Bandr¨¦s: "Las torturas existen, aunque no sabemos si fueron por electrodos"

?Pienso que este tipo de sucesos, despu¨¦s del 25 de octubre, son un ataque frontal a nuestra autonom¨ªa que de ning¨²n modo podemos consentir. La credibilidad democr¨¢tica, no s¨®lo del Gobierno espa?ol, sino de las autoridades auton¨®micas, entre las que por ahora me hallo, est¨¢n en juego.? Esta declaraci¨®n fue hecha ayer a EL PAIS por el diputado de Euskadiko Ezquerra Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s, en relaci¨®n con las ¨²ltimas declaraciones oficiales sobre las preguntas torturas a detenidos en el Pa¨ªs Vasco.?Tengo en mis manos el informe de la Escuela de Medicina Legal, de la Universidad de Madrid?, agreg¨® el diputado, ?del que se omiten los nombres de los peritos y su firma. Baste decir que es un informe redactado a solicitud de la Direcci¨®n General de la Guardia Civil y que todo ¨¦l se basa exclusivamente en "el examen de las fotograf¨ªas que han sido aportadas, as¨ª como el estudio de otros antecedentes del caso", lo que yo s¨ª puedo asegurar es que los redactores del informe no han examinado ni interrogado a Miguel Amilibia?, el presuntamente torturado.

?Por otra parte, no hay que olvidar que Miguel Amilibia, durante el tiempo en que fue maltratado, permaneci¨® con una capucha opaca sobre su cabeza, y aunque sospecha que le fueron aplicados electrodos, porque tiene idea de haber visto antes unos cables, la verdad es que bien pudo sufrir quemaduras de otra naturaleza. Lo cierto en todo caso es que se desmay¨® durante la tortura y que cuando lleg¨® al Juzgado. presentaba las se?ales externas del mal trato, sin que pueda honradamente hablarse de autolesiones.?

El se?or Bandr¨¦s aclar¨® que el presuntamente torturado fue reconocido por el m¨¦dico forense en el mismo juzgado de guardia a donde fue trasladado tras su detenci¨®n. La intervenci¨®n del forense se produjo a petici¨®n del juez, ante quien el detenido se quej¨® de las lesiones que le hab¨ªan sido producidas.

Respecto de las declaraciones de los gobernadores civiles de San Sebasti¨¢n y Pamplona, ?tachando de falsas las denuncias y atribuy¨¦ndolas a una campa?a de desprestigio de las Fuerzas de Orden P¨²blico, quiero significar que caen en la vieja pr¨¢ctica franquista: todo lo que no es elogio del sistema es conjura mas¨®nica o la que sea. Nosotros, en ning¨²n caso les hemos acusado a ellos de practicar personalmente la tortura. A lo sumo, yo les calificar¨ªa de encubridores?.

?De cualquier modo, lo importante?, a?adi¨® el diputado, ?es que se sepa que denunciar estos hechos penosos no es una tarea agradable. Yo empiezo ya a cosechar las amenazas. Es una obligaci¨®n que yo he asumido con sentido de responsabilidad. Lo importante es que se comprenda que denunciar ciertos hechos concretos cometidos por funcionarios singularizados no es un ataque a los cuerpos policiales, sino, a mi juicio, el mayor favor que puede hacerse a los mismos, para que puedan seguir funcionando libres de toda sospecha cuando se separe a los responsables.?

El se?or Bandr¨¦s inform¨® a EL PAIS que los propios interesados se personar¨¢n oficialmente bajo su direcci¨®n letrada en los procedimientos correspondientes para realizar la acusaci¨®n particular.