La "Gran Enciclopedia de Andaluc¨ªa" completa su primer tomo
?Nadie nos ha negado su colaboraci¨®n por razones pol¨ªticas o ideol¨®gicas, y a nadie se le ha negado su presencia.? As¨ª resume el esp¨ªritu y la base de partida de la Gran Enciclopedia de Andaluc¨ªa (GEA) su director, Jos¨¦ Mar¨ªa Javierre, sacerdote y periodista norte?o afincado desde hace tiempo en tierras andaluzas. ?Hasta ahora?, agrega, ?no hemos tenido problemas con ninguno de nuestros numerosos redactores y colaboradores.?
El ¨¦xito que esta obra ha tenido en Andaluc¨ªa ha aconsejado a sus promotores su distribuci¨®n en Catalu?a, la regi¨®n espa?ola donde m¨¢s andaluces residen como emigrantes y donde resulta obvio que existe un mercado potencial para esta empresa.El padre Javierre piensa que el ¨¦xito de la enciclopedia, que acaba de culminar su primer tomo (veinte fasc¨ªculos), tiene su origen en el decidido prop¨®sito de cuantos colaboran en ella de colocar por encima de todo los intereses de Andaluc¨ªa como comunidad. ?Si la enciclopedia tiene alg¨²n sello ideol¨®gico es su andalucismo, que nos ha permitido aunar voluntades y aportaciones de gente muy diversa y que tiene cosas que decir?, se?ala.
Tal vez en este esp¨ªritu unitario que ha permitido aglutinar a m¨¢s de un centenar de especialistas en todas las materias radique la clave del ¨¦xito de la GEA, cuyos objetivos se centraron desde el primer momento en ofrecer al ciudadano andaluz de a pie (los textos est¨¢n redactados a nivel de un lector medio de peri¨®dicos) una contribuci¨®n importante a la b¨²squeda de la identidad de Andaluc¨ªa. Se trata, en expresi¨®n del periodista Antonio Mozo, de poner al alcance de todos el catecismo cultural de esta tierra.
Los recelos habituales de algunos sectores pol¨ªticos ante toda iniciativa cultural que no proceda de ellos, as¨ª como la reticencia de algunas individualidades notables, se han ido disipando ante lo que puede considerarse ya como el proyecto cultural m¨¢s ambicioso organizado en esta regi¨®n en los ¨²ltimos tiempos. Otras suspicacias que podr¨ªan haber surgido en torno al problema del llamado ?centralismo sevillano? han sido abortadas deliberadarnente por sus promotores al ubicar la redacci¨®n en Sevilla y la impresi¨®n en Granada, lo que ha causado, por cierto, algunos problemas de operatividad.
La idea original de la Gran Enciclopedia de Andaluc¨ªa era condensar los saberes andaluces en cien fasc¨ªculos. La propia marcha de los trabajos ha hecho comprender a sus mentores que ser¨ªan precisos 250 para decir todo lo que hay que decir sobre Andaluc¨ªa, pero han renunciado a prolongarla por problemas de tiempo e imagen.
Por ahora, ya est¨¢n los veinte primeros encuadernados en este tomo I, desde la expresi¨®n ?A vara jinc¨¢? -usada en la compra-venta de cortijos- con que empieza la obra, hasta el Betis, de sabor futbol¨ªstico. A nive¨ªde cifras se podr¨ªa indicar que en esta quinta parte, ya culminada, de la GEA se han recogido ochocientos vocablos del l¨¦xico andaluz, se han publicado 875 fotograf¨ªas y 150 mapas gr¨¢ficos y recuadros y se han biograf¨ªado 337 personajes andaluces de todos los tiempos, entre ellos noventa musulmanes.
El ¨¦xito de p¨²blico es rotundo, muy superior a las previsiones de los promotores. Son muchos miles los andaluces que cada semana se gastan cien pesetas en adquirir su fasc¨ªculo en el quiosco o que se han suscrito para toda la edici¨®n. La propia distribuidora se pregunta a¨²n c¨®mo esta publicaci¨®n no ha sufrido la curva de descenso normal tras un lanzamiento muy bien cuidado. La enciclopedia se vende ya en Madrid, y Jos¨¦ Mar¨ªa Javierre explica que pronto estar¨¢ en Barcelona, ?aunque espero que los pol¨ªticos de all¨¢ no nos tomen por enviados de Rojas Marcos?. Y el director termina con esta palabras: ?La acogida que estamos teniendo demuestra que algo importante est¨¢ pasando en nuestro pueblo andaluz, tambi¨¦n en el ¨¢mbito cultural. ?
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