El discurso de Fidel
? El 26 de septiembre de 1960, fecha de su primera aparici¨®n ante la tribuna de las Naciones Unidas, Castro habl¨® durante cuatro horas y media, un r¨¦cord inigualado. Este a?o, para evitar la dura experiencia de otro discurso- "r¨ªo", la Secretar¨ªa de la ONU hab¨ªa negociado con La Habana para limitar el tiempo a una hora y cuarto, como l¨ªmite para la intervenci¨®n del l¨ªder cubano.(...)Su discurso ha desarrollado detalladamente los diversos puntos de las resoluciones aprobadas durante la conferencia de los no alineados en La Habana: lucha contra el imperialismo y el colonialismo, apoyo a los movimientos de liberaci¨®n nacional y a las reivindicaciones econ¨®micas de los pa¨ªses subdesarrollados, denuncia de la pol¨ªtica de Israel en Oriente Pr¨®ximo y de los acuerdos de Camp David, defensa apasionada de los derechos de los palestinos, ataque al racismo surafricano, apoyo al tratado SALT II y a la pol¨ªtica de distensi¨®n.
Sin introducir ninguna novedad y manteniendo un tono generalmente moderado, el discurso ha confirmado que la estrategia de Castro consiste en situar al bloque de los no alineados en posiciones m¨¢s cercanas a las del bloque sovi¨¦tico. (...)
En el cuadro de esta estrategia, el l¨ªder cubano ha manejado con habilidad los motivos tradicionales de la ideolog¨ªa tercermundista, con temas del an¨¢lisis marxistas y coh las tesis internacionales de la URSS. Su discurso ha sido, y lo admiten sus propios adversarios, muy elocuente. Tambi¨¦n expresiones emotivas (?Os hablo en nombre de los ni?os del mundo que no tienen un pedazo de pan; de los enfermos que no tienen medicinas?), que en boca de otros hubiesen sonado a ret¨®rica vac¨ªa, han tenido un peso sobre una asamblea fascinada por este potente orador. (...)
Si elshow de Fidel Castro en el palacio de las Naciones Unidas ha sido un ¨¦xito, lo contrario se puede afirmar en lo que respecta a sus efectos sobre la escena americana. Hay una notable diferencia con el pasado. En los a?os sesenta, y todav¨ªa al principio de los a?os setenta, Castro era en Am¨¦rica un personaje carism¨¢tico, un verdadero h¨¦roe para una gran parte de la juventud de las universidades americanas.?
13 de octubre
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