En el centro del escalaf¨®n mundial
Par¨ªs es, posiblemente, la ciudad m¨¢s contaminada de Francia (hasta no hace mucho lo era Rouen), pero a¨²n se respira con relativa normalidad.Respecto a las grandes capitales del mundo, Par¨ªs figura en el centro de la escala. Cara al horizonte 2000, las perspectivas son optimistas: ?A largo plazo habr¨¢ que mantener la vigilancia, pero podr¨¢n suprimirse las alertas, lo que quiere decir que la contaminaci¨®n se reducir¨¢ de manera sustancial?, nos declar¨® Joel Poustis, jefe de la explotaci¨®n de la red de medidas de la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica de la aglomeraci¨®n parisiense.
Hasta la fecha, Par¨ªs nunca ha lamentado accidentes rese?ables a causa de la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica. El t¨ªpico cielo algodonoso parisiense, tan explotado por pintores, poetas y artistas de ¨ªndole varia, es posible que disimule mucha suciedad, pero lo cierto es que nunca se han alcanzado cotas irrespirables. La capital francesa y su periferia est¨¢n declaradas ?zona de protecci¨®n especial?, de igual manera que otras ciudades del hex¨¢gono galo. Esto quiere decir que del 15 de noviembre al 15 de marzo deben someterse a una reglamentaci¨®n, destinada a luchar contra la contaminaci¨®n, que consiste esencialmente en la obligaci¨®n de emplear combustibles poco cargados de azufre.
Los elementos contaminantes, en Par¨ªs, son tres: el humo negro, procedente de la industria y de los usos dom¨¦sticos; la acidez fuerte (con mucho bi¨®xido de azufre), consecuencia de las calefacciones, y, en tercer lugar, el parque automovil¨ªstico. La contaminaci¨®n que procede de este ¨²ltimo elemento es la menos peligrosa, seg¨²n los expertos, porque el humo se dispersa r¨¢pidamente.
Algunas cifras servir¨¢n para formarse una idea de los niveles de contaminaci¨®n en esta ciudad. Una encuesta realizada a partir de las cotas alcanzadas desde el a?o 1975 hasta 1978, dio la media siguiente: Par¨ªs capital alcanz¨® 113 microgramos por metro c¨²bico de aire, en acidez fuerte (estas medidas se realizaron en veinticinco parajes, dato importante, ya que el n¨²mero de medidas y el lugar en que se operen influyen en el resultado). En humo negro, la media del mismo per¨ªodo de los tres a?os rese?ados, alcanz¨® 57 microgramos por metro c¨²bico de aire. En la periferia parisiense, la media de esos a?os fue un poco inferior. Ahora bien, a la vista de las estad¨ªsticas de los ¨²ltimos a?os, lo que hacen observar los t¨¦cnicos es que la contaminaci¨®n disminuye regular y sensiblemente. En efecto, de 1963 a 1978, en Par¨ªs, la acidez fuerte merm¨® un 36%, de igual manera que en la periferia. En el mismo per¨ªodo, el humo negro baj¨® un 45% en Par¨ªs y un 56% en la periferia.
Hasta la fecha, en la capital y su periferia, el ¨²nico medio de prevenci¨®n es el de medidas de la contaminaci¨®n. Pero, a partir de 1980, entrar¨¢ en servicio una red de medidas y alertas consistente en un ordenador central enlazado con los servicios de la meteorolog¨ªa nacional: este nuevo m¨¦todo permitir¨¢ conocer con varias horas de antelaci¨®n las amenazas contaminantes, y as¨ª los responsables podr¨¢n advertir a los industriales y dem¨¢s usuarios de combustibles para que frenen el consumo, lo reemplacen por otro o, en definitiva, para que tomen las medidas oportunas contra el aumento de la suciedad atmosf¨¦rica.
La instalaci¨®n de esta red de medidas y alertas ser¨¢ costeada por el Estado, pero el funcionamiento lo subvencionar¨¢ una asociaci¨®n de la que formar¨¢n parte el Estado, igualmente, y, por otro lado, los representantes de la industria y dem¨¢s interesados. Los responsables oficiales franceses estiman que ser¨ªa necesaria una coordinaci¨®n internacional, pero comprueban que es muy dif¨ªcil porque difieren los criterios empleados para medir y tratar la contaminaci¨®n.
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