Aprobado el plan Carter de racionamiento de gasolina

El presidente norteamericano, Jimmy Carter, consigui¨®, por fin, que el Capitolio aprobara su tan deseado plan de racionamiento de gasolina en casos de emergencia, pero el Congreso modific¨® y obstaculiz¨® de tal manera el resto de su programa energ¨¦tico que la jornada legislativa, en vez de una victoria, acab¨® convirti¨¦ndose en una seria derrota para el l¨ªder del Ejecutivo.Por 263 votos afirmativos contra 159 negativos, la C¨¢mara de Representantes otorg¨® su visto bueno al plan de Carter para racionar el combustible ?si las circunstancias nacionales lo requieren?, despu¨¦s de varios meses de constantes disputas entre Administraci¨®n y congresistas, innumerables proyectos rechazados y la ca¨ªda de un secretario de Energ¨ªa (James Schlesinger).

Pero el Capitolio, trabando gravemente la capacidad decisoria del presidente, se autoconcedi¨® el derecho a vetar el racionamiento una vez que se presente la te¨®rica e hipot¨¦tica ?emergencia?, que tendr¨ªa que suponer una interrupci¨®n de un m¨ªnimo del 20% de los recursos energ¨¦ticos del pa¨ªs.

Las ilusiones de Jimmy Carter, despu¨¦s de su dram¨¢tico discurso de hace dos semanas, en el que present¨® la independencia petrolera como el arma para luchar contra la ?crisis de confianza de la naci¨®n?, eran que Congreso y Senado sacaran adelante la totalidad, o al menos la mayor parte, de su plan global de energ¨ªa antes de tomarse las vacaciones de vernao.

Pero ambas C¨¢maras abandonar¨¢n sus trabajos dentro de unas horas habiendo dejado visto para sentencia el racionamiento de gasolina y sin pronunciarse en ning¨²n sentido sobre los proyectos de desarrollo solar, fabricaci¨®n de crudo sint¨¦tico, potenciaci¨®n de los sistemas de transporte p¨²blico e implantaci¨®n de un impuesto sobre los beneficios marginales de las compa?¨ªas petroleras.

Nada m¨¢s conocer el coste espeluznante -143.000 millones de d¨®lares en los pr¨®ximos diez a?os- del programa presidencial, el Capitolio reaccion¨® con escepticismo a la posible inversi¨®n de todo ese dinero en un proyecto que muchos creen que est¨¢ m¨¢s destinado a salvar la imagen electoral de Carter que a sacar al pa¨ªs de una crisis energ¨¦tica.

Ese escepticismo se ha manifestado ya en el recorte de la ley de Racionamiento y en los retoques efectuados a la ya aprobada con anterioridad sobre temperaturas m¨¢ximas en los edificios p¨²blicos (bajo presiones del sector de servicios y espect¨¢culos, el Congreso estableci¨® ayer los nuevos l¨ªmites de calor y fr¨ªo artificiales en veintis¨¦is grados en tiempo de verano y dieciocho en ¨¦poca invernal).

El Comit¨¦ de Energ¨ªa y Recursos Naturales del Senado no quiso, por su parte, irse de ?veraneo? sin anunciar la posible reducci¨®n en 18.000 millones del capital, a priori y en teor¨ªa, destinado por Carter a la fabricaci¨®n de combustible sint¨¦tico, y otro grupo de representantes, encargado del estudio de esa cuesti¨®n, coment¨® p¨²blicamente con hilaridad el plan administrativo de creaci¨®n de un Consejo exclusivamente dedicado a la b¨²squeda de ?otras? fuentes de energ¨ªa.