Las fuerzas pol¨ªticas buscan doce "hombres justos" para el Tribunal Constitucional

La cuenta atr¨¢s para iniciar el proceso que lleve a la entrada en funcionamiento del Tribunal Constitucional est¨¢ a punto de comenzar, una vez que entre en vigor la ley org¨¢nica de este organismo, pendiente ya s¨®lo de su publicaci¨®n en el BOE. La formaci¨®n del Tribunal Constitucional, y muy fundamentalmente la b¨²squeda de sus doce hombres justos, ha pasado a ser en estos momentos uno de los objetivos m¨¢s inmediatos del Gobierno y de las principales fuerzas pol¨ªticas parlamentarias.

GORUni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD), el Partido Socialista Obrero Espa?ol (PSOE) y el Partido Comunista de Espa?a (PCE) han iniciado ya contactos con posibles candidatos, al mismo tiempo que han hecho aproximaciones entre s¨ª, t¨ªmidas por el momento, con vistas a elaborar por consenso unos criterios comunes, que ampl¨ªen y completen los establecidos en la ley, sobre las caracter¨ªsticas que deber¨¢n tener los futuros magistrados constitucionales.Aunque la ley org¨¢nica del Tribunal Constitucional ha sido ya elaborada y aprobada por el Parlamento, su entrada en vigor se aplazar¨¢ hasta la aprobaci¨®n de la ley org¨¢nica del Consejo General del Poder Judicial, actualmente en tramitaci¨®n en el Congreso. Este Consejo General es una de las cuatro instituciones, junto con el Gobierno, el Congreso y el Senado, a las que la Constituci¨®n atribuye la funci¨®n de proponer magistrados para el Tribunal Constitucional.

Visto el actual estado en que se encuentra la tramitaci¨®n de esta ley org¨¢nica y los plazos se?alados en la misma para la constituci¨®n del Consejo General del Poder Judicial, los expertos constitucionales, incluidos los que tienen a su cargo en el seno del Gobierno las tareas del desarrollo constitucional, aventuran que el Tribunal Constitucional no estar¨¢ constituido antes de la pr¨®xima primavera.

Todas las fuerzas pol¨ªticas consultadas por EL PAIS son conscientes de la importancia del Tribunal Constitucional para la consolidaci¨®n del sistema democr¨¢tico y, por eso, extreman las precauciones a la hora de pensar en nombres de posibles candidatos a dicho Tribunal. UCD, PSOE y PCE parecen estar de acuerdo en que los futuros magistrados constitucionales sean hombres sin vinculaciones directas con los partidos pol¨ªticos, no s¨®lo a nivel de funci¨®n directiva, como exige la ley, sino a nivel de simple militante. Gregorio Peces-Barba ha sido expl¨ªcito en este punto: ?Los socialistas no intercambiamos cromos, como dec¨ªa un reciente editorial de EL PAIS, y no se nos ha pasado en ning¨²n caso por la imaginaci¨®n proponerme a m¨ª para el Tribunal Constitucional, de la misma manera que no aceptamos que sea propuesto ning¨²n pol¨ªtico militante de un partido. En base a este criterio, estamos en contra de algunos nombres que suenan, como el de Emilio Attard.?

La independencia partidista que los partidos pol¨ªticos quieren para los futuros magistrados constitucionales no implica que ¨¦stos no puedan tener una ideolog¨ªa definida en uno u otro sentido, siempre que el contenido de la misma, y en esto hacen especial hincapi¨¦ las fuerzas pol¨ªticas consultadas, sea claramente democr¨¢tico.

Un portavoz del PCE ha expuesto el criterio de este partido en estos t¨¦rminos: ?Los magistrados del Tribunal Constitucional deben ser hombres y mujeres de una clara tradici¨®n democr¨¢tica y su sola condici¨®n pol¨ªtica debe ser precisamente ¨¦sta: ser dem¨®cratas, tener una trayectoria como tales y estar dispuestos ahora a defender el r¨¦gimen democr¨¢tico.?

Adem¨¢s de su condici¨®n pol¨ªtica democr¨¢tica, al margen de la militancia activa, los partidos pol¨ªticos buscan candidatos al Tribunal Constitucional que tengan unas determinadas caracter¨ªsticas de competencia y prestigio profesionales y de autoridad moral y cient¨ªfica. Juan Antonio Ortega y D¨ªaz-Ambrona, secretario de Estado para el Desarrollo Constitucional, ha resumido as¨ª las caracter¨ªsticas que deber¨¢n reunir los futuros magistrados constitucionales: preparaci¨®n jur¨ªdica, es decir, tener auctoritas reconocida en el ¨¢mbito jur¨ªdico; independencia de criterio; seriedad, por lo que su edad debe ser pr¨®xima, por arriba o por abajo, a los sesenta a?os; experiencia en asuntos del Gobierno y de la Administraci¨®n, sin que sea suficiente ser un te¨®rico; estar curado de ambiciones pol¨ªticas (no ser un pol¨ªtico en activo), y tener una ideolog¨ªa democr¨¢tica.

El PCE ha apuntado la necesidad de que los candidatos a magistrados del Tribunal Constitucional, al menos los que deben ser propuestos por el Parlamento, superen ampliamente la barrera de los tres quintos de votos exigidos para su elecci¨®n. Enrique Curiel, secretario del Grupo parlamentario Comunista, ha manifestado a este respecto: ?En lo que se refiere a los candidatos que debe proponer el Congreso, los comunistas estamos dispuestos a establecer con las otras fuerzas pol¨ªticas un acuerdo para buscar cuatro nombres que consigan una amplia mayor¨ªa.? Otro de los criterios que un¨¢nimemente apuntan las fuerzas pol¨ªticas consultadas es que los futuros magistrados constitucionales deber¨¢n cubrir el espectro de todos los temas jur¨ªdicos, fundamentalmente los de car¨¢cter administrativo, constitucional y de libertades p¨²blicas. Igualmente, las fuerzas pol¨ªticas consultadas se mostraron de acuerdo en incluir en el Tribunal Constitucional magistrados representativos de alguna de las comunidades aut¨®nomas, para que no d¨¦ la sensaci¨®n de que se trata de ?un tribunal de Madrid y que act¨²a s¨®lo desde Madrid?.