Los sovi¨¦ticos esperan relevos en la direcci¨®n pol¨ªtica

Hablar de cambio, en el Kremlin empieza a no ser un tab¨² reservado para kremlin¨®logos distinguidos. Cualquier sovi¨¦tico de a pie es consciente de que en los pr¨®ximos meses la lista de sus dirigentes puede sufrir cambios y variaciones importantes. El primer ministro, Alexei Kosiguin, est¨¢ hospitalizado desde los ¨²ltimos d¨ªas de octubre, despu¨¦s de haber sufrido un infarto y hemorragia cerebral cuando se encontraba en su despacho de trabajo. Su recuperaci¨®n permite abrigar ciertas esperanzas sobre su estado de salud, pero tambi¨¦n es seguro que no aparecer¨¢ en la vida p¨²blica ni podr¨¢ reintegrarse a su trabajo hasta finales de este a?o o a principios de 1980.

La enfermedad del primer ministro ha levantado en Occidente menos rumores de los previstos, posiblemente porque hubo en las pasadas semanas un exceso de especulaciones en torno al estado de salud del jefe del Estado, Le¨®nidas Brejnev, quien demostr¨® posteriormente que aguantaba templadamente las inclemencias de un invierno prematuramente duro. Sin embargo, la que ser¨ªa ahora l¨®gica sustituci¨®n del presidente del Consejo de Ministros puede ser aprovechada para una remodelaci¨®n total en el aparato pol¨ªtico de la URSS.

Medios occidentales especulan con que V¨ªctor Vasilievich Grishin, de 65 a?os, primer secretario del comit¨¦ urbano de Mosc¨² en el PCUS, que pertenece al Bur¨® Pol¨ªtico desde 1971, ser¨¢ el sucesor en vida, el a?o pr¨®ximo, de Brejnev, y que Constantin Chernenko ocupar¨ªa el cargo de secretario general adjunto del PCUS.

Sin duda, todas estas opiniones parecen a¨²n prematuras. La realidad es que el presidente del Consejo de Ministros sufre por segunda vez una grave enfermedad. El pr¨®ximo d¨ªa 28 parece que est¨¢ prevista una reuni¨®n del Consejo de Ministros; es posible que en esos d¨ªas se d¨¦ a la publicidad alguna medida de sustituci¨®n.