El antiterrorismo eficaz

Ya?Preguntarse por una decisi¨®n, la suspensi¨®n del viaje del presidente, cuyas razones son obvias, ser¨ªa ingenuo si no estuviesen tan claros los motivos de preguntarlo. Otra cosa es, en cambio, pedir que el presidente se dirija al pa¨ªs con una exposici¨®n convincente de la firme decisi¨®n y posibilidades del Gobierno contra el terrorismo.

Ser¨ªa la mejor manera de aclarar el turbio horizonte de especulaciones en tomo a las m¨¢s recientes declaraciones militares. Respecto a ¨¦stas, creemos, con el mayor respeto para quienes las han hecho, que nuestros altos mandos deber¨¢n ponderar mucho en lo sucesivo la oportunidad de unas manifestaciones que se hacen con inmejorable buena fe, pero que invariablemente son distorsionadas desde la derecha y desde la izquierda, a veces atribuyendo a sus autores lo que no han dicho y, en otras ocasiones, deduciendo de sus palabras conclusiones que no pod¨ªan estar en su ¨¢nimo.

La verdad es que el golpe de fuerza que la extrema derecha tiene constantemente en la mente, y al que obsesivamente incita con el martilleo incesante de sus ¨®rganos de opini¨®n, por s¨ª solo no podr¨ªa resolver nada y, en cambio, empujar¨ªa hacia el terrorismo a tantos que ya vacilan en seguir respald¨¢ndolo; impedir¨ªa los resultados positivos que es razonable esperar del Estatuto; resucitar¨ªa la divisi¨®n secular entre todos los espa?oles y suscitar¨ªa los problemas de car¨¢cter internacional que no hace falta mencionar.

La lucha contra el terrorismo, al menos hasta ahora, es cuesti¨®n de medidas pol¨ªticas que ya est¨¢n en marcha y de unas fuerzas de polic¨ªa dotadas de todos los medios y asistencias indispensables que hasta ahora no han tenido y complementadas con el respaldo legal y judicial que tambi¨¦n les ha faltado: ?o es posible decir otra cosa mientras los actuales procedimientos judiciales sigan siendo una prima a la impunidad de los terroristas y contin¨²an en las c¨¢rceles los terroristas procesados a la espera de que se los juzgue? Pero todo eso se puede hacer sin necesidad de golpes de fuerza si hay un Gobierno resuelto a hacerlo, que emplace en¨¦rgicamente a las dem¨¢s fuerzas pol¨ªticas (excluidas aquellas cuya legalizaci¨®n es una burla sangrienta: el caso de Herri Batasuna, del que nos hemos ocupado recientemente), con su responsabilidad.

, 29 de septiembre