Felipe, un j¨®ven soldado sandinista catorce a?os
Felipe tiene los ojos azules, rizos negros, mejillas redondas y catorce a?os. Sus gestos son a¨²n los de un ni?o. Tiene a veces sonrisas que har¨ªan derretirse a cualquier padre. Es, sin embargo, un soldado y un militante pol¨ªtico. Sali¨® con su hermano Alfonso, de diecis¨¦is a?os, del barrio de Nicararo, en Managua, donde se lucha desde hace quince d¨ªas. Alfonso fue herido por una bala de metralleta Galil, que le perfor¨® la pierna y le arranc¨® un test¨ªculo. La convalecencia sigue su curso, pero sus ojos denotan la fiebre. Vestido con un pijama amarillo, Alfonso se incorpora, ayudado por un bast¨®n. Habla de ?levantarse en armas?,-de ?volver al combate?, con seriedad y tristeza mezcladas.Felipe est¨¢ lleno de conciencia pol¨ªtica. Su conversaci¨®n est¨¢ tan estructurada como la de cualquier viejo militante y se orienta hacia la pr¨¢ctica. Su formaci¨®n es visiblemente marxista -pertenece a la tendencia llamada proletaria del Frente Sandinista-, lo que le deja libre de referencias obligadas a. los grandes maestros del sistema. Le disculpa del recital fastidioso de las frases m¨¢gicas del marxismo acad¨¦mico.
Su principio es movilizar a las masas para que participen en la revoluci¨®n, y sabe que el enemigo com¨²n es la dictadura. Felipe tiene muy visible el esquema de organizaci¨®n desarrollado por el FSLN en los barrios,la raz¨®n para cada puesto, de cada tarea. Proporcionalmente a su edad y sus fuerzas, la acci¨®n de este jovencito en su barrio debi¨® ser devastadora para el r¨¦gimen. Felipe es jefe de una brigada de reservistas milicianos, gan¨® sus galones a los doce a?os. En aquel momento sus armas eran las ?bombas de contacto?, explosivos de fabricaci¨®n artesanal que estallaban al contacto. Una de sus bombas arranc¨® un ojo a Macho Negro, oficial de la Guardia Nacional, c¨¦lebre por su crueldad.
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