Debate sobre la exclusividad consultiva de la Academia de la Lengua Vasca y el anticipo de la televisi¨®n privada

La Comisi¨®n Constitucional del Congreso y la delegaci¨®n de la Asamblea de Parlamentarios vascos iniciaron ayer el debate sobre el Estatuto de Autonom¨ªa del Pa¨ªs Vasco, con la aprobaci¨®n en la sesi¨®n de la ma?ana de veinticuatro art¨ªculos, precedida de unas manifestaciones de Manuel Fraga y Blas Pi?ar. Las del se?or Fraga fueron m¨¢s vehementemente espa?olistas, pero terminaron aceptando el Estatuto pactado entre PNV y UCD, mientras que las del se?or Pi?ar. m¨¢s moderadas, concluyeron con el rechazo de todo el Estatuto vasco. Los temas m¨¢s debatidos fueron la posibilidad de la televisi¨®n privada y la exclusividad, o no, de la Academia de Lengua Vasca como ¨®rgano consultivo oficial del euskera.Al comienzo de la sesi¨®n, el presidente de la Comisi¨®n, Emilio Attard, hizo alusi¨®n al instante hist¨®rico que la aprobaci¨®n parlamentaria del Estatuto significaba para el Pa¨ªs Vasco y para todo el pueblo espa?ol, en coincidencia con el 103 aniversario de la abolici¨®n de los fueros. El se?or Attard justific¨® la premura de la convocatoria de la Comisi¨®n, ?a pesar de las voces discordantes?. Como compensaci¨®n a una de ellas, la de Manuel Fraga, concedi¨® a este diputado un turno de dif¨ªcil encaje reglamentarlo. El se?or Fraga hizo una declaraci¨®n general sobre todo el Estatuto., protest¨® por las ?prisas injustificadas? y abandon¨® la sesi¨®n. En representaci¨®n de Coalici¨®n Democr¨¢tica qued¨® Antonio Carro.

El representante de Uni¨®n Nacional, Blas Pi?ar, consumi¨® un turno m¨¢s breve para expresar el sentimiento de dolor por el asesinato de un polic¨ªa nacional, el pasado viernes, y mostrarse contrario al procedimiento de elaboraci¨®n del Estatuto, as¨ª como a su contenido. En coherencia con esto, vot¨® en contra de los seis primeros art¨ªculos sometidos a votaci¨®n, m¨¢s tarde protest¨® por el calificativo que humor¨ªsticamente atribuy¨® a su voto Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s -voto impenitente- y abandon¨® la reuni¨®n.

Los trabajos de la Comisi¨®n se desarrollaron, por lo dem¨¢s, en medio de continuas interrupciones de car¨¢cter reglamentista a cargo del centrista Oscar Alzaga. En un momento dado quiso ser mordaz con el se?or Guerra, acus¨¢ndole de someter a los miembros de la Comisi¨®n a una continua gimnasia verbal, en ocasi¨®n de las sucesivas votaciones. Esto provoc¨® una r¨¦plica fulminante del se?or Guerra: ?La gimnasia del se?or Alzaga no es la de las votaciones, sino la de las carreras que tiene que hacer al tel¨¦fono para consultar. En cuanto a la gimnasia verbal, a UCD le vendr¨ªa mejor una intelectual.?

Retirados los votos particulares presentados por algunos grupos a los primeros art¨ªculos del Estatuto, se aprobaron los cinco primeros, pr¨¢cticamente por unanimidad, con la ¨²nica excepci¨®n del voto en contra. del se?or Pi?ar. En el sexto se plante¨® un debate en torno al car¨¢cter consultivo, exclusivo o no, de la Academia de la Lengua Vasca. En el Estatuto de Guernica se establec¨ªa esta exclusividad, pero la ponencia suprimi¨® la palabra la, quedando la Real Academia de la Lengua Vasca (Euskaltzaind¨ªa) como instituci¨®n consultiva oficial, pero no ¨²nica.

El centrista Alberto Ollart defendi¨® el texto de la ponencia, por considerar poco conveniente el monopolio de una sola instituci¨®n consultiva. Xabier Arzallus (PNV) a?adi¨® que el texto de Guernica, en este punto, fue posible gracias a un solo voto de diferencia y a la

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abstenci¨®n de UCD. Apel¨® al voto de la delegaci¨®n de la Asamblea de Parlamentarios vascos -?no deseo recurrir a ninguna instancia no vasca?- para decidir.

El socialista vasco los¨¦ Antonio Maturana y Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s (Euskadiko Ezkerra) defendieron como m¨¢s progresista la exclusividad de la Academia citada para la consulta oficial sobre el euskera. El se?or Bandr¨¦s aclar¨® el t¨¦rmino ?diglosia? como opresi¨®n de una lengua por otra y asegur¨® que en el Pa¨ªs Vasco ?la ideolog¨ªa pasa por la ling¨¹¨ªstica?. Reproch¨® fraternalmente al PNV que metiera en Madrid el gol que no pudo meter en Euskadi.

Sometido a votaci¨®n el voto particular, fue rechazado por trece votos ¨¢ favor (socialistas y comunistas) y veinte en contra en la comisi¨®n, y tres votos a favor (socialistas y EE) y diez en contra en la delegaci¨®n de la Asamblea de Parlamentarios. El n¨²mero cuatro del art¨ªculo seis -, ?La Real Academia de la Lengua Vasca (Euskaltzaindia) es instituci¨®n consultiva oficial en lo referente al euskera?- fue aprobado por unanimidad de ambos colectivos.

Tambi¨¦n por unanimidad, en ausencia del se?or Pi?ar, se aprobaron nuevos paquetes de art¨ªculos, hasta llegar al 19, en el que se plante¨® el tema de la televisi¨®n privada. Respecto al texto del Estatuto de Guernica, en el que quedaba clara la competencia del Pa¨ªs Vasco sobre la televisi¨®n estatal en su territorio, el pacto UCD-PNV introdujo un nuevo texto, seg¨²n el cual las facultades ejecutivas del Pa¨ªs Vasco sobre los medios de comunicaci¨®n social de titularidad estatal ?se coordinar¨¢n con las del Estado, con respecto a la reglamentaci¨®n espec¨ªfica aplicable ?.

El se?or Oliart defendi¨® la necesidad de coordinar la radio y la televisi¨®n auton¨®mica con la actividad del Estado, para evitar interferencias t¨¦cnicas y en respeto a los acuerdos del Estado con otros Estados. Marcos Vizcaya (delegado por el PNV de la asamblea proponente) rechaz¨® el planteamiento ideol¨®gico que se hab¨ªa hecho del tema, cuya regulaci¨®n, seg¨²n ¨¦l, era neutral. Se?al¨® que la alusi¨®n al Pa¨ªs Vasco se refer¨ªa a los poderes p¨²blicos del mismo, por lo que no era correcta la interpretaci¨®n de que se estaba metiendo de matute la televisi¨®n privada en el Estatuto tema sobre el que deber¨¢ decidir

Parlamento en su momento.

El socialista Alfonso Guerra explic¨® que el nuevo texto rebajaba el de Guernica al aludir al respeto no ya a la legislaci¨®n, sino a la mera reglamentaci¨®n del Estado, lo que impedir¨¢ al poder p¨²blico del Pa¨ªs Vasco toda competencia sobre la televisi¨®n estatal. A?adi¨® que el partido del Gobierno quiere aprovechar el Estatuto vasco para ?dejar la semilla de la ambig¨¹edad sobre la futura televisi¨®n privada ?. El se?or Ollart replic¨® que los socialistas no quer¨ªan impedir que se metiera de matute la televisi¨®n privada, sino evitar, a trav¨¦s del Estatuto vasco, una futura ley org¨¢nica que contemple la televisi¨®n privada. Esta manifestaci¨®n hizo afirmar al se?or Guerra que ya no cab¨ªa duda de los prop¨®sitos centristas de introducir en el Estatuto vasco la televisi¨®n privada como caballo de Troya para hacerlo en todo el estado.

Sometido a votaci¨®n, el voto particular de la izquierda fue rechazado. Obtuvo trece votos favorables (socialistas y comunistas), diecinueve en contra y una abstenci¨®n (Minor¨ªa Catalana), en la Comisi¨®n Constitucional, y tres votos a favor (socialistas y EE) y diez en contra.