El uso de gasolina sin plomo reduce la contaminaci¨®n

En Estados Unidos la contaminaci¨®n del aire en las ciudades no es comparable con las urbes del continente europeo. La progresiva implantaci¨®n de la gasolina sin plomo ha reducido sensiblemente los niveles en las grandes ciudades.Un plan de lucha contra la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, que incluye inspecciones obligatorias anuales de los sistemas de combusti¨®n y escape de gases de todos los autom¨®viles matriculados en el estado de Nueva York, fue recientemente anunciado por el gobernador Hugh Carey.

Este plan no entrar¨¢ en vigor hasta 1981, y debe vencer antes la oposici¨®n de algunos sectores en el Congreso estatal y cumplir los plazos legales entre su publicaci¨®n en el diario oficial y su puesta en pr¨¢ctica. El programa anticontaminaci¨®n, aunque aplicable a todo el Estado, est¨¢ pensado especialmente para reducir el nivel de humos lanzados a la atm¨®sfera por los tres millones y medio de coches que circulan a diario en el ¨¢rea metropolitana de Nueva York.

Dado que las leyes vigentes en el Estado requieren que todus los autom¨®viles pasen anualmente una revisi¨®n de seguridad, en la que se inspecciona el estado de los neum¨¢ticos, frenos, luces, etc¨¦tera, la puesta en pr¨¢ctica del plan anticontaminaci¨®n no ser¨¢ demasiado complicada. Cada vez que los automovilistas acudan a uno cualquiera de los millares de centros autorizados para hacer la revisi¨®n de seguridad (generalmente estaciones de servicio o talleres privados), pasar¨¢n tambi¨¦n por el control de sus tubos de escape.

En una primera etapa, simplemente se notificar¨¢ a los propietarios si su veh¨ªculo infringe o no las normas anticontaminaci¨®n, y quedar¨¢ a la voluntad de aqu¨¦llos el corregir o no el sistema de emisi¨®n de gases. Pero en 1982, la normativa ser¨¢ ya obligatoria y a los infractores se les dar¨¢ un permiso de circulaci¨®n provisional por treinta d¨ªas. Si en ese plazo el problema no ha sido corregido, se negar¨¢ el permiso de circulaci¨®n.

La campa?a anticontaminaci¨®n ha obtenido resultados espectaculares en Nueva York, tanto en la reducci¨®n de los niveles de poluci¨®n de la atm¨®sfera como en la limpieza de las aguas del r¨ªo Hudson y del East River, las dos v¨ªas de agua que bordean la isla de Manhattan, Quiz¨¢ el caso m¨¢s llamativo en Norteam¨¦rica, en este campo de la lucha contra la contaminaci¨®n, sea el de Pittsburg, la ciudad industrial del estado de Pensilvania, que pas¨® de ser la urbe m¨¢s contaminada del pa¨ªs a una de las que gozan del aire m¨¢s limpio. Ello se consigui¨® mediante la imposici¨®n de r¨ªgidos controles y graves sanciones a los infractores.

La progresiva implantaci¨®n de la gasolina unle aded (sin plomo) y la instalaci¨®n en los tubos de escape de muchos coches del llamado conversor catal¨ªtico (CC) han contribuido de forma muy destacada a este ¨¦xito en la lucha antipoluci¨®n. El conversor catal¨ªtico ha sido acusado de recalentar en exceso el tubo de escape y provocar incendios.

Ayer mismo, el diario Washington Post informaba en su primera p¨¢gina de los problemas detectados en los CC de varios modelos de autom¨®viles. Este dispositivo, que quema las part¨ªculas polucionantes antes de que salgan a la atm¨®sfera, empez¨® a implantarse en 1975, como respuesta de la industria del autom¨®vil a las exigencias del Gobierno federal en materia de contaminaci¨®n.

Los niveles de riesgo del CC parecen aceptables para las autoridades, ya que no se ha registrado ninguna muerte y los incendios se provocaron, en la mayor parte de los casos, cuando el autom¨®vil estaba estacionado encima de hojas secas.

Pero en la lucha contra la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, el con versor catal¨ªtico parece llamado a jugar un papel muy importante, y un portavoz de la compa?¨ªa General Motors explic¨® que un coche dotado con el CC en 1979 emite un 90% menos de hidrocarbono, un 83% menos de mon¨®xido de carbono y un 51% menos de ¨®xido de nitr¨®geno que un modelo de autom¨®vil de 1960.

Saint Louis, en el Estado de Missouri, es la ¨²nica ciudad norteamericana con niveles de contaminaci¨®n semejantes a los de las metr¨®polis europeas. Sin embargo, en un cuadro comparativo que public¨® recientemente The Book of Numbers, Madrid aparece muy por encima y como la ciudad con mayor poluci¨®n por part¨ªculas en suspensi¨®n y por anh¨ªdrido sulfuroso.

El pasado verano varias circunstancias climatol¨®gicas contribuyeron a crear una espesa capa de smog sobre Los Angeles, en California, que caus¨® seria preocupaci¨®n a las autoridades. Durante varios d¨ªas, la atm¨®sfera fue irrespirable y se estuvo a punto de prohibir la circulaci¨®n de veh¨ªculos. Pese a ello, las grandes urbes norteamericanas han hecho descender, durante la d¨¦cada que ahora acaba, sus niveles de contaminaci¨®n atmosf¨¦rica en un grado espectacular.