El cierre del m¨ªtico club Watergate desata las alarmas: ?es el principio del fin del tecno berlin¨¦s?
La clausura del famoso establecimiento se suma al del Wilde Renate, otra instituci¨®n de la noche de una ciudad que atrae a millones de apasionados de la m¨²sica electr¨®nica
Berl¨ªn es conocida en el mundo entero por sus famosos clubs, que atraen a?o tras a?o a millones de apasionados de la m¨²sica electr¨®nica y donde las fiestas y la imaginaci¨®n no tienen l¨ªmite, ni hora. ?Qu¨¦ pasar¨¢ con la capital alemana si contin¨²an desapareciendo estos lugares? Ese es el temor que atenaza estos d¨ªas a muchos de sus habitantes desde que el Watergate, calificado como uno de los mejores clubs del mundo por la revista brit¨¢nica DJ Mag, anunciara su cierre definitivo a finales de a?o. No deja de ser ir¨®nico que pocos meses despu¨¦s de que la cultura de clubs tecno de Berl¨ªn fuera incluida en la lista de patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO, el Watergate anunciara su final, sum¨¢ndose as¨ª al Wilde Renate, otra instituci¨®n de la noche berlinesa donde, a finales de 2025, tambi¨¦n dejar¨¢ de sonar la m¨²sica.
¡°Corren tiempos dif¨ªciles para los clubs berlineses, y desde la Covid el negocio no ha remontado para muchos. Ya sea por los altos alquileres, la inflaci¨®n, el aumento de los costes o simplemente un cambio en la din¨¢mica de la vida nocturna¡±, explicaba el Watergate en su p¨¢gina web al dar a conocer la noticia de su cierre tras 22 a?os en funcionamiento.
Los responsables del club, fundado en su momento en un edificio vac¨ªo en una zona entonces poco atractiva del barrio de Kreuzberg, decidieron no prorrogar el contrato con el pol¨¦mico empresario inmobiliario berlin¨¦s Gijora Padovicz, propietario tambi¨¦n del edificio de Wilde Renate. El Watergate celebrar¨¢ su ¨²ltima fiesta en Nochevieja en su privilegiada ubicaci¨®n en el r¨ªo Spree. ¡°Les invitamos a un ¨²ltimo baile¡±, escribieron sus responsables.
Desde su anuncio, la ya de por s¨ª larga fila a sus puertas no ha hecho m¨¢s que crecer. Nadie quiere perderse ese ¨²ltimo baile. ¡°Nos despedimos, y lo hacemos con estilo, porque como se suele decir: Se acab¨® la fiesta, ?larga vida a la fiesta!¡±.
Tambi¨¦n el Wilde Renate, fundado en 2007 y ubicado en un edificio sin renovar en el barrio de Friedrichshain, se prepara para su despedida. Su contrato expira el a?o que viene. Seg¨²n sus responsables, Padovicz ha duplicado el alquiler y la posible pr¨®rroga ha fracasado. Junto a estos dos clubs, otros como ://about blank corren peligro por los planes de construcci¨®n de uno de los tramos de la autopista A100.
El hecho de que los clubs tengan que abandonar sus locales no es nada nuevo para una cultura que floreci¨® gracias al gran n¨²mero de edificios vac¨ªos que quedaron tras la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn. Sin embargo, a diferencia de los a?os 90, ya casi no hay nuevos espacios donde puedan reabrir y son m¨¢s inaccesibles. La especulaci¨®n inmobiliaria, que ha elevado los alquileres a niveles impensables hace diez a?os, ha provocado que sea casi imposible encontrar sitios alternativos. Para la red de clubs berlineses Clubcommission, el cierre del Watergate y Renate es una se?al preocupante para toda la escena berlinesa. ¡°Casi la mitad de los responsables de clubs se plantean cerrar en los pr¨®ximos doce meses¡±, explica Lutz Leichsenring, portavoz de la asociaci¨®n que vela por su protecci¨®n. ¡°Los clubs se enfrentan a enormes costes de funcionamiento, alquileres en alza y una demanda en descenso¡±, indica.
Seg¨²n Marcel Weber, presidente de Clubcommission, a estos problemas se suma la crisis econ¨®mica que vive Alemania que ha provocado que se consuma menos. Asimismo, viene menos gente a Berl¨ªn en comparaci¨®n a antes de la pandemia debido, sobre todo, a los elevados impuestos del aeropuerto, que ha hecho que la ¨¦poca dorada de los vuelos baratos para venir de fiesta a Berl¨ªn haya quedado atr¨¢s.
A pesar de todo, Berl¨ªn sigue manteniendo su fama, y clubs como el Berghain, considerado como el templo de la m¨²sica electr¨®nica y que a mediados de diciembre celebr¨® su 20? aniversario por todo lo alto, siguen a pleno rendimiento. En su caso, son propietarios desde 2010 del antiguo edificio de una central el¨¦ctrica, aunque eso no evit¨® que hace dos a?os corriera el rumor de una posible venta del edificio.
¡°Berl¨ªn sigue siendo el lugar al que la gente quiere ir. Tenemos la tarea de preservarlo¡±, afirma Weber sentado en el interior del Deutsches Theater. ¡°Los clubs hacen que Berl¨ªn sea cool, pero tambi¨¦n significan libertad¡±, comenta. ¡°En la pista de baile no importa de d¨®nde vengas, de qu¨¦ color sea tu piel, en qu¨¦ creas, a qu¨¦ identidad o g¨¦nero sientas que perteneces, qu¨¦ edad tengas. Creo que eso es algo que solo se puede experimentar en Berl¨ªn¡±, agrega sobre los clubs en los que rige una estricta pol¨ªtica de no poder hacer fotos, lo que genera esa sensaci¨®n ¨²nica de libertad.
A Weber, que fue gerente durante 25 a?os del club queer SchwuZ, los clubs le ayudaron a socializar. ¡°La cultura de club me ha permitido descubrir qui¨¦n soy realmente y qui¨¦n quiero ser. Y no creo que eso hubiera sido posible sin ella¡±, dice. Sin embargo, a pesar de los problemas, prefiere hablar de ¡°una nueva era¡± en lugar del final de una. ¡°Ahora tenemos que ver c¨®mo podemos seguir sacando el m¨¢ximo partido de lo que tenemos¡±, reflexiona sobre unos lugares, ¡°donde se pueden hacer muchas cosas que no se pueden hacer en otros sitios, ya sea vestirse de forma atrevida o celebrar fiestas sex-positive¡±.
Los clubs tambi¨¦n son una importante fuente de ingresos para la ciudad. Seg¨²n un estudio reciente de Clubcommission, suponen unos ingresos anuales de casi 1.500 millones de euros para Berl¨ªn. Muchas start-ups afirman que eligen Berl¨ªn por su vida cultural, que les permite atraer mano de obra cualificada m¨¢s f¨¢cilmente. ¡°Esto es algo que no deber¨ªan olvidar los pol¨ªticos¡±, se?ala el famoso Dj berlin¨¦s Dr.Motte, co-art¨ªfice de la m¨ªtica Loveparade, que en los a?os noventa lleg¨® a congregar a m¨¢s de un mill¨®n de personas al ritmo de tecno. En su opini¨®n, habr¨ªa que organizar encuentros con las autoridades para ver c¨®mo preservarlos. ¡°No hacer nada no es una opci¨®n¡±, asegura.
De momento, el temor de que otras ciudades ganen protagonismo frente a la capital alemana no se ha materializado. ¡°Berl¨ªn tiene una gran reputaci¨®n desde los a?os 90, no creo que eso cambie por el momento. Pero hay que asegurarse de que se mantienen las bases para ello a todos los niveles¡±, explica por tel¨¦fono el creador del colectivo Rave The Planet. ¡°Hay muchos clubs que existen desde hace mucho tiempo y por los que la gente viene a Berl¨ªn y esperemos que siga siendo as¨ª¡±, dice sobre unos clubs de los que destaca su gran diversidad. ¡°Eso es lo que los hace especiales y por eso viene la gente a Berl¨ªn¡±.
Sin embargo, no solo los clubs atraviesan dificultades. Los principales teatros de la ciudad est¨¢n en pie de guerra desde hace semanas con el Gobierno berlin¨¦s ¡ªliderado por la Uni¨®n Cristianodem¨®crata (CDU) en coalici¨®n con los socialdem¨®cratas (SPD)¡ª, que quiere ahorrar 3.000 millones de euros el a?o que viene. Esto supone un recorte del 12% del presupuesto de cultura (130 millones de euros).
¡°El problema es que nadie nos ha explicado por qu¨¦ hay que ahorrar esta suma y falta una visi¨®n clara¡±, critica Iris Laufenberg, directora del Deutsches Theater, en un peque?o encuentro con periodistas extranjeros. ¡°Bueno, una visi¨®n s¨ª que tienen y es m¨¢s polic¨ªa y seguridad¡±, apunta por su parte Annemie Vanackere, directora del teatro independiente HAU. ¡°Se olvidan de que a trav¨¦s de la cultura contribuimos tambi¨¦n a una sociedad m¨¢s segura¡±.
¡°Toda la cultura de Berl¨ªn es lo que hace atractiva a la ciudad. Si una pata de la cultura cae, afecta a todas. Berl¨ªn es una ciudad abierta donde la cultura es importante¡±, agrega Sabine Kroner, directora de la red de artistas Berlin Mondiale.
Berl¨ªn se nutre de su cultura de fama mundial. El arte, sus tres ¨®peras, numerosos teatros, museos y los clubes hacen de Berl¨ªn lo que es. ?Qu¨¦ quedar¨ªa de la capital alemana sin todo esto? ¡°Lo siento, pero aparte de cultura, Berl¨ªn no tiene nada que ofrecer¡±, escrib¨ªa recientemente el diario Die Welt. Puede que su futuro sea incierto, pero una cosa est¨¢ clara y es que el Berl¨ªn de los 90 est¨¢ desapareciendo y no va a volver.
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