participaci¨®n popular, a su multitudinaria transformaci¨®n en espect¨¢culo de masas y en objeto de debate p¨²blico y apasionado.
3. Y un hecho nacional, enraizado de una u otra manera en las tradiciones propias de todos los pueblos y nacionalidades de Espana, que interpretan la fiesta com¨²n con sus propios acentos, mitos y costumbres. Y que al interpretarlo com¨²n y diferencialmente, ayudan a entender la complejidad y la unidad de todas y cada una de las partes de esta vieja piel de toro ib¨¦rica.
Por todo ello, la nueva Corporaci¨®n provincial debe superar la concepci¨®n monetarista de la explotaci¨®n de su plaza de toros, lo que no quiere decir que no deba esforzarse por conseguir una rentabilidad econ¨®mica adecuada al valor patrimonial y comercial de Lag Ventas. Quiere decir, ni m¨¢s ni menos, que debe protagonizar, en el ¨¢mbito y nivel provincial, una pol¨ªtica nueva respecto al hecho de los toros, una pol¨ªtica que tenga en cuenta precisamente los caracteres realmente ¨²nicos que confluyen en la fiesta, y que le ponen en el trance ineludible de asumir una posici¨®n activa y creadora.
La hoy indefinida, aunque inevitable adscripci¨®n de Madrid a una concreta comunidad aut¨®noma o su propia institucionalizaci¨®n como comunidad aut¨®norna, refuerza las tesis esgrimidas a lo largo de estas l¨ªneas. La ganader¨ªa, el patrimonio monumental de inter¨¦s de la comunidad aut¨®noma, el fomento de la cultura... son competencias que seg¨²n nuestra Constituci¨®n pueden ser asumidas por las comunidades aut¨®nom as. Debemos, por tanto, prepararnos desde ahora para recorrer esta etapa eficaz y creativamente. Y todo ello, sin olvidar que los toros son tambi¨¦n un hecho econ¨®mico de singular importancia. Y que como tal hecho econ¨®mico debiera ser objeto de una regulaci¨®n adecuada a la confrontaci¨®n de todos los intereses en presencia (ganaderos, matadores, cuadrillas, empresdrios, p¨²blico) y a la astinci¨®n que compete a las instituciones de gobierno de sus responsabilidades ante un hecho cultural, nacional y popular.
Los pr¨®ximos cuatro a?os de vida legal de la nueva Corporaci¨®n provincial deben ir jalonando de medidas y actuaciones concretas el camino trazado, poniendo en pr¨¢ctica las ideas que definen esa nueva pol¨ªtica.
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