Grandes bancos y especuladores mantienen y estimulan la escalada del oro
El oro volvi¨® ayer a dar un nuevo salto hacia arriba en los mercados mundiales, en una nueva explosi¨®n de la demanda, que hizo que, al cierre, en el mercado de Londres se cotizara a 385 d¨®lares la onza; es decir, diecis¨¦is d¨®lares m¨¢s que en la jornada anterior y nueve m¨¢s que en la del martes, cuando se batieron todos los r¨¦cords de la historia.
La fiebre de ayer, en principio, tuvo una raz¨®n directa inmediata, que fue, al parecer, la subida en un cuarto de punto del prime rate (hasta un 13,25%), a cargo del Chemical Bank. La sensaci¨®n de que una recesi¨®n se avecina y que no hay f¨®rmulas para contener la inflaci¨®n galopante parece invadir todos los mercados de metales del mundo, que ignoran incluso las medidas institucionales para detener la fiebre.Mientras sigue la tendencia alcista, se est¨¢n decantando las razones, o m¨¢s bien los factores, que podr¨ªan explicar la subida sin precedentes en la cotizaci¨®n del oro. Ayer, por ejemplo, se revel¨® que un banco suizo se hizo con la mitad de las ventas del d¨ªa anterior (750.000 onzas de oro) realizadas por el Fondo Monetario internacional.
Esta brusca adquisici¨®n por parte de una instituci¨®n de cr¨¦dito de un metal tan sujeto a especulaciones como el oro dej¨® con las manos vac¨ªas a otra instituci¨®n bancaria germana, que, por retrasarse unos minutos en espera de un eventual declive en el precio, no pudo ni siquiera adquirir una onza. Han aparecido tambi¨¦n compradores fuertes en nombre de grupos.
El hecho de que sean los bancos, junto a los caracter¨ªsticos especuladores, los que acudan al mercado del oro con ¨¢nimo de hacer negocios inmediatos, multiplican los temores sobre la suerte del oro, cuyo valor s¨®lo ha experimentado alzas porcentuales tan estramb¨®ticas en una sola ocasi¨®n hist¨®rica: en los momentos precedentes al crac del a?o 1929, que va a conmemorar su cincuenta aniversario dentro de un mes.
Si estamos ante una situaci¨®n de este tipo, no parece tan seguro, como lo demuestran los informes -pesimistas, pero todav¨ªa confiados en soluciones a medio plazo - del Fondo Monetario Internacional (FMI) o el de ayer del Banco de Inglaterra sobre la econom¨ªa brit¨¢nica, pero lo cierto es que nunca en las d¨¦cadas recientes este mercado ha ignorado como ahora los movimientos y medidas adoptadas por las autoridades de los gobiernos occidentales para contener la especulaci¨®n.
Otro de los efectos que podr¨ªa haber influido en la nueva ola alcista del oro -ayer subi¨® diecis¨¦is d¨®lares, despu¨¦s de una baja de nueve el d¨ªa anterior - ser¨ªa un art¨ªculo publicado en el New York Times, por el comentarista conservador William Safire. El ex asesor de Richard Nixon achacaba a los rumores de un eventual golpe de Estado en Ir¨¢n la fiebre alcista del oro.
El temor, en medios econ¨®micos occidentales es que, de producirse este golpe (con ¨¦xito para posiciones prosovi¨¦ticas o, en el peor de los casos, con el agravante del estado larvado de guerra civil en el pa¨ªs), la producci¨®n iran¨ª de petr¨®leo se hundir¨ªa con graves y mucho m¨¢s serias repercusiones para la econom¨ªa mundial que la ocasionada en las semanas precedentes y posteriores a la ca¨ªda del sha.
Descenso del d¨®lar
En cualquier caso, otros expertos opinan que los movimientos especulativos en torno al oro siempre han sido caracter¨ªsticos en los d¨ªas que anteceden a una reuni¨®n importante del Fondo Monetario Internacional. El hecho de que el encuentro anual del FMI en Belgrado, a primeros de octubre, vaya a decidir en tomo a la creaci¨®n de una cuenta de sustituci¨®n del d¨®lar por el FMI, hace que muchos bancos quieran deshacerse previamente de sus excedentes en d¨®lares, antes de que se ponga en pr¨¢ctica un nuevo m¨¦todo no ensayado de estabilidad monetaria internacional.
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