Zeffirelli, contra la indiferencia de la vida cotidiana
Franco Zeffirelli (Florencia, 1924) es conocido en el mundo del cine, especialmente, por sus pel¨ªculas Romeo y Julieta (1968), sobre el drama del mismo nombre de una obra de Shakespeare; Hermano Sol, hermana Luna (1972), sobre un tema de la vida de san Francisco de As¨ªs, y Jes¨²s de Nazareth (1977), largometraje sobre la vida de Jes¨²s, planteado en principio para televisi¨®n y que despu¨¦s se adaptar¨ªa al cine. Con el rodaje de Campe¨®n, pel¨ªcula que se estrenar¨¢ pr¨®ximamente en toda Espa?a, Zeffirelli se ha apartado, al menos aparentemente, de los temas de drama cl¨¢sico o religiosos para narrar una t¨ªpica historia americana de amor, de boxeo y de carreras de caballos. Zeffirelli ha entrado con su Campe¨®n plenamente en el mundo de Hollywood, con todo lo que ello significa.?Por qu¨¦ este cambio de orientaci¨®n en su cine, cambio que puede parecer tan radical? ?Me he acercado a Hollywood con plena libertad. Me interesaba esa experiencia. Me la ofrecieron y yo acept¨¦. Sab¨ªa a qu¨¦ reglas de juego deb¨ªa someterme, porque Hollywood tiene una ley implacable, que todav¨ªa es m¨¢s dura para los que no son americanos. La experiencia ha sido interesante. Por lo dem¨¢s, no creo que haya abandonado algunas constantes de mi cine. Campe¨®n desarrolla un tema cl¨¢sico y un tema religioso, porque se refiere a un calvario, a un sacrificio de amor de un padre que ofrece su vida por su hijo para demostrarle el propio amor.?
Un boxeador de segunda categor¨ªa (Jon Voight) vuelve al ring porque su hijo (Ricky Schroder) se lo pide. El boxeador vence en el combate definitivo, pero muere a consecuencia de los golpes recibidos. El hijo se habr¨ªa quedado solo, a no ser que unos d¨ªas antes no hubiera conocido a su madre (Faye Dunaway), quien hab¨ªa abandonado a padre e hijo hac¨ªa nueve a?os. El ni?o juega un importante papel en el intento de reencuentro de un matrimonio.
?Cuando ten¨ªa siete a?os?, dice Zeffirelli, explicando los m¨®viles que le han llevado a rodar concretamente el tema de Campe¨®n, ?vi la primera versi¨®n del filme (la de King Vidor, de hace 47 a?os), en Florencia. Me conmovi¨® y me perturb¨® porque mi madre acababa de morir y mi padre estaba viviendo con una nueva mujer que no me quer¨ªa. Yo viv¨ªa en la casa de unos parientes, pero, en realidad, no ten¨ªa un hogar. Cuando estaba en los toques finales de Jes¨²s de Nazareth, en Londres, volv¨ª a ver Campe¨®n, de Vidor, por televisi¨®n y renaci¨® aquel trauma, aquel s¨ªndrome de angustia.?
??Que el resultado ha sido una apolog¨ªa antidivorcista? No es f¨¢cil decirlo, porque en estos tiempos me arriesgo, con toda seguridad, a ser muy impopular, pero hago un modesto esfuerzo para llamar la atenci¨®n de mis contempor¨¢neos sobre el problema de las relaciones de la pareja. Como cristiano, admito que el matrimonio es un pacto perenne, permanente, que no se puede romper porque s¨ª. Nadie est¨¢ obligado a casarse, pero el contrato social no se puede destruir. ?
La revelaci¨®n de Campe¨®n es, sin duda, el ni?o Nicky Schroder, el aut¨¦ntico protagonista. ?Jon Voight y Faye Dunaway sab¨ªan que sus papeles eran secundarios?, dice Zeffirelli, ?pero ambos se prestaron a intervenir en la pel¨ªcula para apoyar al peque?o Schroder. Este filme podr¨¢ ser un ¨¦xito o un fracaso, pero pasar¨¢ a la historia por la interpretaci¨®n de este ni?o.? Nicky Schroder, ocho a?os, hijo de un dirigente de la sociedad telef¨®nica de Nueva York, desde los tres a?os trabajaba en la publicidad televisiva. Zeffirelli buscaba un ni?o rubio. Prob¨® a unos doce mil. Ninguno le val¨ªa. Un d¨ªa vio a Nicky en un spot publicitario en la televisi¨®n, y sin pensarlo m¨¢s cogi¨® un taxi y, tras pedir la direcci¨®n en la cadena de televisi¨®n, se present¨® en casa del ni?o. ?Le expliqu¨¦ mi problema a Nicky y ¨¦l encontr¨® muy comprensibles mis propias emociones. Iniciamos as¨ª una visita al mundo distante de la ni?ez.?
Con Campe¨®n, Zeffirelli, conocido tambi¨¦n por su dedicaci¨®n al teatro (es especialista en montajes y direcci¨®n de obras de Shakespeare) y a la ¨®pera, g¨¦neros que no va a abandonar en lo sucesivo, se ha sumergido en el cine americano, tan distinto, seg¨²n ¨¦l, al europeo. ?En Am¨¦rica, el cine es un producto de entretenimiento industrial, es una tarea colectiva, mientras que en Europa se tiende m¨¢s hacia el cine de autor. Este cine de autor ha entrado en crisis.
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