El descenso del Sella, perfecta armon¨ªa entre deporte y folklore
Mil doscientos pirag¨¹istas de dieciocho pa¨ªses competir¨¢n esta ma?ana -la salida es a las doce- en el descenso internacional El Sella, que se disputa a lo largo de los diecinueve kil¨®metros que separan los puentes de Arriondas y Ribadesella. Con ser importante la prueba deportiva, que es puntuable para el marat¨®n Grand Prix, junto con las regatas de Gudena (Dinamarca) Nottingham (Inglaterra) y Grand Prix de Holanda, los festejos populares no se quedan a la zaga. As¨ª, el resultado es una de las pruebas deportivas m¨¢s interesantes de Europa y unos singulares festejos que pueden situarse entre los m¨¢s concurridos del pa¨ªs.
Despu¨¦s de alg¨²n tiempo de apartamiento voluntario, Dionisio de la Huerta, participante en la primera edici¨®n de las regatas y el hombre que consigui¨® unir el folklore y la folixa al deporte de las piraguas, con la intenci¨®n de preparar para el pr¨®ximo a?o la celebraci¨®n por todo lo alto del cincuentenario del festival. El pionero del descenso del Sella ha lanzado un singular reto a los vecinos de Arriondas y Ribadesella. Les propone volver a la organizaci¨®n para conmemorar el cincuentenario y ?arrojar la casa por la ventana?, pero exige el asentimiento del pueblo, que debe dar su respuesta engalanando hoy masivamente sus balcones y ventanas. En caso contrario, Dionisio de la Huerta entender¨¢ que su ofrecimiento es rehusado.El descenso del Sella se celebr¨® por primera vez en 1930. No era entonces una competici¨®n deportiva, sino una pl¨¢cida excursi¨®n. Dionisio de la Huerta, junto con Man¨¦s Fern¨¢ndez y Alfonso Arg¨¹elles, con acompa?antes por carretera, recorrieron el r¨ªo Pilo?a, desde Infiesto a Soto de Due?as, en siete horas. En 1951 se suman por primera vez algunos pa¨ªses extranjeros a la prueba deportiva, perfectamente compenetrada con una fiesta popular multitudinaria declarada de ?inter¨¦s tur¨ªstico?, cuyo doble lema invita a los asistentes a hacer lo que les guste sin molestar a los dem¨¢s y a que cada cual ponga su goce en ver disfrutar a los otros. Si el tiempo lo permite, la fiesta de las piraguas puede atraer a unas 100.000 personas, aunque en los ¨²ltimos a?os se apreci¨® un ligero descenso en la participaci¨®n popular. Algunos sectores critican la p¨¦rdida de espontaneidad en los festejos, mientras que otros ven en el abandono de Dionisio de la Huerta una de las posibles causas del distanciamiento, aunque tampoco faltan reticencias hacia su actuaci¨®n personalista. Una vez finalizada la prueba deportiva, que va acompa?ada por el r¨ªo de un tren fluvial con bar, banda de m¨²sica y gaitas, participantes y espectadores acuden a la romer¨ªa de Llovio (Ribadesella).
El r¨ªo Sella, donde se disputar¨¢ la prueba, baja con bastante caudal, aunque no el suficiente, seg¨²n los expertos, como para batir el r¨¦cord de 1-10-42 de los ol¨ªmpicos Mision¨¦ y D¨ªaz Flor.
Los pa¨ªses participantes en el descenso son: Espa?a, Portugal, Francia, Inglaterra, Irlanda, Italia, Suiza, B¨¦lgica, Luxemburgo, Dinamarca, Holanda, Noruega, Suecia, Alemania, Argentina, Costa de Marfil, Venezuela y Estados Unidos. La novedad m¨¢s destacada es la presencia de los palistas de Costa de Marfil, que traen la primera representaci¨®n de color al Sella. Despu¨¦s de inspeccionar el r¨ªo, el secretario general de Deportes de este pa¨ªs, Joseph Vry Aka, y el entrenador del equipo, Bertrand Eny Niaba, manifestaron su deseo de recibir ense?anzas de pirag¨¹ismo por entrenadores espa?oles. ?As¨ª como estuvimos durante muchos a?os colonizados por Francia?, afirman, ?ahora ver¨ªamos con agrado ser colonizados por los espa?oles, pero en el aspecto puramente deportivo. Las relaciones entre ambos pa¨ªses, desde que hace menos de un a?o estuvieron all¨ª los reyes don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa, son muy cordiales y nos gustar¨ªa que se desplazaran a nuestro pa¨ªs entrenadores o monitores deportivos para ense?arnos y aconsejarnos.?
Para el presidente de la Federaci¨®n Asturiana de Pirag¨¹ismo, los favoritos son los leridanos Craviotto y Mont¨¢?ez. La respuesta, esta misma ma?ana en el Sella.
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