Saldos de verano en la empresa p¨²blica
?... Cre¨ªamos haber llegado a un acuerdo por virtud del cual la nueva central t¨¦rmica a construir en Puentes de Garc¨ªa Rodr¨ªguez se realizar¨ªa por las empresas privadas y tambi¨¦n se estudiar¨ªa una f¨®rmula para adquirir por dichas empresas la central de Ponferrada o al menos su energ¨ªa. Las empresas privadas afectadas por Puentes nos pusimos r¨¢pidamente de acuerdo con Fenosa, para que ¨¦sta llevase adelante dicha central, con el respaldo de las cuatro empresas privadas que tienen en su activo parte de las acciones de Fenosa.?Este p¨¢rrafo pertenece a una carta, de fecha 3 de junio de 1971, que, con el encabezamiento ?Querido Luis? dirig¨ªa el marqu¨¦s de Casa Oriol, presidente de Hidroel¨¦ctrica Espa?ola, al entonces vicepresidente del Gobierno, Carrero Blanco. A pesar de que dicha carta finalizaba con un ?Estoy a tu disposici¨®n para aclarar y concretar lo que creo se puede hacer?, no lleg¨® a consumarse entonces el proceso de privatizaci¨®n de activos el¨¦ctricos p¨²blicos, iniciado con Auxini y Moncabril. Las centrales de Puentes y Ponferrada, a que hace referencia el se?or Oriol, fueron finalmente construidas por la Empresa Nacional de Electricidad (ENDESA).
Desde 1971 han cambiado muchas cosas en Espa?a; pero, con respecto a otras, muchas situaciones y personas, todo contin¨²a -como dec¨ªa Lampedussa- siendo igual. El sector el¨¦ctrico es uno de los que pretende continuar como si nada hubiera cambiado. Y, sin embargo, ocho a?os despu¨¦s de esta carta, incluso su propia situaci¨®n interna es hoy diferente. Pas¨® la ¨¦poca dorada de las grandes empresas el¨¦ctricas que produc¨ªan saneados beneficios a sus due?os. Hoy se benefician de este sector, fundamentalmente, los bancos, que controlan los consejos de administraci¨®n y las grandes decisiones de inversi¨®n (m¨¢s de 100.000 millones de pesetas al a?o) y su recaudaci¨®n (300.000 millones de pesetas anuales). El futuro del sector el¨¦ctrico no lo ven, sin embargo, claro los bancos, y la prueba es que no s¨®lo se han desprendido de sus grandes paquetes de acciones en ¨¦l (contribuyendo a su ca¨ªda en Bolsa), sino que no les importa su inadecuada pol¨ªtica financiera, que est¨¢ conduciendo a su descapitalizaci¨®n a largo plazo, con tal de que el tinglado siga funcionando a corto. Interesante ser¨ªa hoy conocer qui¨¦nes son los primeros titulares e acciones el¨¦ctricas, que no ser¨¢n otros que las cajas de ahorro y el Banco de Espa?a.
Los el¨¦ctricos, dispuestos a pactar con la nueva realidad (recu¨¦rdese la salida forzada de Oriol de la presidencia de UNESA), deciden, en cambio, tras las ¨²ltimas elecciones, pasar al ataque. No hay que olvidar la financiaci¨®n discreta de este sector al partido en el Gobierno en los meses electorales. Curiosamente, un ex empleado de Hidroel¨¦ctrica Espa?ola (la empresa que preside Oriol), que, por haber sido subsecretario y con carn¨¦ de UCD, ten¨ªa, tras su retiro, cupo de asentadero en una empresa p¨²blica, ocup¨® la presidencia de ENDESA en el mes de abril, tras el reajuste poselectoral. En el debate sobre el PEN en las Cortes, uno de los partidos de la oposic¨ª¨®n se?al¨® ?un se?or que es conocido en todo Madrid como enemigo declarado de la empresa p¨²blica, pasa a dirigir la entpresa p¨²blica m¨¢s importante del sector el¨¦ctrico?.
Es dudoso que una persona que se declaraba en dicha r¨¦plica tan opuesto a la expansi¨®n de la empresa p¨²blica sea la m¨¢s adecuada para presidir una de las m¨¢s importantes. En todo caso, su actuaci¨®n, en los meses transcurridos desde entonces, permite se?alar que, desde luego, no corresponde a la de un aut¨¦ntico liberal, que se propusiera maximizar el beneficio de la empresa de la que es responsable. Los planes nucleares de ENDESA han sido abandonados, sus proyectos de l¨ªneas a alta tensi¨®n cercenados. Lo m¨¢s grave, no obstante, por su significaci¨®n, es la posible venta de la mitad de los nuevos grupos en construcci¨®n de la central de Ponferrada de ENDESA, en una operaci¨®n en la que se establecen contra esta ¨²ltima una serie de condiciones perjudiciales, que no ser¨ªan nunca admitidas, si de verdad se administraran las empresas p¨²blicas como las privadas. La sociedad compradora es, por otra parte, Fenosa, que es una empresa privada con problemas de expansi¨®n, pero que, como indicaba el marqu¨¦s de Casa Oriol en la carta a que al principio se hizo referencia, cuenta ?con el respaldo de las cuatro empresas privadas que tienen en su activo parte de las acciones de Fenosa?.
Si esta operaci¨®n se lleva a cabo, habr¨¢ que convenir que los saldos de verano de la empresa p¨²blica contin¨²an, pero esta temporada sin necesidad de cartas con el encabezamiento de ?Querido Luis?, ya que entre ministros ?progresistas? y presidentes de empresa ?liberales? van a hacer que el marqu¨¦s de Casa Oriol vea cumplido el viejo deseo que le contaba a su amigo Luis.
No hay que dejar de lado en este comentario las dif¨ªciles condiciones en que desarrolla su actividad ENDESA. En este punto tambi¨¦n se demuestra que la empresa p¨²blica suele ser m¨¢s ineficiente que la privada, lo cual es un asunto grave. La convivencia de la sociedad p¨²blica y la privada es un esquema que se repite en todos los pa¨ªses occidentales y que cada vez ser¨¢ m¨¢s frecuente en sectores b¨¢sicos dependientes en buena medida de decisiones administrativas. Lo importante es conseguir grados de eficiencia. La tarea de ENDESA es hoy ¨¦sa, pero en ning¨²n caso puede ceder a su d¨¦bil presencia en el mercado en favor del sector privado.
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