Los ochenta a?os del escritor Jorge Luis Borges
JorgeLuis, Borges cumple hoy ochenta a?os. Para ¨¦l, la longevidad, que le viene de familia, ?es una especie de insomnio?. Lo dice en una entrevista que le hizo en Buenos Aires, donde naci¨® y donde casi siempre ha vivido, el tambi¨¦n escritor argentino Abel Posse y que el suplemento de Arte y pensamiento de EL PAIS publicar¨¢ el pr¨®ximo domingo. Hoy ofrecemos una biografia fotogr¨¢fica -y literaria- del pol¨¦mico escritor, perenne e ir¨®nico aspirante al Premio Nobel. Lao revis¨® archivos gr¨¢ficos para elaborarla y escribi¨® este texto.
En una autobiograf¨ªa, Borges afirm¨® muchos a?os despu¨¦s de cumplir dieciocho -meses de edad: ?He nacido en agosto de 1900 ... ?; lo que no le impide escribir m¨¢s tarde: ?No en vano fui engendrado en 1899.? Pero, en verdad, naci¨® el mi¨¦rcoles 24 de agosto de 1899; o sea, que fue engendrado en las v¨ªsperas de la Navidad de 1898.Vino a Buenos Aires, y al resto del mundo, en una casa de la calle Tucum¨¢n, entre Suipacha y Esmeralda, de su ciudad; es decir, en el norte; porque como ¨¦l mismo asegura: ?Todo el mundo sabe que el sur comienza en la calle Corrientes.? No es sure?o, entonces -como hubiera querido-, por tan s¨®lo doscientos metros.
Un ascendienteVikingo
?Nada o muy poco s¨¦ de mis mayores/ portugueses, los Borges: vaga gente/que prosigue en mi carne, oscuramente, /sus h¨¢bitos, rigores y temores...?
Su m¨¢s antiguo ascendiente detectado es el m¨ªtico vikingo Olaf el Le?ador, sacrificado por su pueblo en 710 y nueve generaciones anterior a Olaf el Santo, tambi¨¦n llamado El Gordo. Pero en la genealog¨ªa m¨¢s cercana del autor de Otras inquisiciones hay sangre india y espa?ola mezclada en Am¨¦rica del Sur por Domingo Mart¨ªnez de Irala, vasco, y Agueda, una guaran¨ª; adem¨¢s del mestizaje ¨ªngl¨¦s-portugu¨¦s de los Haslam y de los Borges con dos l¨ªneas espa?olas: la de los Acevedo y la de los Su¨¢rez. Finalmente, en 1898, se casan en Buenos Aires, Jorge Gu¨ªllermo Borges Haslam y Leonor Acevedo Su¨¢rez, padres de Jorge Luis y de una hermana menor del escritor argentino, Norah.
Jorge Luis Borges Acevedo Haslam Su¨¢rez, public¨® su primer cuento en 1912, cuando ten¨ªa trece a?os de edad. Es un relato de un folio y medio, firmado con el seud¨®nimo Nemo y que se titula El rey de la selva; es decir: el tigre..., por supuesto. Cuando iba a la escuela elemental ya traduc¨ªa a Oscar Wilde y glosaba a Cervantes. Durante la primera guerra mundial estudi¨® en Ginebra, recorri¨® Europa y en 1918 vino por primera vez a Espa?a.
Conocimiento de Cansinos
En el caf¨¦ Colonial, de Madrid, conoci¨® a Rafael Cansinos Assens y, en esa tertulia, se enrol¨® para siempre en el ultra¨ªsmo. Aqu¨ª, en Espa?a, public¨® sus primeras traducciones de los nuevos poetas alemanes de entonces y a fines de 1921 regres¨® a Buenos Aires para empezar a redescubrir esa ciudad en interminable reflexi¨®n y en inacabado sentimiento. Dos a?os despu¨¦s, en 1923, apareci¨® su pr¨ªmer libro de poemas Fervor de Buenos A¨ªres; en 1925, Luna de enfrente -tambi¨¦n poes¨ªa-, y seguidamente sus dos iniciales trabajos en prosa: Inquisiciones y El tama?o de m¨ª esperanza. La renombrada marca Borges -como dijo Isaac Wolberg- ya estaba lanzada.
Jorge Luis y Norah, su hermana, fueron entra?ables amigos. Los dos hicieron sus lecturas infantiles en la biblioteca del padre, casi en su totalidad en franc¨¦s. El autor de Laberintos aprendi¨® de ni?o a leer, hablar y escribir franc¨¦s con la misma soltura que ingl¨¦s, alem¨¢n y castellano, y le¨ªa el lat¨ªn y el italiano. Ahora, ciego, pide que le lean, y escucha en silencio, con los ojos abiertos y puestos como mirando hacia arriba.
El autor de Historia universal de la infamia tuvo dos profesiones espor¨¢dicas: fumador y dibujante. All¨¢ por los a?os treinta, durante corto tiempo, y especialmente cuando se reun¨ªa con amigos, fumaba con el cigarrillo colgado de los labios, pero no tan hacia abajo como un compadrito porte?o.
Otra de las profesiones espor¨¢dicas del autor de Ficciones fue la de marido. En la tarde del 21 de septiembre de 1967 (d¨ªa de la primavera en el hemisferio sur), el obispo auxiliar de Buenos Aires cas¨® a Jorge Luis (68 a?os) y Elsa Astete Mill¨¢n, viuda de Albarrac¨ªn (57 a?os). La uni¨®n subsisti¨® dos a?os, ocho meses y diecis¨¦is d¨ªas, hasta el 7 de junio de 1970, cuando el escritor dej¨® -llev¨¢ndose sus libros-, el domicilio que compart¨ªa con su esposa, de la que se hab¨ªa enamorado cuarenta a?os atr¨¢s.
Poco duraron estas tiernas hogare?as sonrisas entre Elsa y Georgy. ?El matrimonio es un destino pobre para la mujer?, declar¨® poco despu¨¦s Borges; y ella: ?Yo, por lo menos, era viuda y ten¨ªa experiencia del matrimonio; ¨¦l, no. ?
De los 66 a?os que le dur¨® a Borges su madre, 73 los pas¨® junto a ella. Do?a Leonor era quien o¨ªa la primera lectura de sus relatos y poemas, los criticaba, aportaba correcciones y hasta pasaba a limpio los originales. ?Mi madre mucho tiene que ver con la esencia de mi obra. Ella es un poco el alma y el esp¨ªritu que la impulsa.? La insuperable secretaria del autor del Aleph muri¨® a los 99 a?os, un mes y medio despu¨¦s de mayo de 1975, cuando se hizo una de las fotograf¨ªas que acompa?an estas l¨ªneas.
Medio siglo de distancia en Borges, de uno al otro, y el misterio del espejo o la cavilaci¨®n del tiempo. Su padre tambi¨¦n padeci¨® ceguera. Al principio de esta d¨¦cada tuvo que empezar a resignarse y escribi¨® Elogio de la sombra. Ahora s¨®lo percibe algunas diferencias de luz. El ¨²nico color que distingue -o que sospecha- es el amarillo. El amarillo de los tigres. ?He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer: no he sido feliz. Que los glaciares del olvido me arrastren y me pierdan, despiadados ... ?
Jorge Luis Borges era ya un escritor mundialmente famoso, doctor de varias universidades de Am¨¦rica y de Europa, profesor de literaturas extranjeras en la facultad de Filosofla y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires y director de una biblioteca municipal cuando, por uno de esos quiebros de la pol¨ªtica argentina, le cambiaron su cargo en 1946 por el de ?inspector para la venta de aves de corral? en los mercados de la ciudad de Buenos Aires. Renunci¨®. Despu¨¦s del siguiente quiebro pol¨ªtico le ofrecieron la direcci¨®n de la Biblioteca Nacional. Para entonces, Borges ya ten¨ªa declarado: ?... La democracia, ese abuso de la estad¨ªstica.?
El fundador de todo un estilo de la nueva literatura argentina ha repetido que los tangos tienen letras lloronas, poco varoniles y que por eso prefiere las m¨ªlongas, que son m¨¢s bravas y valientes. Pero tiene confesado que, cuando no est¨¢ en la Argentina, ?...el tango me emociona; lo que prueba que la opini¨®n no siempre es confirmada por el sentimiento?. Adem¨¢s, despu¨¦s de una conversaci¨®n con Astor Piazzolla, le llev¨® unos versos para una milonga y termin¨® ofreci¨¦ndole la letra para un tango que finaliza diciendo: ? ... Porque en la tierra hay una sola mujer / y ella no te quiere. ? *
Babelia
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