Sesenta personas decidir¨¢n la soluci¨®n de la crisis socialista
A s¨®lo trece d¨ªas del Congreso Extraordinario del PSOE, las ?calderas? se encuentran a toda presi¨®n, con la fase decisiva de la elecci¨®n de delegados. Los temas de fondo de la pol¨¦mica socialista est¨¢n un tanto diluidos, y en los ¨²ltimos d¨ªas cada sector s¨®lo otorga relevancia a los asuntos encaminados a la obtenci¨®n o p¨¦rdida del poder. En estos momentos, el objetivo pr¨¢ctico n¨²mero uno es lograr la mayor parte posible de jefes de delegaci¨®n, conjunto de sesenta personas -aproximadamente- que van a decidir los destinos del PSOE en nombre de 100.000 militantes.
Este Congreso Extraordinario no va a parecerse al de mayo, entre otras razones por la muy distinta naturaleza de la representaci¨®n del partido que acudir¨¢ al mismo. En el 28.? Congreso estuvieron presentes varios centenares de organizaciones locales del PSOE, todas ellas con derecho a voto; ahora, la cifra ha quedado reducida a sesenta, ya que la representaci¨®n es por federaciones provinciales o comarcales. Adem¨¢s, el derecho a voto est¨¢ exclusivamente en manos de los jefes de delegados -aunque lo ejercen en nombre de la militancia que representan-, y es obvio que las consecuencias no son las mismas cuando el que vota representa los mandatos de una agrupaci¨®n local o de toda una federaci¨®n provincial, sobre todo si la elecci¨®n previa se ha hecho por sistema mayoritario, como prev¨¦n los estatutos.Por otra parte, los parlamentarios, alcaldes, concejales y dirigentes de organizaciones regionales del Partido Socialista quedaron bastante diluidos en el conjunto de una representaci¨®n tan amplia y heterog¨¦nea como la del 28.? Congreso, mientras que ahora van a constituir, seg¨²n todos los indicios, el grueso de la representaci¨®n. De ah¨ª que este congreso vaya a tener un ?aspecto fisico? distinto del anterior, no s¨®lo porque los mil delegados de entonces hayan quedado reducidos a cuatrocientos, sino por la diferente cualidad de muchas representaciones. Unidos ambos datos -cantidad y cualidad- al hecho de que s¨®lo tienen derecho a voto los jefes de delegaci¨®n, se comprende el ?peso? fundamental que ¨¦stos adquieren y la gran importancia de los sesenta hombres antes mencionados.
El car¨¢cter de la pol¨¦mica
Pero no s¨®lo va a cambiar el ?aspecto f¨ªsico? del congreso, sino el car¨¢cter de la pol¨¦mica. Probablemente no sea inexacto decir que s¨®lo moderados y radicales se lanzaron abilrtamente a la batalla y protagonizaron un enfrentamiento en el que, tras las escaramuzas iniciales, vieron la necesidad de tener en cuenta a los sectores centristas, terceras v¨ªas, izqu¨ªerdas felipistas -el batiburrillo de denominaciones internas alcanza niveles espectaculares en estos momentos-, por lo que unos y otros han cedido un poco en sus respectivos planteamientos.Los moderados est¨¢n propiciando un acercamiento a los dem¨¢s sectores, excluido el cr¨ªtico, mientras este ¨²ltimo va quedando progresivamente encerrado en una especie de ghetto, del que parece dif¨ªcil que puedan salir, con el riesgo de ?escisi¨®n moral? que los partidarios de terceras v¨ªas aprecian en esta situaci¨®n.
Este esbozo de alianzas moderados-centristas- terceras v¨ªas va a permitir una ponencia pol¨ªtica que, sin asumir la letra de la izquierda socialista, probablemente tenga una m¨²sica algo parecida: inspiraci¨®n marxista del partido -fuera de la definici¨®n-, alianzas con UCD s¨®lo en caso de extrema gravedad, partido de clase. El ¨²nico problema que a¨²n puede distanciar claramente a cada opci¨®n, en todos los terrenos, es el modelo de partido, porque una organizaci¨®n eficaz y, ?profesionalizada? est¨¢ luchando contra opciones m¨¢s tradicionales del entendimiento de un Partido Socialista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.