El Museo de Arte Ruso Contempor¨¢neo en el exilio re¨²ne m¨¢s de 700 obras de cien pintores
Entrevista con su director, Alexandre Gleser
La Exposici¨®n Par¨ªs-Mosc¨², la pol¨¦mica que la misma ha levantado y los rumores sobre las presiones y la censura que el Gobierno sovi¨¦tico ha ejercido para su organizaci¨®n han puesto, una vez m¨¢s, de actualidad el problema del arte ?no-conformista? en la URSS y, en consecuencia, el Museo de Arte Ruso Contempor¨¢neo en el exilio (Chateau du Moulin de Senfis-Montgeron), que re¨²ne m¨¢s de setecientas obras de cien pintores rusos que no han querido someterse a la dictadura art¨ªstica impuesta por el PC ruso pocos a?os despu¨¦s de la Revoluci¨®n de Octubre.
El visitante que trate de juzgar estos trabajos con los criterios que se aplican actualmente a las vanguardias de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas se sentir¨¢ decepcionado; la vanguardia rusa sigue otros caminos que le son propios, cuyas l¨ªneas de fuerza fundamentales son el expresionismo, realismo fant¨¢stico, surrealismo, simbolismo, sintetismo metaf¨ªsico y primitivismo.El director y creador de este museo, Alexandre Gleser (poeta, traductor y cr¨ªtico de arte, organizador de la exposici¨®n de 1975, arrasada por los bulldozers y la KGB en los alrededores de Mosc¨² y que ocasion¨® la detenci¨®n de cinco pintores), habla apasionadamente de la situaci¨®n de la pintura ?no-conformista? en la URSS y sus conflictos con el poder.
?Como consecuencia de esta exposici¨®n, me ofrecieron como alternativa ir a prisi¨®n, acusado de "actividades antisovi¨¦ticas", o irme al extranjero. Acept¨¦ marcharme a condici¨®n de que me dejaran sacar la colecci¨®n que hab¨ªa comenzado en 1967, con motivo de la primera exposici¨®n de pintura "no-conformista", en el Club de la Amistad, y que fue cerrada a las dos horas. Esta colecci¨®n constituy¨® la base del museo, que se ampl¨ªa continuamente, no s¨®lo con obras de pintores rusos en el exilio sino con las de quienes siguen all¨ª y que conseguimos hacer pasar clandestinamente.?
Las tareas fundamentales del museo son dar a conocer al p¨²blico el arte ?prohibido? en la URSS, organizando exposiciones, editando cat¨¢logos, etc¨¦tera. ?Hasta el momento hemos realizado quince en diferentes pa¨ªses: Francia, B¨¦lgica, Jap¨®n, Estados Unidos, Inglaterra. Adem¨¢s de esto, algo que para nosotros es lo m¨¢s importante: ayudar moralmente a los artistas que contin¨²an trabajando en nuestra patria. Si un pintor se hace famoso en el extranjero, le resulta m¨¢s dif¨ªcil al PC ruso crearle problemas, encerrarlo en la c¨¢rcel o en un psiqui¨¢trico.?
?Por otra parte, desde 1976 nos preocupamos tambi¨¦n de los escritores rusos. Sacamos una revista, La Tercera Ola, sobre literatura y artes pl¨¢sticas, que comprende textos de escritores en el exilio o no, y editamos libros. Por el momento todo es en ruso, pero tenemos el proyecto de reeditar, traducidos al franc¨¦s, todos los n¨²meros de la revista ya aparecidos.?
?De la misma manera que para los cuadros, conseguimos obtener manuscritos de escritores, como, por ejemplo, el de Milhail Heifetz, que ha permanecido durante muchos a?os en un campo de concentraci¨®n, actualmente exiliado en Siberia, donde cuenta su experiencia y habla de quienes llevan veinticinco o cincuenta a?os encerrados, sin que nadie se acuerde de ellos pero, sobre todo, de los movimientos nacionalistas (let¨®n, ucraniano, etc¨¦tera) que se desarrollan en el interior de los campos. Otro de nuestros objetivos, conseguido parcialmente todav¨ªa, es que todo lo que editamos se distribuya clandestinamente en la URSS.?
Pregunta. ?Qu¨¦ ayudas han recibido para poner en funcionamiento el museo y la editorial?
Respuesta. Nuestro deseo era conseguir primero cr¨¦ditos del Ministerio de la Cultura, un lugar para instalar el museo en el mismo Par¨ªs y que fuera reconocido como tal; pero no lo hemos conseguido porque este reconocimiento crea problemas a nivel diplom¨¢tico. Hace tres a?os recibimos la visita de directivos del Beaubourg; se interesaron much¨ªsimo, pero nos confesaron que no pod¨ªan exponernos, porque si lo hac¨ªan no recibir¨¢n obra procedente de la URSS para la ya entonces proyectada Exposici¨®n Par¨ªs-Mosc¨².
El arte de propaganda
P. ?Cu¨¢l es su opini¨®n sobre la misma?R. Es interesante, pero no muestra suficientemente la vanguardia, pues ha dedicado demasiado espacio al arte de propaganda. Lo realmente grave es que actualmente el Gobierno sovi¨¦tico se permite exhibir en Par¨ªs lo que est¨¢ prohibido en Mosc¨², tan prohibido, que la mayor¨ªa de esas obras est¨¢n en las cavas y s¨®lo pueden ser visitadas por los cr¨ªticos o historiadores de arte con un permiso especial del ministro de la Cultura. Por otra parte, en el cat¨¢logo hay ausencias significativas, as¨ª como en la exposici¨®n. Toda la pol¨¦mica entre los artistas y el poder no est¨¢ ni insinuada, ni tampoco c¨®mo el PC consigui¨® imponer sus directrices siguiendo la idea de Lenin (escrita en un diario personal en 1926), qtre afirma: ?El arte es un medio de propaganda; una vez que ha cumplido esta funci¨®n, hay que extirparlo como si se tratara de un ap¨¦ndice.? Tampoco habla de los que se fueron o la situaci¨®n en que vivieron los que se quedaron, marginados, sin poder trabajar, se les negaba incluso la cartilla de racionamiento. En los coloquios habidos en la Sorbona (los pasados 5 y 6 de junio) sobre Cultura y poder comunista se decidi¨® hacer un suplemento al cat¨¢logo, que ser¨¢ editado por el peri¨®dico Liberaci¨®n junto con el comit¨¦ del museo.
P. Algunos afirman que, tras las exposiciones de ?disidentes? en 1975, el Gobierno sovi¨¦tico es m¨¢s flexible por lo que se refiere al arte ?no-conformista?.
R. Es cierto que, tras la reacci¨®n de la prensa internacional, las autoridades sovi¨¦ticas se sintieron obligadas a organizar la primera exposici¨®n libre de pintura no oficial, en septiembre de 1975 (inmediatamente despu¨¦s de la que arrasaron los bulldozers); pero esto no puede hacer olvidar que despu¨¦s, y como consecuencia de esta exposici¨®n, tres pintores fueron internados en asilos psiqui¨¢tricos y cinco m¨¢s gozaron de una especial atenci¨®n de la polic¨ªa, con todo lo que esto supone. El pasado mes de abril, un grupo de pintores decidi¨® organizar en Mosc¨² una muestra llamada Mosc¨²-Par¨ªs, donde se expon¨ªan tambi¨¦n obras de pintores obligados a exiliarse. Las autoridades detuvieron a seis de los organizadores, acusados ?de actividades antisovi¨¦ticas?, y el d¨ªa de la inauguraci¨®n el apartamento ardi¨®, quedando destruido, as¨ª como los cuadros expuestos. La exposici¨®n de la galer¨ªa Katia Granoff Mosc¨² -Petersburgo, que comprende obras de Chemiakine, Jarkikh, Kalinine, Kropivnitskaya, Krunsky, Liagatchev, Nei, Neyzvestnyi, Niemoukhine, Plavinsky, A. Tabine, O. Rabine, Rycline, Samoguitey Yankilevsky, es nuestra respuesta.
Antes de despedirnos, Gleser nos da una hoja multicopiada. Es la solicitud de asilo pol¨ªtico que, con ocasi¨®n de un viaje tur¨ªstico a Francia, el pintor N. Paulovqui, miembro de la Uni¨®n de Pintores y del Partido Comunista de la URSS, ha enviado a las autoridades competentes. En ella expone las razones que le han obligado a tomar esta determinaci¨®n, entre otras:
?Todas las exposiciones en la URSS est¨¢n relacionadas con las fiestas del PC. Por ejemplo, en la exposici¨®n consagrada a los sesenta a?os de la milicia sovi¨¦tica se encontraban los siguientes temas: grupo de milicianos haciendo deporte, miliciano y su novia eligiendo sus alianzas. Los pintores que se atreven a descubrir algo nuevo o in¨¦dito se enfrentan a los tab¨²es oficiales. Yo he pasado por esta experiencia; nunca he podido exponer mis ¨²ltimos cuadros, a no ser que cambie de temas ... ?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Guerra fr¨ªa
- Deserci¨®n
- Disidencia
- Delitos militares
- Movimientos culturales
- Pintura
- Museos
- Archivos
- URSS
- Bloques pol¨ªticos
- Justicia militar
- Artes pl¨¢sticas
- Instituciones culturales
- Bloques internacionales
- Conflictos pol¨ªticos
- Historia contempor¨¢nea
- Partidos pol¨ªticos
- Relaciones exteriores
- Arte
- Servicios informaci¨®n
- Historia
- Defensa
- Pol¨ªtica
- Cultura